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Mario Levrero y sus enigmas

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Mario Levrero

Ensayo arriesgado

El mexicano-argentino Mauro Libertella va tras los misterios que aun persisten en la obra y la vida del escritor uruguayo.

Mario Levrero surgió como escritor en los años sesenta con la novela La ciudad. La soledad, Piriápolis, el Tola Invernizzi son algunos de los componentes de un mito de origen que ha sido contado una y otra vez. No podía faltar en el relato que realiza Mauro Libertella (México, 1983), aunque no es el inicio: la imagen primera es la de las 75 cajas negras que estuvieron en el archivo del SADIL (Facultad de Humanidades). Proporciona así una visión cuantitativa y contundente de la presencia monumental del archivo y ubica al lector en la situación de tener que apreciar el legado del escritor. En El discurso vacío (1996) —segundo libro de la trilogía “intimista” que dio un vuelco a su obra— Levrero recuerda un título de Saul Bellow, Hombre en suspenso, y reflexiona sobre la “etapa provisoria”, prolongada sin fin visible ni esperable, en la que se encuentra. “También podría decir: ‘Hombre entre paréntesis’, aunque más exactamente yo sería un hombre después del primer paréntesis, preguntándome por el segundo”. Mauro Libertella extrajo de esta cita el título de su “retrato” de Mario Levrero: un libro compacto, ágil, que se lee muy bien.

Un hombre entre paréntesis. Retrato de Mario Levrero parece participar de esa “suspensión” sugerida en el título: es el Levrero de los cercanos, de los que con distinta intensidad convivieron con él, que permanecen envueltos, en la aceptación o el conflicto, en su poder de seducción. Este ángulo elegido determina el límite y la riqueza del trabajo de Libertella: elabora una imagen del escritor fundamentalmente a partir de la visión de los próximos, tal vez tan frágil y fugaz como se piensa el narrador de El discurso vacío. Libertella hace acopio de los libros sobre Levrero publicados en los últimos años y suma sus entrevistas a familiares, amigos, talleristas, editores, críticos. Propone también, de manera muy cauta y casi sin querer, algunas interpretaciones de la obra levreriana. Recoge las palabras de Ezequiel De Rosso —estudioso de su obra y compilador de La máquina de pensar en Mario (2013)— que afirma que Levrero “casi siempre dialoga con el momento puntual de la literatura del continente”, propone verlo como un “deudor desviado” de la escena literaria global. Algunos errores, sin duda subsanables, afean el resultado: no fue La ciudad la novela editada por la revista El Péndulo en 1982, sino El lugar.

UN HOMBRE ENTRE PARÉNTESIS. Retrato de Mario Levrero, de Mauro Libertella. Edición de Leila Guerriero. Ediciones Universidad Diego Portales, 2019. Santiago de Chile, 178 págs.

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