Si ya estás cansado de editar tus fotografías, de tomarte veinte selfies hasta conseguir la perfecta, y solo quieres ser tú ante tus amigos cercanos, no estás solo; conoce los "finsta".

Una luz de esperanza se asoma para los que ya no dan más de la presión de subir fotos estéticamente bellas en las redes sociales, frente a la avalancha de selfies retocadas con filtros, exquisitos platos de comida, paradisíacas puestas de sol y envidiables looks que suben los contactos: Finstagram aparece como un camino paralelo que le devuelve un toque de realidad a la vida virtual.

No se trata de una nueva red social, sino de un tipo de cuenta en Instagram. Tal como lo explica Urban Dictionary, sitio web que reúne los nuevos modismos que parecen en la lengua inglesa, “la gente, en especial las niñas, tienen una segunda cuenta en Instagram (…) para postear cualquier fotografía o video que quieran. Las fotos y videos son generalmente graciosos o ridículos, y estas cuentas son seguidas solo por los amigos más cercanos”.

Así, sobre todo los adolescentes, estarían cambiando la manera de utilizar esta popular red social, teniendo en su perfil habitual cientos de seguidores, y en el “finsta” –que es privado y suele presentarse con un pseudónimo- solo las personas de más confianza, donde aparecen menos artificiales y mostrarse más auténticos, sin filtros ni encuadres especiales. “Instagram es donde subes fotos con tus amigos en una fiesta y parece que todos lo estamos pasando increíble. El 'finsta' es donde puedes postear esa foto en la que dices ‘ gracias a Dios que me fui de esa fiesta, ya no daba más”, explicó una adolescente en un video de YouTube (#HatchKids: Instagram VS. Finstagram), en el que también se asegura que “no existe manera de ser 100% auténtico en una red social”.

Y mientras personas como Essena O’neill se muestran hartas de fingir vidas de ensueño con estereotipos de felicidad, por lo que cierran sus cuentas, Finstagram se muestra como un buen remedio para evitar que se relacione la depresión por el uso de redes sociales y la exposición constante a imágenes idealizadas de los contactos.

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