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Una discografía que merecía ser escuchada así

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Sigue la Obra completa de Jaime Roos.

Fernán Cisnero

La salida de los últimos cuatro discos de la colección de la Obra completa de Jaime Roos permite cerrar toda otra etapa importante del más importante creador de la música uruguaya. La última entrega abarca Estamos rodeados, La margarita y El puente, a los que se suma Selladas uno, una recopilación de esas canciones que salieron en compilados propios y discos ajenos.

En estos 13 discos de la Obra completa, curados por Guilherme Alencar Pinto (quien se encarga además de los ilustrativos textos que acompañan cada disco) solo ha quedado afuera la producción de Roos posterior a 1996 cuando editó Si me voy antes que vos, su disco para Sony Music. No hay noticias si esa porción de su trayectoria (que solo tiene un par de discos en estudio) se va a integrar a esta colección editada, con esmero, por el sello uruguayo Bizarro.

De antemano uno podría pensar que estos cuatro nuevos volumen (que son de la primera mitad de la década de 1990) abarcan una etapa totalmente distinta a las anteriores. Pero artísticamente, que es lo importante, no sería tanto.

Algunos de estos discos, hoy escuchados a la distancia y sin la omnipresencia de Roos en el momento de su edición (estaba en todos lados, incluyendo avisos televisivos y giras nacionales, y empezaba a proyectarse de ser una figura de culto a una estrella en Argentina), están claramente a la misma altura de otros tan buenos como Aquello o Siempre son las cuatro. El

Es que si algo ha permitido esta Obra completa (además de la posibilidad de escuchar los discos en impecables condiciones de sonido) es el entender que Roos es un artista de discos, más allá de que ha construido su convocatoria popular en base a canciones. Acá hay muchas de esas que sabemos todos: "El grito del canilla", "Brindis por Pierrot", "El hombre de la calle", "Inexplicable", "Que el letrista no se olvide", "Cuando juega Uruguay", "Piropo", "Lo que no te dí".

Están en discos que esconden otra clase de gemas en las que queda claro que Roos siempre fue un creador inquieto, preocupado por expandir su universo dentro de unas coordenadas de autoexigencia y cierta capacidad seriamente lúdica en arreglos o melodías.

A pesar del éxito pop de esta etapa de Roos, queda claro al escuchar la obra en su conjunto, que su preocupación primordial ha sido la de hacer discos que en su conjunto funcionen tan bien como algunas de sus partes.

En ese sentido, El puente parece su disco más atrevido, Estamos rodeados, una consolidación creativa y La Margarita consigue una conjunción aún preciosa entre la poesía de Mauricio Rosencof y la música de Roos. En Selladas hay momentos que levantan cualquier fiesta llena de uruguayos. Es interesante generar diálogos y vínculos de esta etapa con otras .

Obra completa es una colección imprescindible para la música uruguaya. Y da justa cuenta de una obra a la que a veces se le exige más sin conocer del todo lo ya dado.

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