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Aforismos dispersos de Kafka

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Franz Kafka por Sábat

selección de TEXTOS

Escritos entre 1918 y 1920, tomados de textos póstumos y de sus diarios, en una edición al cuidado de Ignacio Echevarría.

El camino verdadero pasa por una cuerda que no está tendida en lo alto, sino muy cerca del suelo. Parece hecha más para tropezar que para andar por ella.

No dejes que el mal te haga creer que puedes ocultarle secretos.

Antes no entendía por qué nadie respondía a mi pregunta, hoy no entiendo cómo pude creer que podía preguntar. Pero claro, no creía, solo preguntaba.

Creer en el progreso significa no creer que ya se ha producido un progreso. Eso no sería fe.

En la lucha entre el mundo y tú, ponte de parte del mundo.

La desgracia de Don Quijote no es su imaginación, sino Sancho Panza.

Sancho Panza, quien por cierto nunca se jactó de ello, logró con el paso de los años, aprovechando las tardes y las noches, apartar de sí a su demonio —al que más tarde dio el nombre de Don Quijote— por el método de proporcionarle una gran cantidad de libros de caballerías y novelas de bandoleros, hasta el punto que aquel, desatado, dio en llevar a cabo los actos más demenciales, aunque sin causar perjuicio a nadie, debido precisamente a la ausencia de su objeto predeterminado, que debería haber sido Sancho Panza. A pesar de que era un hombre libre, Sancho Panza decidió, quizá a causa de cierto sentido de la responsabilidad, seguir tranquilamente a Don Quijote en sus correrías, y disfrutó así hasta el fin de su vida de un provechoso entretenimiento.

La vanidad afea, de modo que, lógicamente, debería moderarse; pero en lugar de ello solo se siente herida, se convierte en "vanidad herida".

El ocio es el padre de todos los vicios y el premio a todas las virtudes.

El que busca no encuentra; al que no busca, lo encuentran.

Para justificarse ante el oprimido, el privilegiado aduce sus preocupaciones. Pero lo único que le preocupa es mantener sus privilegios.

Confesión y mentira son lo mismo. Para poder confesar se miente. Lo que uno es no puede expresarse, precisamente por ser lo que uno es; solo se puede comunicar lo que uno no es, es decir, la mentira. Únicamente en el coro puede haber cierta verdad.

El primer animal doméstico de Adán después de la expulsión del Paraíso fue la serpiente.

En el Paraíso, como siempre: lo que provoca el pecado y lo que lo conoce es una sola cosa. La buena conciencia es el mal, tan triunfante que ni siquiera cree necesario aquel salto de izquierda a derecha.

El autor

Franz Kafka (1883-1924) es uno de los escritores más admirados e interpretados, y autor de obras como La metamorfosis o El proceso. Los aforismos adjuntos pertenecen al libro Aforismos (Debolsillo, 2017), tomados de sus textos póstumos y sus diarios; fueron escritos entre 1918 y 1920. La edición estuvo al cuidado de Ignacio Echevarría, la traducción es de Adan Kovacsics, Joan Parra Contreras y Andrés Sánchez Pascual, y el prólogo de Jordi Llovet. Forma parte de una colección en Debolsillo con toda la obra de Kafka.

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