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Cuentos pensados de Leo Masliah, el que se enoja con la crítica

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Leo Masliah
Francisco Flores

Humor irónico

Su nuevo libro se titula Cuentos impensados, aunque están muy bien pensados.

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En la contratapa de Cuentos impensados puede leerse ésto: “La crítica ha dicho, sobre los libros anteriores de Leo Masliah, que bla bla bla ...”. Los “bla” son ciento treinta y tres.

Está bien que Leo Masliah (Montevideo, 1954), tras cuarenta y cuatro años como compositor, intérprete, narrador, poeta y dramaturgo, no se preocupe mucho por lo que dice la crítica, cuyo trabajo va dirigido en primer lugar al público —que Masliah tiene, no masivo, pero tampoco desdeñable en número y por sobre todo, fiel— y en segundo término a los autores nuevos.

Quien se acerque a Masliah por primera vez en este libro, deberá tener en cuenta que el autor juega con la lógica y el lenguaje, creando situaciones de fino y humorístico sinsentido. Requiere una lectura atenta. Otros textos, algo menos sutiles pero más contundentes, denuncian el morbo cotidiano de nuestras sociedades, como por ejemplo “Las cataratas de Capurro”, acerca del atractivo turístico que deviene de que un ininterrumpido flujo de suicidas suba a cierto apartamento del Edificio Capurro y salte desde el balcón. En textos como “Canal de nada” y “Empresa de nada”, Masliah presenta una tan demoledora como desoladora crítica de la banalidad básica de muchas actividades económicas muy rentables.

En algunos trabajos se nota — tema viejo en este autor— una preocupación lúcida y a la vez visceral por la sociedad uruguaya y sus problemas de larga duración, como por ejemplo en los textos agrupados al final del volumen bajo el título común de “Estampas orientales”, y de modo especial entre ellos en “Breve historia de la educación en el Uruguay”. El lector podrá discrepar con la visión de país que presenta Masliah, pero deberá reconocer que, con honestidad intelectual, este autor le pega a la estupidez donde quiera que se manifieste, es decir, a diestra y siniestra, sin obsecuencia partidaria alguna.

Por su riqueza y densidad, con la dificultad que las acompaña, así como también por cierta monotonía en el humor irónico, para mejor disfrute de estos textos no conviene leer el libro “de un tirón”. Ayuda a la amenidad de este trabajo el que varios de los textos vengan acompañados con fotos que, escaneadas con la aplicación informática que los editores indican, permiten ver a Masliah presentando el texto en video, con su estilo tan personal, que buen público le ha ganado.

CUENTOS IMPENSADOS, de Leo Masliah. Criatura, 2021. Montevideo, 224 págs.

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