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Un Fructuoso Rivera de novela

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Jorge Chagas

Novela histórica

El escritor uruguayo Jorge Chagas reincide, esta vez con Fructuoso Rivera como protagonista.

Jorge Chagas (Montevideo, 1957), es historiador, periodista y narrador. Cultiva la novela histórica, combinando investigación rigurosa, recursos propios del realismo mágico y una prosa llana y amena. Muestra las sombras de sus personajes, pero captando su humanidad, aun si son figuras difíciles, como el Cnel. Lorenzo Latorre en El sable roto (2016), o ahora con Fructuoso Rivera en El pardejón.

La novela se lee de un tirón, por lo breve, pero también por estar bien jugada a dos voces, la de Eustaquio Santos, soldado de don Frutos de toda la vida, que lo acompaña de vuelta a Montevideo, ya cadáver, en una barrica de caña, y la del propio Rivera, consciente de estar muerto. Ambos dialogan entre recuerdos de la vida militar, civil y erótica del difunto, sobre cosas como el poder —y su soledad—, la guerra y el destino.

Y de lo difícil que fue para los orientales pasar, en poco más de cuatro décadas, de ser españoles de América defendiendo el trono de Fernando VII, preso de Napoleón, a ser argentinos de la Provincia Oriental, cisplatinos, y finalmente, tras una guerra empatada de la que Gran Bretaña tomó ventaja en la mediación, ciudadanos de una pequeña e inesperada república. Una que a pocos años se dividiría a lanza y sable entre blancos y colorados. Todo ese proceso con la triste memoria de haber sido “artigueños” y haber abandonado, más o menos a la fuerza, más o menos por interés, los sueños revolucionarios. Esta novela ayuda a entender mejor las raíces terribles del Uruguay actual.

El mayor acierto estético de Chagas son los dichos recurrentes en el discurso de los personajes, que le dan al texto cierta musicalidad en lo sonoro, pero también en lo estructural. La más reveladora de todas es el “Solamente Don Frutos”, con la que el protagonista define su identidad, siempre inmutable pese a los cambios de bando y otras volteretas por necesidad o propia astucia.

A esta muy buena novela hay que reprocharle un par de textos en verso que el autor no resuelve de modo creíble, acorde al metro octosílabo y la rima obligada, propias del arte payadoresco, como también algunos errores de términos —pelaje por plumaje, cebo por sebo, francos por flancos, a campo travieso por a campo traviesa— que una edición más cuidadosa hubiera debido corregir.

EL PARDEJÓN (LA NOVELA DE FRUCTUOSO RIVERA), de Jorge Chagas. Fin de Siglo, 2020. Montevideo, 154 págs.

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