MÚSICA

Neil Young comparte una nueva joyita.

Polémico, talentoso e incansable, por ahí van algunos adjetivos de los que mejor le caben a Neil Young, una pieza fundamental de la música popular norteamericana que -por suerte- se amigó con las plataformas digitales y volvió a poner su enorme cantidad de música al alcance de la mano. Una decisión que ahora permite escuchar Hitchhiker, su último lanzamiento que es una de tantas joyitas de su cancionero.

Hitchhiker reúne canciones que fueron grabadas un día de 1976 y luego regrabadas para sus discos Comes a Time, Rust Never Sleeps y Hawks & Doves, y las presenta juntas con un par que habían quedado sin editar aunque eventualmente habían sido tocadas en vivo, “Hawaii” y “Give Me Strength”.

Este disco es una foto más de aquella época extremadamente productiva del canadiense (en la década de 1970 editó más de 10 discos, una bestialidad) y extremadamente bella. La voz de Young, joven y dulce, dialoga de una manera única con su guitarra de corazón folkie; diálogo que en forma de canción va partiéndose en unidades que son despojadas y simples en lo sonoro, riquísimas en su contenido e intensas en el mensaje y la intención. Ahí, como ahora pero con más energía, Young era uno de tantos queriendo cambiar el mundo y usaba la música como herramienta fundamental.

Hoy, Hitchhiker es un baño de melancolía que no duele, una película en sepia, la banda sonora para un roadtrip adulto y seguramente solitario. Es eso que a grandes rasgos ha sido la música del canadiense desde sus comienzos, una música que acompaña y reconforta pero que no deja de sorprender por su belleza. ¿O acaso no es “Harvest Moon”, por citar una de sus piezas más conocidas (es de 1992), una de las canciones más lindas del mundo?

Young reveló que quiso editar este trabajo años atrás, pero que a nadie le interesó demasiado porque eran considerados unos demos y nada más. Ahora, el disco sirve para seguir completando ese álbum de figuritas infinito que es la discografía de Young y también para traer un poco de calma a estos tiempos de canciones efímeras y estridentes que al fin y al cabo no son necesarias.

Hecho a guitarra, voz y poco más, Hitchikker conecta al que lo escucha con la esencia más pura de la música al tiempo que va construyendo paisajes que sirven para transportarnos, para sacarnos del ruido constante y llevarnos a un lugar más tranquilo y bastante mejor. Tal vez a aquel mismo contexto en el que una noche de hace 40 años, el canadiense grabó estos temas que vienen ahora a recuperar un tiempo perdido. Es una de las mejores cosas que tiene la música: que no muere.

FICHA TÉCNICA

Neil Young

DiscoHitchikker

¿Está online?Sí, por ahora sólo en plataformas digitales.

¿Está bueno?Es espectacular.