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Aventura sobre el fondo de la historia de Egipto

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Un veterano fabricante de historias de aventuras que conserva aún su pulso narrativo.

El dios del desierto.Autor: Wilbur Smith - Editorial: Grupo Editorial Planeta, publicado bajo el sello Emecé - Traducción: Julio Sierra. Precio: 650 pesos

Con abundante vocación por la hipérbole, una cita de Stephen King en la tapa de El dios del desierto, la más reciente novela del nativo de Rhodesia del Norte (hoy Zambia) Wilbur Smith, define a su autor como "el mejor escritor de novela histórica". El bueno de tío Steve, que es un buen conocedor de la literatura del siglo XIX, parece haber olvidado, por lo menos, sus lecturas de Leon Tolstoi: ¿realmente cree que una novela de Wilbur Smith es mejor que La guerra y la Paz?

Rezongos a un lado, a Wilbur Smith hay que concederle lo que corresponde concederle a Wilbur Smith, y el primer dato es tener idea de dónde ubicar una valoración adecuada de su obra. Desde que, hace ya más de cincuenta años, Smith publicó Cuando comen los leones, su espacio autoelegido ha sido el de un eficaz fabricante de "best sellers", un narrador de historias de aventuras en ambiente exótico que lo convierten en una suerte de Emilio Salgari de la segunda mitad del siglo XX.

Aún habiendo leído a Smith esporádicamente y en desorden es posible recordar que sus novelas pueden distribuirse en tres ciclos. El primero de ellos es que suele denominarse la "saga Courtney", poblada por numerosos integrantes de la familia de ese apellido cuyas andanzas se extienden a lo largo de trece libros cuya acción se extiende desde el siglo XVII hasta el XX. Más breve es la "saga Ballantyne", que consta de cinco novelas que transcurren en los dos últimos siglos (en un caso por lo menos, El triunfo del sol, hay un "crossover" entre los Courtney y los Ballantyne.

El dios del desierto es séptima novela de la "serie egipcia" de Smith, ambientada mayoritariamente en tiempos del faraón Thutmoses II y su madrastra la enérgica reina Hatsehpsut. Sería mejor conocer la serie entera para apreciar este nuevo libro, pero no es imprescindible. La acción se centra en el esclavo, filósofo y estratega Taita, que ya apareciera en algunos de los libros anteriores y a quien el faraón le encarga el cuidado de sus dos hermosas hijas Tehuti y Bekatha. Muy cerca está la amenaza de los hicsos, los "reyes pastores" que se apoderaron del trono de Egipto algunos siglos antes y fueron expulsados por una reacción nacionalista, pero siguen siendo un peligro.

La acción transita entre Egipto, Arabia y Babilonia, en una peripecia que incluye batallas, traiciones y romance, según una fórmula que Smith conoce bien y maneja con eficacia. No es (no pretende ser) una gran novela, pero sí un "page turner": el lector sigue intrigado la acción, y pasa a la página siguiente para saber qué pasa con los héroes y los villanos. Es el objetivo de los "best sellers", en definitiva: que se los lea. Y su éxito responde a una razón elemental: a la gente le gusta que le cuenten historias interesantes. Para aburrirse alcanza con la Alta Literatura, esa que se precia de "no hacer concesiones".

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Un veterano fabricante de historias de aventuras que conserva aún su pulso narrativo.

crítica - librosGUILLERMO ZAPIOLA

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