Hay nuevos escándalos alrededor de Lisa Marie, la hija de Elvis y Priscilla.

Como si se tratara de un juego del destino, hace unos días me llamó mi amiga Irene para contarme que Priscilla Presley (una de las mujeres más envidiadas del mundo) estaba saliendo con Tom Jones.

Es que Priscilla siempre fue divina. Sus ojos rasgados y su infartante figura flecharon al soltero más codiciado de su momento, ni más ni menos que Elvis.

Claro que tras el divorcio del Rey, la joven probó suerte en el cine y en series de televisión, donde hizo alguna aparición en Dallas y Melrose Place. Claro, los jóvenes se acordarán de ella por su papel de Jane en La pistola desnuda junto al divertido Leslie Nielsen.

Luego vino esa horrible operación (el precio de mantenerse joven) con la cual perdió la movilidad en su cara. El tiempo pasó y ahora Priscilla vuelve a ser el centro de atención por su relación con Jones.

Quien tiene noticias menos agradables es su hija, Lisa Marie Presley. ¿Se acuerdan? Estuvo casada un tiempo con Michael Jackson y también con Nicolas Cage. Aunque su cuarto marido, el músico Michael Lockwood, padre de las mellizas Finley y Harper de 8 años, ha sido el que le ha dado el peor dolor de cabeza.

Al parecer Lisa Marie andaba chusmeando en la computadora de su esposo cuando se encontró unas fotos “perturbadoras de niños”. Ni tonta ni perezosa, la hija de Elvis pidió el divorcio, que según me contó mi amiga Irene será el próximo marzo.

Como toda pareja famosa, al momento de casarse (en 2008), ellos tenían un contrato prenupcial, y ahora el músico dice que fue “coaccionado” a la hora de firmar esos documentos y por eso le reclama la friolera suma de 40.000 dólares al mes como pensión.

Pobre Lisa Marie, no sale de una para meterse en otra. Por eso le digo, querida Lisa Marie, seguí los pasos de tu madre y conseguite un tipo que tenga más plata que vos, así después no te anda reclamando una pensión.

FABIOLA BOUVIER

COLUMNA FARANDULERAFABIOLA BOUVIER