HAY QUE LEER 

Porque recupera el retrato antiguo junto a la crónica actual, bien escrita, con ritmo y pulso poético. Es un libro para ser disfrutado con tiempo, el de la lectura lenta, reflexiva, esa que permite hacer jugar al texto con las imágenes, y con nuestra propia imaginación. A las crónicas no les sobra nada, narrativamente poseen ritmo, y muestran a las entrevistadas al desnudo en sus dolores y amores, críticas y elogios. Sorprende la mirada crítica, a veces de disgusto, hacia el lado complicado de los uruguayos, la forma de ser, vivir y plantarse frente al mundo, lo cual le da al libro un valor superior. Porque es en contacto con el otro, el diferente, que podemos definir mejor nuestro lugar en el mundo. Y son doce mujeres bien distintas. Un joyita, para volver una y otra vez. (Banda Oriental)