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Caprichos y recuerdos de un músico inolvidable

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Neil Young

Para fanáticos del integrante de la banda Crosby, Stills, Nash & Young.

MEMORIAS DE NEIL YOUNG, El sueño de un hippie. Malpaso, 2015. Barcelona, 411 págs. Distribuye Gussi.

Neil Young es un creador de una personalidad tan apasionante como contradictoria. Nacido en Canadá, en noviembre cumplirá setenta años. Integró, junto a Stephen Stills, la legendaria banda Buffalo Springfield, luego de la separación inició un larga carrera solista con intervalos donde se unió a Crosby, Stills, Nash & Young. Tuvo otro breve proyecto con el propio Stills, la Stills Young Band, con el que grabó un álbum y abandonó en medio de su primera gira.

Los abandonos son comunes en Young, tanto como sus célebres cambios de carácter y lo variado de los estilos en que ha incursionado como músico. Ha sido acompañado por varias bandas entre las que destaca Crazy Horse.

Militante hippie en su tiempo —aunque en algún momento simpatizó con Ronald Reagan y apoyó la pena de muerte— se enfrentó en forma radical a George W. Bush por la guerra de Iraq en su álbum Living with war (2006) y realizó una gira con Crosby, Stills y Nash promocionándolo, en conciertos que dividían a las audiencias. Sus problemas de salud —tuvo polio en su niñez, ataques de epilepsia, sobrevivió a un aneurisma cerebral—, el apoyo a dos de sus hijos que padecen parálisis cerebral, su pasión descontrolada por los autos y los trenes, el amor que siente por la naturaleza, su encarnizada pelea por su empresa PonoMusic —con la que intenta devolver la calidad a la reproducción de música en formato digital— son otros rasgos destacables en su vida.

Escribió este libro hace unos años, cuando se había fracturado un meñique y debía mantenerse lejos de los escenarios. Fue en la época que decidió abandonar el cigarrillo, la marihuana, el alcohol y cualquier otro tipo de drogas. "Tengo que aminorar la marcha, por eso estoy escribiendo este libro" que según él no son memorias y menos biografía. "Es más como un diario y una proyección" declaró a la revista Rolling Stone. La elección de anécdotas e historias no respeta un orden cronológico. Su padre, Scott Young, fue periodista deportivo y escritor, lo que entusiasmó a Neil a intentar abordar la tarea en solitario. A su entender no era difícil escribir esta historia y lo hizo sin el apoyo de un escritor profesional. Esa falta de oficio para narrar se nota. El relato carece de tensión, no profundiza en casi nada y falta rigor, aspectos que habrían mejorado con una buena edición. Sus reflexiones se reiteran y, en algunos casos, las anécdotas resultan sosas. Hay alguna esporádica autocrítica, como cuando recuerda el momento en que despidió, en forma impiadosa, a su amigo el músico Danny Whiten por su adicción a las drogas que perjudicaba su desempeño. Whiten falleció al día siguiente por una mezcla explosiva de pastillas y alcohol. En contrapartida, el músico se repite en explicaciones sobre su emprendimiento PonoMusic, una publicidad molesta que se cuela una y otra vez en la historia.

Con todas esas salvedades, el apasionante tiempo que le tocó vivir se refleja en algunas partes del relato. Es un libro conformado por los recuerdos, acaso caprichosos, que un inmenso músico como Neil Young tiene interés en dar a luz. Es lo opuesto a la monumental biografía que le dedicó Jimmy McDonough, Shakey, de más de novecientas páginas, libro que el biógrafo inició como un proyecto apoyado por Young, y que al final el músico abandonó y desautorizó. No le gustó que se contaran ciertas cosas.

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