RINCÓN DE JUEGOS

HORIZONTALES

1) Azuela de carpintero. 4) Grata, entretenida. 9) Unidad americana de sensibilidad fotográfica. 12) Tazón grande sin asas. 13) Natural de Dinamarca. 14) Unidad de intensidad acústica. 15) Árbol betuláceo. 17) Renta, utilidad o beneficio renovable que rinde un capital. 19) Semejante, parecido. 20) Frutos del moral, o de la morera. 21) Asunto, materia. 24) En el truco, cualquiera de los ases o sietes bravos. 27) Árbol leguminoso de Venezuela. 28) Genio creador, según los gnósticos. 29) Sazonar con sal. 30) Dios egipcio. 31) Adornados, decorados. 33) Cobalto. 34) Se atrevía. 36) La música de Eminem o de M C Hammer. 37) Hijo de Noé. 38) El capitán del Nautilus. 39) Volatinero, artista de circo en números gimnásticos. 41) Esclavo espartano. 43) Lista, catálogo. 44) Templo oriental. 46) Moldura en los tableros de puertas y ventanas. 49) Agujero de la cerradura. 50) Pinza quirúrgica. 52) Bajo, despreciable. 53) Chacó de fieltro de uso militar. 54) Aparato de detección mediante ondas de radio. 55) Ave trepadora americana.

VERTICALES

1) Manto de los beduinos. 2) Patriarca bíblico, muy paciente. 3) Movimiento rápido de las alas, sin echar a volar. 4) Mujer que comete adulterio. 5) Equivocado. 6) Preposición. 7) Emperador romano, incendiario y uxoricida. 8) Uno de los hijos de Jacob. 9) Abismal. 10) Plató, escenario de filmación. 11) Interjección para responder el teléfono. 16) Repartes los naipes. 18) Juego de mesa. 20) Soberano, rey. 21) Barquero del infierno. 22) Decreto del zar. 23) Átomo con carga eléctrica. 25) Prolongado silencio que ha de guardar un ejecutante durante un fragmento de pieza musical. 26) Fragancia. 29) Aguantar, tolerar. 31) Pequeña cantidad con la que se contribuye para un fin determinado. 32) Regalar, ceder. 35) Camaradas. 37) El primer jugo digestivo. 39) Amarrará, sujetará. 40) Serpiente de gran tamaño. 42) Río entre Alemania y Polonia. 44) Signo del producto. 45) Palabrota. 46) Medida antigua para paños. 47) Río de Alemania. 48) Sacerdote hebreo, mentor de Samuel. 51) El auténtico inconsciente, según Freud.

POR LEONARDO CONDE