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Horacio Castellanos Moya, Martín Bentancor y Alexander von Humboldt

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Horacio Castellanos Moya

Inventario por tres

Dos novelas y una biografía

Novela I

EL ASCO, de Horacio Castellanos Moya. Literatura Random House, 2018. Barcelona, 106 págs.

Reedición de un suceso de 1997, esta novela posicionó a Horacio Castellanos Moya (n. 1957) como un autor a tener en cuenta y además lo echó de su país, El Salvador. La razón era la de siempre: apuntaba “contra la patria”, “contra el gobierno” y “contra el pueblo”. El asco es el absorbente monólogo del protagonista Edgardo Vega transcripto por su interlocutor, Moya, un ex compañero de colegio marista que lo oye despotricar contra todo y contra todos. Asco, náusea y odio son términos claves de esta novela que se lee de un tirón y en la que el personaje acaba diciendo que su nombre es Thomas Bernhard, escritor misántropo pero con la mira puesta en Austria. Quizá por eso esta reedición se subtitula “Thomas Bernhard en San Salvador”. Buen punto intertextual y de marketing.

Novela II

EL FONDO DEL QUILOMBO, de Martín Bentancor. Estuario, 2019. Montevideo, 213 págs.

Un prostíbulo de pueblo que va cambiando de dueños y de prostitutas es el centro de varias muertes violentas a lo largo de cien años de historia uruguaya, de 1911 a 2011, y la excusa para referir un entramado social cándido y peligroso a la vez. La muerte del “tío Osvaldo” (“el Larsen de esta historia”: indisimulada reverencia a Onetti) es el disparador que lleva al personaje principal —adolescente entonces, escritor luego— a retratar sucesos y gentes del Rancho Alegre o la Whiskería Ramsés. Con variados recursos narrativos (inserción epistolar, emails, notas de prensa) Martín Bentancor redondea una novela entretenida y con momentos de humor, reflexión, violencia y por supuesto, algo de sexo.

Biografía

ALEXANDER VON HUMBOLDT. El anhelo por lo desconocido, de Maren Meinhardt. Turner, 2019. Trad. de Julia Gómez. Madrid, 317 págs.

Si no le hubiera dado nombre a la fría corriente del Pacífico quizá Alexander von Humboldt no hubiera perdurado en la historia para el gran público, aunque en su época fuera muy conocido. De familia adinerada y vinculada a la corte prusiana, dedicó su vida a viajar e investigar en diversas áreas (geología, oceanografía, botánica, antropología, astronomía, etc.) y formó parte de las más prestigiosas sociedades científicas de su época. Esta biografía hiperdocumentada y algo ardua de leer repasa sus destacados orígenes, sus claras amistades y sus oscuros amores, además de sus aventuras geográficas y su definitiva pasión por la naturaleza. Nacido en 1769, Humboldt murió en 1859 y legó los bienes que le quedaban al matrimonio de empleados con los que vivía y a los hijos de éstos (alguno suyo, sospecha la biógrafa).

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