Este nuevo ciclo llamado "La Peluquería de los Mateos" (Canal 10, lunes, miércoles y viernes a las 20), porque tiene dos peluqueros, trae una nueva generación de humoristas: Pablo Granados, Pachu Peña y Freddy Villarreal, tres pilares de "Video Match", que dejaron su tradicional espacio para encarar un programa propio. Con ellos está el clásico Rolo Puente (que tras una ausencia de tres años deberá justificar su regreso a la peluquería), la conocida Norma Pons y un grupo de voluptuosas mujeres, muchas salidas de los reality shows, como son Pamela David ("El Bar"), Natalia Fava ("Gran Hermano 1"), Silvina Luna ("Gran Hermano 2"), Ileana Calabró, Natalia Fassi, Rocío Marengo y Karina Jellinek.
SABADO SHOW estuvo en un día de rodaje y fue testigo de los entre telones de esta tira de humor.
NUEVA VERSION - POCOS CAMBIOS. Con pantalón azul, camisa celeste desabotonada y riéndose de sus propios chistes, Sofovich dirige desde los controles la edición de uno de los sketches de esa noche. Si bien la cita del equipo fue a las 11 de la mañana, a las seis de la tarde no estuvo hecho ni la mitad del programa que saldría esa misma noche. No es que perdieran el tiempo (para almorzar sólo tuvieron media hora) sino que éste corrió mientras se inventaban los diálogos del día. Lo ocurrido el día anterior lo dice todo: a las 21.25 terminaron entregando el sketch que saldría 21.45 por Canal 9.
Si bien la propuesta es la misma y el decorado habitual (la peluquería ahora funciona en la planta baja de un edificio que tiene oficinas en alquiler, ocupantes fijos, un piano bar, la tesorería, el "aguantadero", el baño llamado "Biorsi" y mucha gente que va y viene además de dos cuadros con presencias fijas: Fidel Pintos como el eterno peluquero y Gerardo Sofovich como la presencia constante), en esta ocasión el desafío es diario y los encargados de la peluquería traen un humor diferente de sus anteriores diez años de programa junto a Marcelo Tinelli.
EL JEFE. Si bien Gerardo Sofovich mantiene el recurso que le permitió tener una carrera de autor y productor durante 40 años, en esta oportunidad lucha contra la improvisación de sus nuevos peluqueros. No ocurre eso a la hora de las interpretaciones de Rolo Puente y Norma Pons, quienes han trabajado en la televisión o en el teatro bajo su dirección y conocen a la perfección su carácter, su forma de trabajo y su objetivo.
Los sketches van saliendo uno tras otro mientras se graban y al mismo tiempo se van editando para salir al aire. Sofovich se mueve de un lado a otro. Mira desde los controles y diez minutos más tarde ya está reuniendo al elenco que participará en el siguiente sketch para repasar el libreto que minutos antes inventó y agregar alguna indicación. Están sentados en el mismo decorado pero todo gira en torno a él: el decorado, las tomas, las propias actuaciones y las personas, que no siendo del elenco, caminan por el estudio. "Vas a ver lo que es", dice Pachu. Es porque apareció Sofovich en el piso. "¿Por qué no lo tenés?, ¿decime por qué no lo tenés?, ¿cuántas veces te dije que lo hicieras? decime, ¿cuántas veces te lo dije?". El estudio está en completo silencio y sólo se escuchan los gritos del director hacia una de sus asistentes. No es raro que rezongue a todos sus colaboradores, incluídos los miembros del elenco. La tensión crece a medida que pasa el tiempo y como por ahora no todos se conocen, los gritos de Sofovich suelen ser un poco violentos para quienes esperan sus indicaciones.
De pronto el director gira y se dirige a Pachu y a Pablo (que apenas lo vieron entrar se colocaron en su lugar, detrás de la silla de Rolo Puente). Sofovich se acerca y comienza a darles indicaciones. No cabe posibilidad que estos dos cómicos agreguen una línea propia o improvisen al mejor estilo de sus años en "Video Match", donde ellos mismos se guionaban. Pablo ensaya una especie de toreada con la bata para hacerle a Rolo Puente, pero al mostrárselo a Sofovich éste le dice que no. Este año no sólo ya no hay lugar para lo que ellos venían haciendo sino que el trato con el jefe tampoco es igual: "le parece" o "como usted diga", son algunas de las frases utilizadas para hablar con el director y productor de la nueva peluquería.
El sketch se empieza a ensayar y la discusión (en la que sólo habla Sofovich) se traslada hacia la forma de pegarle Pachu a Pablo. El también guionista Sofovich piensa, se demora unos instantes y agrega las líneas que acaba de crear. El se ríe de sus propios chistes y el estudio se inunda de risas por reflejo. De todas formas la tensión crece y los errores que molestan a Sofovich también. "Soy humano Gerardo", dice por el altoparlante el también director Raúl Caserta mientras Sofovich, que fuma sin parar, se enoja y decide marcharse del estudio gritando "Buon Giorno!" a lo que Rolo contesta: "¡Alegría, alegría!". Parece que se fue. Todos están sorprendidos. Pero vuelve, para conversar con uno de sus amigos que entró a saludarlo: Rodolfo Ranni.
ESPERANDO EL TURNO. El elenco es grande y se amplía diariamente. A un costado una jovencita de ojos claros y también escultural físico aguarda a que Sofovich tenga un segundo para conversar con ella y ver si puede ser una de las nuevas vedettes que entran y salen de la peluquería. "A pesar de que no parece muy amistoso dicen que es bueno, que si te rezonga es para hacerte lucir más", dice mientras observa.
En la mitad del estudio y todas apiñadas están algunas de sus futuras colegas: Pamela David, Karina Jellinek, Ileana Calabró y Natalia Fazzi. A Pamela le duele la cabeza y trata de llamar la atención para que alguien le alcance un relajante. Karina es la que a pesar de su poca ropa, aguanta el frío que hay en el estudio apoyando sus piernas sobre una silla, mostrando su llamativo cuerpo. Ellas aguardan a que les toque su momento y mientras tanto se retocan el maquillaje, conversan entre ellas, toman mate o salen a ventilarse al pasillo porque están aburridas.
En el descanso entre un sketch y otro traen café y sandwiches pero solo el personal técnico se acerca a mimar el paladar. Las chicas permanecen sentadas con sus vasos de agua y el resto del elenco se reúne a ensayar lo que viene porque los tiempos son justos y se acerca la noche, donde irá el programa que grabaron desde las 11 de la mañana.
Lo que es claro es quién es la niña mimada: Gertrudis, el personaje de la nena amiga de los peluqueros. "Mirá qué plano, esos ojos", dice Sofovich mientras la ve actuando en la pantalla. Para ella las indicaciones son breves porque entiende bien qué es lo que quiere el director. Por eso, también los rezongos que él le da son más paternalistas: "Nena ¿por qué no te concentrás? ¿estás enamorada?".
EN EL SOTANO. Mientras algunos de los sketches se desarrollan en el estudio, un piso más abajo y luego de recorrer varios corredores, Freddy Villarreal espera sentado a que su personaje del despistado mozo, Ferdinando, en referencia a Fernando De la Rúa, cobre vida con el maquillaje. Cada máscara demora una hora y media en hacerse y él debe padecer frente al espejo durante todo el día viendo su cara transformarse. Algunos de sus personajes son Don Bianchi, empleado de mantenimiento que todo lo arregla "a la argentina", un señor que brinda graciosamente el servicio meteorológico y "Mario", que representa a Mario Pergolini.
No todos los personajes están citados todos los días, a pesar de esto varios son los que asisten por las dudas que Sofovich quiera incluirlos. Norma Pons es una de ellas, que se sienta junto a la claque para hacer las risas o Mariano Iudica que aguarda en el pasillo mientras conversa con Rodolfo Ranni. También están los cantantes líricos que esperan su turno vestidos de traje. Quienes no están son René Bertrand, el delivery de sushi que habla a gritos en la jerga "rosarigasino", los gemelos, la paseadora de perros o el travesti Florencia de la Vega que hace de manicura. Pachu y Pablo también hacen otros personajes pero ese día no les toca. Peña interpreta una tía que trata de levantarse al cliente vitalicio Rolo Puente. Pablo hace de su hermana Paula, una chica de 36 años que todavía va a la escuela porque repitió, le gusta "Rebelde Way" y canta las canciones de Mambrú.
De pronto aparece en el estudio Freddy ya encarnado en el ex presidente Fernando De La Rúa. El solo hecho de cruzar el decorado de "Femenino - Masculino" que está en la otra punta hace que quienes allí están esbocen una sonrisa. Detrás de cámaras comienza a hablar con quienes lo rodean probando su intervención dentro del programa. Sofovich se acerca sonriente, no puede evitar reírse al ver lo exacto que es al ex presidente argentino, y en seguida le comenta las últimas noticias para agregar al libreto. Esa es una de las consignas de esta nueva peluquería: adaptarse a la realidad, comentarla e incluso dar noticias como las del tiempo.
El rodaje no termina, sigue su dinámica de todos los días tratando de ir contra reloj. Dicen que son las primeras semanas hasta que se aceite la forma de trabajo y todos los miembros del elenco se conozcan y conozcan los días en que intervendrán. Por el momento, la peluquería sigue con tensión, pero con humor.
En Buenos Aires: Lucía Baldomir