Hay que leer
Tras Ordesa, llega Alegría.
Porque quienes hayan leído Ordesa, de Manuel Vilas (2018), encontrarán aquí una oportuna secuela. Es que en Alegría (2019) vuelve la voz lúgubre en tono menor de aquel narrador: antes hijo, ahora padre y consagrado escritor de 55 años, cuya motivación principal no radica en el disfrute de los viajes o de la fama literaria, sino en mantener vivo, a como dé lugar, el recuerdo de sus padres fallecidos, con quienes mantiene una “relación” espiritual, profunda y triste, reflexiva y bella, mientras intenta participar en los recuerdos de sus propios hijos. Una novela poética fuerte, emotiva, dedicada al detalle, a las pequeñas cosas, a quienes se fueron, a quienes quedan de pie para recordarlos. (Planeta)