Un libro sobre su vivencia motivó a miles a reivindicar su forma de ser; dan charlas y reúnen a millones.

Es de los que piensan más de lo que habla; que prefiere trabajar solo más que en grupo, o que disfruta más un deporte individual que uno colectivo? Si sus respuestas son afirmativas, entonces es muy probable que tenga una personalidad introvertida, un rasgo que se estima comparte alrededor de un tercio de la población.

Sin embargo, en una sociedad donde se valora ser sociable o extrovertido, la introversión es mirada con desconfianza y se tiende a reprimir o a tratar de cambiar: “Un típico ejemplo es el del niño al que los papás obligan a ir a una fiesta e interactuar con los demás invitados, aun cuando él no esté a gusto”.

El ejemplo lo da Susan Cain, abogada y escritora, autora de “Silencio: el poder de los introvertidos en un mundo que no para de hablar” (2012), un libro en el que recopila información científica y entrevistas con especialistas sobre el tema, y en el que llama a replantear un modelo de sociedad que valora a las personas expresivas y, en cambio, estigmatiza a las más reservadas.

Ella misma se reconoce introvertida y su testimonio en una conferencia TED está entre los 20 más populares de estas famosas charlas, con más de 12 millones de visitas.

Su propósito es dejar en claro que ser introvertido no solo es normal, sino que debe ser estimulado. “Las personas introvertidas han hecho algunas de las más grandes contribuciones a la sociedad, (hubo desde músicos como Chopin a líderes políticos como Gandhi); limitar esta forma de actuar puede ser una pérdida de talento, energía y felicidad”, dice esta abogada.

Hoy está a la cabeza de Quiet Revolution ( www.quietrev.com ), una iniciativa que surgió como respuesta a los miles de cartas y mensajes de personas introvertidas que buscan reivindicación. Allí comparten historias, consejos y apoyo profesional. “Es una comunidad no solo para quienes se sienten introvertidos, sino para todos quienes disfrutan trabajar y compartir con personas introvertidas”.

Porque ser introvertido no se trata de ser antisocial, ya que una persona introvertida puede ser igual o más amigable que otra.

El psiquiatra Carl Gustav Jung fue uno de los primeros en hacer la distinción entre personas introvertidas y extrovertidas: los primeros se sienten más cómodos en situaciones o contextos tranquilos, con poco estímulo externo, mientras que los extrovertidos necesitan mayores niveles de estimulación para sentirse mejor.

“Ninguna es mejor que otra, son dos formas diferentes de personalidad”, explica Rodrigo Brito, psicólogo y académico de la Universidad Mayor (Chile)

“Una persona introvertida no es tímida, sino que la mayor parte del tiempo tiene su atención y energía puestas en aspectos internos, en ideas, sentimientos y creaciones”, agrega. Por ello, hay ámbitos profesionales en los que encajan mejor, como a nivel artístico o científico, en donde se requiere mayor reflexión.

“Es un fenómeno que habitualmente se observa. En los procesos creativos es necesaria la observación de la realidad, de elaboración y procesamiento. Son procesos muy íntimos que requieren un cierto grado de aislamiento”, sostiene Enrique Zamudio, artista visual y decano de la Facultad de Artes de la Universidad Finis Terrae.

Según Susan Cain, hay investigaciones que muestran que a nivel laboral y social los introvertidos mantienen relaciones más profundas, son mejores jefes, pueden desarrollar mejor un talento y toman decisiones más asertivas.

A partir de esa información, Cain desarrolló junto a otros profesionales el Quiet Leadership Institute, dedicado a ofrecer a empresas asesorías para entender mejor a sus empleados introvertidos y sacarles partido. Así ya lo han hecho con organizaciones como la NASA y General Electric.

El éxito en este tipo de intervenciones llevó a Cain a escribir un nuevo libro Quiet Power: The secret strengths of introverts, que saldrá a la venta en mayo y en donde aborda la introversión en los niños y adolescentes. Allí enfatiza la necesidad de no reprimir este rasgo de la personalidad.

Desarrolló junto a otros profesionales el Quiet Leadership Institute, dedicado a ofrecer asesoría para entender mejor a empleados introvertidos y sacarles partido. Trabajaron ya con la NASA y General Electric.

Susan Cain, abogada y escritora, es autora de “Silencio: el poder de los introvertidos en un mundo que no para de hablar” (2012). Allí llama a dejar de estigmatizar a las personas más reservadas.

Hoy está a la cabeza de Quiet Revolution ( www.quietrev.com ), una iniciativa que surgió como respuesta a los miles de cartas y mensajes. Allí se comparten historias y consejos como en una comunidad.

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