AMOR

Las novias pasaron la tarde de este martes por el Registro Civil para sellar su amor. En la noche celebran con una cena íntima y, en los próximos días parten de luna de miel. 

La tarde de hoy fue movida y atípica en el Registro Civil. A las 15:00 horas estaba estacionada sobre la peatonal Sarandí una camioneta del Cuerpo de Seguridad Penitenciaria que aguardaba la salida de un preso que contrajo matrimonio el mismo día que Patricia Wolf y Agustina Zuasnábar eligieron para dar el sí.

Sobre las 15:15 amigos y familiares de las novias estaban ansiosos por verlas aparecer, pero ellas se hicieron esperar un poquito más. A las 15:23 salió el presidiario esposado y varios de los invitados a la boda de Patricia y Agustina sacaron algo del arroz que tenían guardado para las novias en una bolsita con las iniciales de ambas (P y A) y se lo tiraron al recién casado que se fue en una camioneta enrejada al grito de u201cnos vemos después, amoru201d.

La mediática pareja llegó al Registro Civil cinco minutos antes de las 15:30, hora en que estaba previsto que se celebrara la ceremonia civil. Patricia y Agustina aparecieron de la mano. Si bien la modelo y actriz había confesado en entrevista con El País que no le interesaban los tradicionalismos y su boda eran un momento para u201cromper todou201d, las novias eligieron el clásico vestido blanco, pero corto, y ambas se pintaron los labios de rojo.

Agustina llevaba el ramo de flores en su mano y un tul en la cabeza. Patricia, en cambio, iba de pelo atado con un delicado tocado. Una vez dentro de la Oficina 5, los flashes acapararon a las novias que no pararon de ser fotografiadas durante los casi 15 minutos que esperaron a que llegara la jueza. Patricia hizo chistes mientras firmaban los testigos. Dani, el hijo de ella, fue uno de los elegidos.

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A las 16:00 en punto quedaron oficialmente casadas. Patricia se emocionó hasta las lágrimas al saludar a cada uno de los seres queridos que se acercaron para acompañarlas. No faltó el arroz en esta que fue la boda del año y selló este fuerte amor que se hizo público en mayo del año pasado y lo han vivido con intensidad, alegría y gritándolo a los cuatro vientos. Los festejos continuaron con una cena íntima en un restaurante de Punta Carretas.