Monitoreo por celular y función para matar mosquitos es lo último en equipos que refrigeran y ayudan a sobrevivir el verano.

Las ventanas abiertas no son sinónimo de aire fresco cuando el calor arrecia. Más eficiente, en estos casos, es revisar el bolsillo y reflexionar sobre cuánto hay para invertir en tecnología refrescante.

Los ventiladores, por ejemplo, son bastante más económicos que un sistema de aire acondicionado. Su función consiste en mover masas de aire para que este circule y dé la sensación de que dentro de la habitación corre aire fresco.

"Al comprar hay que fijarse en el diámetro de las aspas y la potencia del motor, dos factores que se traducen en qué cantidad de aire serán capaces de mover. Además, es bueno saber cómo colocarlos en la habitación: los grandes o de pie es mejor que apunten levemente hacia el techo para que el aire se distribuya en la pieza, mientras que los más pequeños deben apuntar hacia una ventana", aconseja Joaquín Daire, Product Manager de Bionaire.

Si bien a la vista son todos muy parecidos, solo algunos incorporan nuevas tecnologías. Por ejemplo, si se trata de comodidad, existen algunos con control remoto, que encienden o apagan el aparato, además de dosificar su intensidad.

Además, existen ventiladores cuyo flujo no es continuo. "Tal como al aire libre, donde la brisa llega a veces a la cara con mayor intensidad", aclara Daire. Otra innovación es el modo nocturno: menor intensidad, pero también menor ruido.

Algunos incluso sirven para acabar con los mosquitos (se le agrega una pastilla insecticida) y otros permiten aromatizar el ambiente.

Otra tecnología innovadora es la de los ventiladores sin aspas, que además de emitir 75% menos de ruido que uno convencional, son más seguros para los niños.

Una de las marcas pioneras en esta tecnología es Dyson. En sus equipos, el aire entra por pequeños orificios en la base del aparato y un motor en su interior genera el flujo de aire. Con una tecnología llamada Helmholtz, creada para equipos de audio, logran reducir el ruido. El aire luego sale por un anillo como si fuera magia.

El aire acondicionado es una solución para los hogares, aunque bastante más cara. Para las oficinas lo ideal es contar con un sistema de climatización.

"El aire acondicionado es solo enfriar o calentar el aire, en cambio un sistema de climatización mantiene una temperatura constante generando frío o calor en forma inteligente", dice Alejandro Rodas, director de Aire Acondicionado de LG. Según el ejecutivo, la climatización recién se está desarrollando y es usada, principalmente, en edificios más modernos.

"En los aparatos de aire la tecnología que está revolucionando al mercado se llama Inverter", aclara Rodas. Esta permite un ahorro de energía considerable —uno de los mayores problemas de estos equipos—, ya que toma en cuenta la temperatura exterior para generar la sensación de confort sin gastar energía de más.

"Es como el metro, donde cada rueda del vagón tiene motores, los que se activan según la cantidad de pasajeros que se suben. Si hay pocos, se necesitan pocos motores", explica Rodas.

Según el especialista, hay sistemas de termostatos inteligentes, como Nest o Honeywell, que se pueden agregar al sistema de aire acondicionado para controlarlo con facilidad. Esta tecnología es común en EE.UU.

También hay equipos que se pueden manejar a distancia a través del teléfono inteligente, como el GE Aros, que permite refrescar la casa antes de llegar.

En Argentina la firma Noblex presentó recientemente su nuevo Acondicionador de Aire Inteligente. El equipo incorpora la tecnología llamada Inverter y función Wi-Fi, para manejar el equipo desde cualquier lugar a través de tu tablet o teléfono Smart (iOS y/o Android), publicó el periódico argentino La voz del interior.

Hasta ahora, según La Voz, este tipo de sistemas se utilizaba en grandes obras, como sedes de gobiernos, edificios comerciales, de oficinas u hoteles. Sin embargo, últimamente se está utilizando también en equipos para el hogar. En base a EL MERCURIO/GDA

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