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Del "Diccionario del Diablo"

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Diccionario del Diablo. Dibujo Renzo Vayra.

Ambrose Bierce incombustible

Edición completa y muy cuidada de un clásico

Abstemio, s. Que no bebe alcohol, a veces nada, y a veces, casi nada.

Acertijo, s. ¿Quién elige a nuestros gobernantes?

Acreedor, s. Bellaco que se beneficiaría de una refinanciación.

Amabilidad, s. Breve prefacio a diez volúmenes de exacción.

Amor, s. Locura temporal que se cura con el matrimonio o alejando al paciente de las influencias que le hicieron sufrir el trastorno. Esta enfermedad, como la caries y muchos otros achaques, sólo se da entre las razas civilizadas que viven en condiciones artificiales; las naciones bárbaras que respiran aire puro y se alimentan de comida sencilla disfrutan de inmunidad frente a sus asaltos. A veces resulta fatal, pero sobre todo para el médico más que para el paciente.

Amor, s. Locura que se comete al tener demasiada buena opinión de otro antes de saber nada de uno mismo.

Beneficencia, s. Donar cinco dólares para ayudar al propio abuelo internado en un asilo y publicarlo en el diario.

Categórico, adj. Equivocado a voz en grito.

Cerebro, s. Aparato con el que pensamos que pensamos. Lo que distingue al hombre que está satisfecho con ser algo del que desea hacer algo. Un hombre de gran fortuna o que se ha visto catapultado a un alto cargo suele tener tanto cerebro en la cabeza que quienes le rodean no pueden llevar los sombreros puestos. En nuestra civilización y bajo nuestra forma republicana de gobierno, se tiene en tal alta estima al cerebro que se le recompensa eximiéndole de ocupar cualquier cargo público.

Conservador, s. Hombre de Estado enamorado de los males existentes, a diferencia del liberal, que desea sustituirlos por otros.

Culpable, adj. El otro.

Divorcio, s. Reanudación de las relaciones diplomáticas y rectificación de las fronteras.

Ejército, s. Clase improductiva que defiende a la nación devorando cuanto pudiera tentar a un posible enemigo a invadirla.

Emoción, s. Enfermedad que deja postrado a quien la padece, y que está causada por la influencia del corazón en la cabeza. A veces va acompañada de una copiosa efusión por los ojos de cloruro sódico hidratado.

Fraude, s. Vida del comercio, alma de la religión, cebo del cortejo y base de nuestro poder político.

Gitana, s. Persona que está dispuesta a decirte la fortuna que te espera a cambio de una pequeña parte de la que ya tienes.

Impostura, s. Profesión de los políticos; ciencia de los médicos; conocimientos de los críticos; religión de los grandes predicadores; en una palabra: el mundo.

Imprevisión, s. Satisfacer las necesidades de hoy con los ingresos de mañana.

Inmigrante, s. Persona desinformada que cree que un país es mejor que otro.

Nihilista, s. Ruso que niega la existencia de todo, salvo la de Tolstói. El líder de esta escuela de pensamiento es Tolstói.

Noviazgo, s. Tímidos sorbos que dan dos almas sedientas a una copa de vino que ambas pueden vaciar fácilmente pero ninguna está en condiciones de rellenar.

Paciencia, s. Forma leve de desesperación, que se presenta disfrazada como virtud.

Patriotismo, s. Basura combustible siempre a punto para que le aplique una antorcha cualquiera que abrigue la ambición de iluminar su propio nombre.

En el famoso diccionario del doctor Johnson, el patriotismo se define como el último refugio del sinvergüenza. Con el debido respeto que merece un lexicógrafo tan ilustre, aunque menor, me atrevería a afirmar que es el primero.

Política, s. Lucha de intereses disfrazada de debate de principios. Gestión de los asuntos públicos con vistas al beneficio privado.

Política, s. Medio de ganarse la vida preferido por la parte más degradada de nuestras clases delictivas.

Posdata, s. Único fragmento de la carta de una mujer que, si se tiene prisa, hace falta leer.

Presente, s. Parte de la eternidad que separa los dominios de la desilusión del reino de la esperanza.

Prohibido, part. pas. Investido de un nuevo e irresistible encanto.

Puntualidad, s. Virtud que parece anormalmente desarrollada en los acreedores.

Religión, s. Acogedor árbol en el que han anidado todos los pájaros confusos.

Ruina, s. Lugar donde acabarían nuestros millonarios si tuvieran que pagar impuestos.

Sobrenatural, adj. La reaparición de un paraguas prestado.

Una vez, loc. adv. Más que suficiente.

Virtudes, s. Ciertas abstinencias. 

El autor

Ambrose Bierce, periodista, escritor, topógrafo de la Guerra de Secesión y misántropo a tiempo completo nació en Estados Unidos en 1842 y desapareció en México alrededor de 1914, cuando decidió participar, ya viejo, en la Revolución Mexicana. La novela Gringo viejo, que aseguró la fama de Carlos Fuentes, se inspira en esa figura tan real como legendaria de Bierce "el amargo" como se le solía decir individuo de una lucidez singular que sirvió a varios medios entre otros el Examiner del magnate William Randolph Hearst. Bierce escribió memorables relatos sobre la guerra, pero su paso a la posteridad dependió en gran medida de este Diccionario del diablo que fue escribiendo para la prensa a modo de entregas y que ahora aparece completo en una cuidada edición de 2017 de Galaxia Gutenberg (Océano).

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