Se realizó en el Campus de Maldonado la primera Feria Internacional de Drones con expositores de Argentina, Brasil, Chile, Venezuela y Uruguay, entre otros.

El encuentro, que incluyó exhibiciones de vuelo y competencias sobre la cancha del estadio municipal, contó con el respaldo de la Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica (Dinacia), dependencia del Ministerio de Defensa que tiene a su cargo la regulación de estos aparatos, cada vez más utilizados para distintas tareas.

Hoy, los drones no solo son un juguete para adultos: sirven para hacer videos, tomar fotografías en HD, fumigar y hasta hacer salvatajes marítimos soltando salvavidas encima de las personas en el agua.

Fuentes de la Dinacia informaron a El País que se calcula que hay entre 5.000 y 10.000 drones en Uruguay, aunque muy lejos se está de conocer la cifra real, porque nunca se hizo un control de Aduanas como para saber cuántos ingresaron.

En este universo, hay solamente 20 aparatos debidamente registrados.

Aunque la normativa deberá ajustarse por tratarse de una tecnología "nueva" y en desarrollo (además de popular por sus precios), hay ciertas cosas ya definidas sobre la operativa de estos aparatos.

No pueden volar más allá de los 120 metros de altura. Tampoco pueden hacerlo de noche, para que el operador siempre tenga un control visual. Del mismo modo, les está prohibido el vuelo en zonas de tráfico aéreo.

Los drones tampoco pueden sobrevolar la planta de Ancap (la misma norma rige para los aviones) ni las represas, por los accidentes (básicamente incendios) que podrían provocar si cayeran sobre los parques de energía.

Los drones considerados "chicos" pesan hasta 25 kilos y los "medianos" hasta 260. Por encima de este peso, los aparatos son considerados "aeronaves" y por tanto deben estar matriculados y tener un control de navegabilidad vigente. La normativa les exige además a sus dueños operarlos bajo la supervisión de un piloto de avión.

Expositores de varios países en la 1ª Feria Internacional de Drones