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El cuerpo bajo reglas de mercado

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Médicos y juristas enfrentados por medicamentos. Foto: Pixabay

Expertos analizan si es real que existen enfermedades que se inventan.

En el año 1900, el promedio de esperanza de vida no llegaba a los 35 años, y en países como China e India ni siquiera alcanzaba los 25, algo que hoy se nos antoja extraño, porque en menos de un siglo la existencia no solo se alargó 40 años, sino que la gente en todas partes del mundo vive en mejores condiciones que sus ancestros.

Es claro que esto es resultado de una combinación de factores, entre los que se destacan los avances sanitarios y epidemiológicos, la mejora en la economía, los cambios sociales, los adelantos tecnológicos y, por supuesto, las adaptaciones culturales.

Sin embargo, llama la atención que este proceso también ha estado surcado por el aumento del número de enfermedades que amenazan ese bienestar.

El médico y profesor Hernando Macías califica de inquietante evidenciar que a comienzos del siglo XIX las dolencias reconocidas que afectaban a la población se podían contar con los dedos de las manos, mientras que el vademécum médico de hoy bordea las 20.000 patologías, lo cual, en palabras de Macías, parece reafirmar el adagio de que "no existe gente sana, sino mal examinada".

Aunque parece broma, esta máxima toma sentido para el y experto en medicina preventiva Germán Maldonado, porque es un hecho que todas las funciones humanas se han medicalizado de tal forma que condiciones que eran normales en la existencia humana han dejado de serlo, para convertirse en dolencias que exigen ser tratadas. "Parece que la humanidad entera forma parte de un laboratorio universal que fabrica enfermedades a diario y, por supuesto, pastillas para tratarlas", afirma.

Por el mismo camino parece deslizarse el doctor y profesor de la Universidad de Northwestern (Estados Unidos) Christopher Lane, quien en uno de sus libros denunciaba que ha habido cinco versiones del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM) y desde la primera, de 1952, se ha engordado tanto que el DSM-IV es siete veces mayor que el original. Solo en la última edición, el DSM-V, del 2013, el número de males aumentó casi un tercio.

Discusión.

Esta creación de enfermedades no es exclusiva del campo mental, sino que abarca todo el organismo, en una práctica, según Macías, silenciosa y efectiva, conocida como mongering, una expresión acuñada en 1992 por la periodista Lynn Payer para denominar el esfuerzo que hacen las compañías farmacéuticas por llamar la atención sobre condiciones o males frecuentemente inofensivos, con el objeto de incrementar la venta de medicamentos.

"Se trata de convencer a gente que está esencialmente bien de que esté enferma, y a gente que está algo enferma de que está muy enferma", dijo Payer en su momento para afianzar este concepto. En rigor, esto no es más que la invención de enfermedades, enfatiza Maldonado, un tema que ha sido objeto de agrios debates en los últimos años.

Del mismo lado se ubica Saúl Rugeles, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Javeriana (Colombia), quien asegura que las estrategias utilizadas por el mercado con este fin, lejos de ser secretas, son muy conocidas. No son más de cinco, dice, entre las que están, por ejemplo, redefinir cifras y síntomas para aumentar la prevalencia de una enfermedad.

En el otro extremo están quienes sostienen que parte del bienestar que la humanidad disfruta en todo el planeta se debe a la eliminación o atenuación de molestias y dolencias gracias a la disponibilidad de medicamentos desarrollados a partir de la investigación de la industria farmacéutica. Gustavo Morales, presidente de la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos de Investigación y Desarrollo (Afidro), dice que la invención de enfermedades es un mito.

Morales enfatiza que quienes promueven esta idea ignoran que los productos solo pueden entrar al mercado de cada país después de que las autoridades sanitarias y regulatorias han evaluado su pertinencia y eficacia.

Pandemia de trastornos mentales.

El desborde de los males psiquiátricos ha sido tal que Allen Frances, jefe del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Duke (Estados Unidos), dijo que el "Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales" creó una "pandemia de trastornos mentales" que, consecuentemente, genera decenas de millones de nuevos pacientes que reciben excesivos tratamientos masivos con "medicaciones innecesarias, caras y a menudo bastante dañinas". Una sentencia que toma mayor seriedad si se tiene en cuenta que Frances dirigió el grupo que elaboró la cuarta edición del manual, en 1994.

El profesor emérito de Duke dice que el manual promovió la inclusión de nuevos diagnósticos de condiciones comunes "especialmente después del marketing de una siempre alerta industria farmacéutica".

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Médicos y juristas enfrentados por medicamentos. Foto: Pixabay

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