SANTULLO Y HANSZ

Matías Castro

Garra en viñetas es, en apariencia, una propuesta sencilla dentro del panorama del cómic uruguayo del siglo XXI. Se trata de tres personajes fijos que mayormente hablan a cámara en mini historias que ocupan cuatro tiras. Sin embargo hay bastante más en esta historieta seriada que comenta la actualidad deportiva.

Los personajes son los comentaristas Jean-Paul Bonifacino, Arístides Camacho y Teresa Marrero, que oficia de periodista notera. La gracia está en que, en lugar de hablar en un programa de televisión, tienen total conciencia de que están en una historieta que fue publicada originalmente con cierto desfasaje con respecto a los hechos deportivos de los que hablan. Hay sarcasmo, ironía y humor en casi todas las viñetas desde el momento en que los personajes parecen no ponerse de acuerdo entre sí

Pero también hay sarcasmo que se puede leer como pequeños comentarios sobre el mundo de los comentaristas, hechos desde el lado del espectador. Camacho, por ejemplo, dice: “¡Ganan, juegan bien! ¿Cómo puede hacer uno su trabajo si no le dejan nada para criticar?”. Además hay apuntes como cuando la notera suspira y exclama “Uy Silvia Pérez, dame paciencia”, en alusión a la reconocida periodista de El País y Estadio Uno que se hizo un lugar en un mundo masculino.

Santullo ya ha escrito muchas otras historietas en este formato periódico que luego es recopilado en libro, aunque de aventuras, terror o ciencia ficción. Esta es su primera obra de humor de largo aliento y por eso justamente resulta ser una buena sorpresa que lo muestra como un guionista hábil que aprendió los códigos del género, y los aplica. Tenía la realidad de su parte, claro. De hecho, el primer capítulo apela a un hecho real de humor involuntario, recurso que se repite en otros episodios.

También había trabajado con Hansz en los dos tomos de La liga de los caballeros extraordinarios, una historia de aventuras con personajes antiguos de la cultura uruguaya. Lo de Hansz es toda una peculiaridad en el cómic latinoamericano y cada uno de sus trabajos deja ganas de ver más. Su estilo es único ya que continúa con gracia y naturalidad el de la escuela belga de Franquin (Spirou, Gastón el gafe) y en especial de Pierre Seron (Los hombrecitos). En algunos de los capítulos de este libro es sustituido por el argentino Max Aguirre, quien se acerca a la línea y a los colores de Hansz y mantiene el juego de la historieta autoconsciente.

GARRA EN VIÑETAS, de Rodolfo Santullo y Guillermo Hansz. Túnel, 2019. Montevideo, 104 págs.