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Brecht, ese uruguayo

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Bertolt Brecht

TRADUCCIÓN INÉDITA DE JOSÉ MARÍA VALVERDE

Antología poética de un clásico que ve la luz en Uruguay.

SUELE CREERSE en Uruguay, salvo por excepciones futboleras, que nunca pasa nada de gran importancia. Tercos, los uruguayos que trabajan en la cultura generan hechos destacables dentro y fuera de fronteras, aunque el uruguayo medio no se entere. Un caso es la antología poética de Bertolt Brecht (Alemania, 1898–1956), seleccionada y traducida por el poeta español José María Valverde (1926–1996), lista para publicarse en España en 1973 pero que recién ha visto la luz en 2017 y en Uruguay.

La advertencia preliminar en esta edición explica que, habiendo Valverde concluido su antología en 1973, al no poder llegar a un acuerdo por los derechos con los herederos de Brecht, obsequió el manuscrito a un amigo. Debe hacerse notar que, de haberse publicado en sus días, no hubiera sido la primera traducción de la poesía del autor alemán al español mucho más conocido por su dramaturgia pero sí por lejos la más extensa, valor que este volumen de poesía aún conserva.

El amigo en cuestión, consciente del valor de este trabajo, se puso en contacto con Creative Commons, colectivo que trabaja para evitar que interpretaciones abusivas del derecho de autor impidan la circulación de bienes culturales. Este colectivo encontró que la legislación uruguaya permitía la publicación. Cuarenta y cuatro años después, esta obra llega a sus destinatarios naturales, los lectores.

DEBATE LEGISLATIVO.

También llega cuando el Parlamento uruguayo discute una nueva Ley de Derecho de Autor, no sin incidentes entre distintos actores culturales, sociales y empresariales, en torno al problema ocasionado por la fotocopia masiva de textos de estudio. Esto importa, porque los responsables de Creative Commons señalan en la introducción que la Ley vigente es muy restrictiva, pero los cambios que se hagan a la misma no deberían dejar a los autores sin su legítimo derecho a cobrar por su esfuerzo intelectual.

El prólogo de esta edición, a cargo de Alejandro Gortázar, es conciso, claro y didáctico. Su mayor mérito, además de señalar las distintas etapas en la evolución ideológica y estética de Brecht, es tratar de explicar la simpatía de un poeta católico como Valverde hacia un escritor ateo y antirreligioso como Brecht. Católico militante, Valverde sentía que su fe lo obligaba a un compromiso social, a una actitud revolucionaria que lo acercaba a Brecht. Cita Gortázar un texto de Valverde sobre la Revolución Cubana que aclara el punto: "Debo decirlo: yo no lo vi claro/ por algún tiempo. Había muchas nieblas/ occidentales, y aún más, el temor/ a que cambiara el mundo en que ya había/ armado mi modesto agujerito;/ (…) Y pienso: Por lo menos, ya lo veo/ de frente, y firmo así esta enorme deuda/ aunque nunca la pague; y hasta acaso,/ además de políticas y cuentas,/ yo, marginal, desanimado y triste,/ de ellos puedo aprender algo que habríamos/ de hacer los que decimos ser cristianos."

EL VIAJE DEL POETA.

En la evolución de Brecht pueden señalarse los siguientes períodos que marcan las secciones de esta antología: los poemas de juventud, hasta 1926, el período berlinés, hasta 1933, el exilio en el Báltico huyendo de Hitler, hasta 1941, el período californiano hasta 1947, y la radicación en Alemania Democrática hasta el fin de sus días.

Es un proceso con cambios y permanencias. En los textos juveniles el tono es nihilista y escéptico. Durante el período en Berlín el poeta adherirá al marxismo, sin abandonar la duda como postura metódica ante la realidad. Escribirá desde y para los de abajo, renunciando a las ventajas de su nacimiento y formación en una clase más acomodada. Por eso no abandonará formas del gusto popular, como la canción y la balada, aunque reciba otras influencias.

En toda su obra hay un marcado pacifismo que lo hace consciente, desde temprano, de que la Primera Guerra Mundial no será la última. Advierte también en sus poemas del primer exilio que del "Pintor de Brocha Gorda" como llama a Hitler sólo puede esperarse más guerra. En sus poemas de California lamentará que su retorno a Alemania esté precedido por los bombardeos aliados.

Una constante en la poesía de Brecht es la autocrítica, no sólo la denuncia de la injusticia circundante. Exiliado en Hollywood y tratando de ganarse la vida en la industria del cine, escribirá: "Todas las mañanas, para ganarme el pan,/ salgo al mercado donde se compran mentiras./ Esperanzado/ me alineo entre los vendedores."

Brecht logra, superando el panfleto partidario, sintetizar su adhesión a una teoría y una praxis revolucionarias con el compromiso con el ser humano, en abstracto, pero también en concreto, sin que lo uno implique negar lo otro. Debe haber sido muy grato para un cristiano como Valverde traducir el siguiente poema: "Oigo decir que en Nueva York,/ en la esquina de la calle 26 y Broadway,/ en los meses de invierno, todas las noches hay un hombre/ que, con súplicas a los transeúntes, busca/ camas para los sin techo que allí se reúnen.// El mundo no cambia por eso:/ las relaciones entre la gente no mejoran,/ la edad de la explotación no se abrevia por eso,/ pero algunos hombres encuentran cama,/ por una noche se les evita el viento,/ la nieve que les estaba destinada cae en la calle.// No dejes el libro, hombre, al leer esto.// Algunos hombres encuentran cama/ por una noche se les evita el viento,/ la nieve que les estaba destinada cae en la calle,/ pero el mundo no cambia por eso,/ las relaciones entre la gente no mejoran por eso,/ la edad de la explotación no se abrevia por eso."

REBELDE Y COHERENTE.

El que optase por vivir en la República Democrática Alemana, fiel a sus convicciones políticas, no le quitó un ápice de su lucidez ni de su rebeldía. Así, cuando se le concedió una casa decente para vivir, no se olvidó de los que penaban en Berlín Este, donde los estragos de los bombardeos seguían sin reparar: "...el circular entre escombros/ todos los días me recuerda qué privilegios/ me han obtenido esta casa. Espero/ que esto no me haga tomar con paciencia los/ agujeros en que viven tantos millares...".

Y cuando el 17 de junio de 1953 los trabajadores alemanes se rebelan contra la opresión "comunista", el mismo que había luchado contra Hitler tiene bien claro de qué lado ponerse y contra quién apuntar su ironía: "Después de la rebelión del 17 de junio/ el secretario de la Unión de Escritores/ hizo repartir octavillas en la Avenida Stalin/ en que se leía que el pueblo/ había perdido la confianza del Gobierno/ y sólo la podía recobrar/ redoblando su trabajo. ¿No sería/ más sencillo, sin embargo, que el Gobierno/ disolviera el pueblo y eligiera otro?".

Si el lector no conoce aún la poesía de Brecht, en especial la no incluida en sus obras de teatro, este libro le brinda una oportunidad excelente. Si ya se ha acercado a ella, la amplitud de este volumen le permitirá profundizar la experiencia.

POESÍAS, de Bertolt Brecht. Selección y traducción de José María Valverde. Banda Oriental, 2017. Montevideo, 208 págs. Con apoyo de Casa Bertolt Brecht e Institución Teatral el Galpón.

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