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Marihuana con receta

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Demora: sigue sin conocerse cuando empezará a venderse el cannabis. Foto: AFP
A man rolls a joint during a demonstration demanding the approval of the use of marijuana for medicinal and recreational purposes in front of the Mexican Senate building in Mexico City on September 28, 2016. / AFP PHOTO / PEDRO PARDO
PEDRO PARDO/AFP

Médica uruguaya advierte que para hacerlo habría que modificar el sistema de salud del país.

La médica uruguaya Raquel Peyraube, especialista en políticas de drogas, dijo a La Nación que para prescribir marihuana medicinal sería necesario modificar el sistema nacional de salud. "Tenemos que empezar con dosis muy bajas y ajustar la prescripción a la medida del paciente. Vamos a tener que cambiar los sistemas nacionales de salud; en siete minutos de consulta no se puede hacer", manifestó.

En febrero de 2015, en Uruguay se promulgó un decreto que regula el uso de cannabis para investigación científica y producción de especialidades vegetales y farmacéuticas. Se cumplieron dos años de la vigencia del decreto y aún no hay ningún proyecto aprobado para el cannabis medicinal.

La consideración de Peyraube fue tanto para este país como para la vecina orilla. Allí, surgió Mamá Cultiva Argentina, una ONG que integran unas 500 familias con chicos que padecen patologías para las que la medicina no tiene respuestas y que encontraron en la marihuana una opción terapéutica que les ofrece una mejor calidad de vida. "Gracias al aceite de cannabis, algunas pudimos descubrir la risa de nuestros hijos y otras, recuperar la esperanza, que no es poco", afirma Valeria Salech, una de las integrantes.

Salech y las familias de Mamá Cultiva, como pacientes con dolencias como artritis, VIH/sida, cáncer, esclerosis múltiple, epilepsia refractaria, estrés postraumático, Parkinson y Alzheimer, impulsan el creciente interés que médicos e investigadores tienen en los efectos terapéuticos de esta planta usada desde hace miles de años.

"En diciembre de 2016, el Comité de Expertos en Drogadependencia de la Organización Mundial de la Salud recomendó realizar una revisión de la literatura científica para reevaluar los efectos del cannabis", explica Marcelo Rubinstein, profesor de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, investigador en Ingeniería Genética y Biología Molecular y organizador de las jornadas Cannabis Sapiens, que reunieron en el Centro Cultural de la Ciencia de Argentina a médicos, abogados, científicos y familiares de pacientes.

"Esta necesidad surge de admitir que la clasificación de la marihuana como una droga de alta peligrosidad se hizo hace 100 años, sin los conocimientos científicos actuales y antes de saberse que el nivel de daño del cannabis es menor que el de drogas legales reguladas, como el tabaco y el alcohol", subraya.

El uso medicinal de la Cannabis sativa es milenario. Los primeros registros datan de 2700 a.C., en Oriente, y hasta los años 30 del siglo pasado fue uno de los principales analgésicos. Mucho antes de la aspirina y los opiáceos, más fáciles de producir y distribuir, se hablaba de sus efectos antiepilépticos y antiespasmódicos.

Ahora, ¿es adictiva? José Capece, psiquiatra especialista en adicciones y docente de Salud Mental es terminante: "Se constató que es adictiva. Incluso está descripta la abstinencia. Pero el potencial adictivo es muy bajo: mientras el del tabaco ronda el 32%, el de la marihuana es de casi un 9%.".

La interferencia de los cannabinoides de la planta con los neurotransmisores del organismo cuando el cerebro está en desarrollo, como ocurre en la adolescencia, es peligrosa, especialmente si se hace de manera frecuente y en altas dosis, subrayan los investigadores. Puede alterar el desarrollo normal del cerebro en funciones como la memoria, la memoria de trabajo y el coeficiente intelectual.

En la otra cara de la misma realidad, hay 45 aplicaciones demostradas fehacientemente. En epilepsia refractaria a los anticonvulsivantes, se obtuvo hasta un 79% de mejoría de las crisis sustanciales", señala el neurólogo pediátrico Carlos Magdalena, del hospital Ricardo Gutiérrez. Asimismo, se vio en mejoras del estado cognitivo, el sueño, la conexión social; se usó en inmunología, en dolor y en autismo, donde hubo casos de despertar afectivo, visual, social y cognitivo", asegura Magdalena.

La investigación de sus aplicaciones terapéuticas es un mundo por explorar. "Convivimos con drogas y tenemos que saber cómo funcionan y cómo relacionarnos ", concluye Rubinstein. (En base a LA NACIÓN/GDA)

Mucho ruido y pocas nueces por el momento.

A 100 años de su prohibición, se buscan respuestas sobre si la marihuana es adictiva, neurotóxica o inocua para la salud; ya hay evidencia positiva en casos de epilepsia refractaria a otros tratamientos. En Uruguay la producción para uso medicinal no parece avanzar aún. La cantidad de restricciones que enfrentan quienes quieren invertir termina siendo una razón para no hacerlo.

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Demora: sigue sin conocerse cuando empezará a venderse el cannabis. Foto: AFP

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