Publicidad

Rock británico que no envejece

Compartir esta noticia
The Who. Foto: Archivo.

Se exhibe hoy en el Movie “The Who: Live in Hyde Park”, un recital para festejar 50 años.

Hay una imagen breve, brevísima. Debe durar tres segundos en pantalla. Cuatro amigos posiblemente de cuarenta años saltan, agitan sus brazos y se miran, mientras cantan la misma canción, y sonríen. Están viviendo un sueño, que es el sueño que seguramente soñaron por varios años. Están viendo a The Who, una de sus bandas favoritas, festejar 50 años de historia con un gran recital en Hyde Park, uno de los parques más importantes de todo Londres.

Esa imagen basta para representar el espíritu que atraviesa The Who: Live in Hyde Park, el registro del show que los ingleses dieron el 26 de junio del año pasado y que esta noche llega a la pantalla del Movie de Montevideo Shopping. Habrá dos únicas funciones: la de hoy y la del próximo miércoles, ambas a las 21:00, con entradas a 300 pesos.

Esa imagen tiene que ver con aquello de que es preferible morir antes de llegar a viejo, frase célebre que estos rockeros, hoy veteranos, empezaron a gritarle al mundo exactamente hace 50 años atrás. A través de "My generation", una de las canciones más importantes de la historia del rock mundial, es bastante sencillo medir la magnitud de la banda que hoy mantienen viva a fuerza de tenacidad, energía e inteligencia Roger Daltrey y Pete Townshend.

Nadie va a negar que con 70 años ya pueden considerarse viejos, pero cuando Zak Starkey, el hijo de Ringo Starr que hoy ocupa el lugar de Keith Moon en batería (lo hace bien, por cierto) marca el ritmo para que arranque ese himno punk, sólo las canas dan pistas claras de la edad que tienen el cantante y el guitarrista, eternos compañeros de ruta.

Si no puede ver el video haga click aquí 

La energía que transmiten es la misma que llevó a The Who a ser una de las bandas más efectivas a la hora del show en vivo, una banda de estadio. Y para eso no necesitan demasiado maquillaje; en Hyde Park empezaron a tocar a la luz del día, vieron al sol esconderse y se despidieron de la multitud que los acompañó ya bien entrada la noche. "Nosotros sólo nos vamos conformes cuando salimos del escenario totalmente exhaustos", dice Townshend, y aunque bromea con que eso es más fácil de conseguir ahora, cuando termina el show está claro que su objetivo fue conseguido.

The Who está de despedida tras medio siglo (con largos descansos en el medio, obviamente) y le queda un show en Londres y una larga seguidilla en Estados Unidos en la agenda. Pero la actuación en Hyde Park, ante unas 70.000 personas, ha sido hasta ahora el punto más alto de este posible último tour de la banda.

Posible, porque en la parte testimonial que acompaña la grabación de esta actuación, nunca parece haber acuerdo entre Daltrey y Townshend. Cuando uno va por un lado, el otro elige otro camino, como dos hermanos que se quieren pero necesitan pelearse casi tanto como respirar.

Daltrey reconoce que podrían dedicarse a tocar en teatros, para públicos reducidos; a su compañero eso le parece sencillamente una estupidez. Si con esas rencillas han llegado hasta acá, no hay que dar nada por sentado.

Pero lo importante ahora no es el futuro de The Who (aunque en ese sentido, cabe decir que es poco probable que llegue a Sudamérica); más bien lo hecho hasta acá, con esa velada en Hyde Park como punto cúlmine.

Allí, cantidad de generaciones convivieron admirando, cada uno a su manera, un espectáculo en el que obviamente se sintió la falta de la otra mitad de la banda, como ocurre desde hace años. Pero en el que también se probó la vigencia de sus canciones, a partir de "I cant explain", tema que abrió el repertorio aquella noche y abrirá este miércoles y el siguiente las funciones en el Movie.

Ese sentimiento que The Who no logra explicar desde 1970 (el que describe en la mencionada canción) es el de cualquiera que disfruta de su música. Los Who son geniales, hay que decirlo; también hay que decir que si no hubieran compartido época con The Beatles y The Rolling Stones, hubiesen sido mucho más populares en América del Sur. En Estados Unidos son muy grandes y en Inglaterra, según dicen ellos, son más importantes que la reina. Bien merecido lo tienen.

Con una combinación desprolija pero proporcionada de rock, punk, psicodelia, suciedad y buenas letras y melodías, todo a muy alto volumen, este grupo inglés se abrió camino en los sesenta. Con eso y los volados de las camisas de Daltrey, imposibles de olvidar. Vistiendo como aristócratas, Daltrey, Townshend, Moon y John Entwistle (el bajista fallecido en 2002) terminaban sus actuaciones rompiendo sus instrumentos.

Eso los hizo famosos a ellos, pero también a sus primeros discos: desde el iniciático My generation pasando por Tommy, significativa ópera rock, hasta Who's next, uno de los mejores álbumes de rock de la historia. Ahí están la increíble "Baba ORiley" (el tema de CSI Nueva York) y "Wont get fooled again", dos de las canciones más fuertes del repertorio.

Y tiene además otras dos joyas. Una es "Behind blue eyes"; cómo olvidarme de la primera vez que la escuché, del sentimiento que me dejó como pocas veces me había pasado antes. Ver a Daltrey cantándola a todo pulmón pero siempre de ojos cerrados, con la angustia a flor de piel y la rabia descargándose cuando el tema explota, es una de las postales más bonitas del show en Hyde Park. Y la otra joya es "Bargain", de mis preferidas. Cuenta Townshend que con ella predijo la llegada de Internet.

Iggy Pop (que termina con una descarnada versión acústica de "My generation"), Robert Plant, Johnny Marr y otros, hablan en este film de la importancia de The Who para sus vidas. Pero basta con ver los rostros de jovencitos y veteranos mezclados en el parque londinense, en el recital que ahora llega a Montevideo, para entender la grandeza de la obra de estos hombres que al final llegaron a viejos. Qué suerte que fue así.

El presente de una banda que sigue dando shows

Los importantes en la actual formación de The Who son los dos miembros fundadores que siguen vivos: Roger Daltrey, cantante y ocasional guitarrista; y Pete Townshend, guitarrista y ocasional cantante. La banda la completan el hermano de Pete, Simon, en la guitarra; Zak Starkey (el hijo de Ringo Starr) en batería, Pino Palladino en bajo, Loren Gold en teclados y Frank Simes (director musical de esta gira) en teclados, coros y más.

Con esa integración The Who estuvo tocando el último tiempo, y llegará ahora a Estados Unidos. Los shows que dará entre febrero y mayo allí son parte de la gira de 2015, pero tuvieron que ser suspendidos porque Daltrey contrajo un virus que lo obligó a hacer reposo durante varios días.

La banda cumplirá con lo pactado y culminará así la que sería su última gira.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
The Who. Foto: Archivo.

THE WHOBELÉN FOURMENT

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

musicacineThe Who

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad