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Por: Mariángel Solomita

Si Gustavo Rojo hubiera cambiado el auto La casa muda no se habría filmado. La película más redituable de la filmografía nacional: costó 8 mil dólares, se vendió a 33 países, a HBO, y se realizó una remake norteamericana. No se sabe exactamente cuánto dinero lleva recaudado.

No es una película de terror. "Es un thriller psicológico", aclara Gustavo Hernández, su director. En la mayoría de los territorios la película se exhibirá en cines. No es un dato menor. Las ventas internacionales son el salvataje económico de las películas locales, pero su distribución generalmente en es DVD. El Inglaterra, en Francia, en México, en toda Sudamérica la película se proyectará en salas. En Argentina ya se estrenó y se convirtió en la cinta uruguaya más vista en ese país. Al cierre de esta edición el film había superado las 52 mil entradas. El puesto anterior lo ocupó Miss Tacuarembó.

La casa muda cruzó fronteras con 33 copias y muchísima publicidad. La promoción y el lanzamiento se ha ido convirtiendo en la etapa que puede definir que el espectador de cine opte por ver una película nacional. Es la manera más práctica de enfrentarse a las películas "tanques". La nacionalidad funcionó como un adjetivo que generaba interés, ya no. La competencia, aunque desigual en volumen, es una cuestión de intereses de los espectadores, y de la creatividad de los productores y distribuidores a la hora de comunicar la propuesta de la cinta. Es una estrategia que requiere dinero.

El primer largometraje de Tokio Films se estrenó ayer, y tiene una competencia de temer: las películas nominadas y premiadas en los premios Oscar. "Yo desde la inocencia pensaba que los estrenos era algo más simple, pero no. Es difícil encontrar un hueco entre tanto estreno, y considerar contra quién competís", y el poder de decisión de fecha que tiene el que compite.

MAL SUSTO. En el mundo se hace mucho cine de género. Demasiado muy malo. Otro tanto resulta taquillero. En un momento en que los videojuegos generan más dinero que Hollywood, la ecuación que buscan las casas productoras tiene que dar ganancias. El cine de terror permite experimentar. La falta de recursos obliga a experimentar, y algunos cineastas debutantes logran ser creativos con poco dinero y atraer espectadores. El proyecto Blair Witch, Actividad paranormal. "Es un orgullo que nos comparen con estas películas, pero La casa muda tiene una narrativa cinematográfica muy distinta", dice Hernández. Explica: "Esta no es una cámara subjetiva que simplemente se queda en el punto de vista de la protagonista. Muchas veces toma distancia de ésta para ver su soledad. Muchas veces la corre para ver su adrenalina. Siempre está contando en detalle".

El azar no tuvo participación. Cuando Gustavo Rojo decidió quedarse sin auto nuevo la condición fue hacer una película de género, "pero distinta". Filmaron con una cámara de fotos. Con una sola cámara. Era necesario contar con técnicos jugados y planear una coreografía entre ellos, los actores y la casa.

La película está dedicada a Alfredo Zorrilla. Este señor murió antes de ver la película terminada; era el dueño de la casa en donde se filmó. "Recuerdo que nos dijo con bastante frialdad que si queríamos filmar ahí teníamos que apurar la pre-producción porque él tenía una enfermedad terminal". Si el equipo de Tokio Films no hubiera entendido que esa era la locación perfecta y acelerado el proceso, no habrían llegado a postularse a los festivales internacionales que cambiaron el destino de este film.

OTRA VEZ YOUTU. Un trailer de un minuto se colgó en youtube. Lo vio un jurado de Cannes y lo invitó a postularse a este festival, el mayor del mundo. Al año más de 3 mil películas se inscriben. La casa muda fue una de las 15 seleccionadas para la sección Quincena de los realizadores. La película fue grabada con una cámara Canon Mark II que registra 30 cuadros por segundos. En formato cine la frecuencia es de 24 cuadros. El traspaso no se pudo hacer en Uruguay, ni en Argentina, ni en Brasil, ni en Inglaterra. Un agente de ventas se hizo cargo del sonido y del pasaje. Se hizo en Francia. Las expectativas de Rojo y Hernández eran exhibir en digital, o en HD en alguna sala local. Ni pensaron en ganar dinero.

Un festival que no acostumbra incluir este tipo de películas en su programación les abrió las puertas artísticas y comerciales del mundo. En Cannes la crítica comentó el uso del humor que tiene la historia. Y es que no caer en los clichés del género fue una tarea difícil para Oscar Estévez, el guionista. "La historia no es la que compraron los norteamericanos para hacer la remake. No les importó la calidad. Compraron el concepto, que estuvo desde el principio: miedo real en tiempo real", asegura el director.

El argumento de la película se inspira en un asesinato real que no se resolvió nunca y que se ha transformado en leyenda. En una casona de Godoy, por la década de 1940, tres personas aparecieron asesinadas con signos de tortura. Junto a ellas unas fotos polaroid. Estévez modificó esta historia, homenajeando explícitamente al autor de cabecera de Hernández: Horacio Quiroga. El espectador que conozca la obra del autor reconocerá la escena final.

IMPREVISTA. La casa muda es arriesgada en varios aspectos. Por su tecnicismo, por la exigencia que le demandó a sus técnicos y al elenco, y por tomar decisiones en el guión que la acercan a una película de género con reconocibles rasgos narrativos "propios" de la cinematografía local. Opta por prescindir del diálogo. La mayor parte de la película recae sobre un sólo personaje. La gestualidad del personaje es su principal medio de comunicación: no hay otros personajes que hablen por él, ni otras herramientas cinematográficas que lo hagan.

La cámara por momentos es el personaje. En otros le respira arriba, la persigue. Luego, sádica, la observa. Es testigo de lo que le pasa, hasta con cierta morbosidad. El fuera y la profundidad de campo están explotados en todas sus posibilidades. "Los focos es un llamado de atención ¿Por qué yo hago un primer plano? Porque necesito ver en la mirada de ella cierta angustia. El foco es una herramienta de lenguaje. Hay cosas que no quiero verlas y las puedo desenfocar, y otras que sí las quiero ver. Eso fue durante toda la película muy minucioso. Por qué mantener el foco en ella muchas veces y otras no, y mantenerlo en un objeto o en un fondo o simplemente sobre una ventana. Hay toda una logística narrativa. Fue un desafío pero trabajando con el equipo humano y técnico que teníamos resultó muchísimo más fácil de lo que imaginamos en un principio".

El trabajo de arte, a cargo de Federico Capra, es otro punto fuerte. La mayoría de los objetos seleccionados son fértiles cinematográficamente. Son las guías que tiene Laura para ir descubriendo la casa, para recorrer sus rincones y comprender qué es lo que habita ese espacio supuestamente abandonado. "La casa de por sí ya tenía una personalidad muy fuerte. Capra hizo un trabajo enorme porque en cada habitación hay una historia, y en cada habitación hay un clima distinto, y en muchos de esos climas entrás inmediatamente por lo que ves. "

Es una película que no cae en la sangre. Por eso podrá ser vista por mayores de 12 años en Uruguay, (¡de 18 en Australia!). Su actriz principal, Florencia Colucci tiene 24 años. Este fue su primer trabajo ante cámaras y superó ocho pruebas antes de resultar elegida. Ensayó climas con Hernández y se preparó mano a mano con Pedro Luque, el director de fotografía. "Ella tenía que tener el farol a cierta altura porque si el brazo estaba más allá no se veía la expresión de los rostros. Tenía que moverse por cierto lado en tal momento porque sino la cámara no podía pasar. Y así con todos los actores (Gustavo Alonso, Abel Tripaldi). Tal vez lo más difícil de ensayar fue estas coreografías". Se filmó en cuatro días.

Hernández acertó en la dirección de los actores. Sobre todo en el tono de la interpretación de Colucci. "Florencia es la que lleva la película adelante. Yo soy un convencido de que los actores son los que le dan vida a una película, y no es el tecnicismo ni nada de eso. No se trata de que La casa muda sea una película grabada en un solo plano con una máquina de fotos. El valor y la riqueza de la película está en los actores, en el equipo, en la parte humana. "

Hay susto pero más que nada angustia y tristeza en ese personaje. Y una transformación, con un giro de tuerca que gracias a la interpretación de Colucci es bastante creíble. "La película me parece que termina siendo dramática", agrega Hernández. La crítica en Cannes señaló que el director hizo un buen uso del humor desde la música, que sugiere sobresaltos que no vendrán, y desde el argumento. "Hay algunas escenas que son guiños a los que es el cine de suspenso, hay mucha cosa inspirada en el cine de Alfred Hitchcock, las escenas de las polaroid por ejemplo. Y de Stanley Kubrick. Era un poco reivindicar este género que está muy vapuleado y en realidad grandes directores de cine hicieron obras de excelente calidad. Siento que al cine de terror se le mira con distancia, y que es solamente para un público. Yo no lo creo así, hay películas que son muy gratificantes y que manejan el terror y la tensión de manera muy inteligente."

REFERENTES. Los técnicos hollywoodenses consultaron varias veces a los uruguayos durante el rodaje, "porque se encontraron con algunos problemas que nosotros ya habíamos sorteado dentro de la producción. Pero todo dentro del punto de vista técnico, porque las dos películas son dos visiones totalmente distintas. La casa muda sugiere mucho. De repente la americana es más explícita porque es parte del cine que consume un grupo de gente muy masivo". Sin conocer su calidad, vale mencionar que el film se estrenó en el Festival de Sundance, que tiene un perfil de reclutar buen cine independiente.

La ópera prima de Hernández abre un nuevo año de estrenos locales. El 2010 se cerró con ocho estrenos nacionales y dos co-producciones. Por tercer año consecutivo el número de espectadores de cine nacional disminuyó. Ya no supera los 100 mil. Para 2011 se espera un número de estrenos mayor. Esta película es un claro ejemplo de la situación actual del sector. Las condiciones para producir están. El financiamiento es cada vez más fácil de conseguir. De hecho este realizador prepara una próxima película que posiblemente se filme a lo largo de este año. Es nuevamente una película de género. El guión está a cargo de él y de Rojo, y ya cuenta con co-productores franceses: antes de tener el guión terminado. La casa muda fue una película cien por ciento nacional. Actores, elenco y financiamiento uruguayo. El resto del mundo quiere verla y hasta hay algunos uruguayos que se han indignado de que se estrenara antes en Argentina que en Uruguay. Su destino en las taquillas locales será un dato interesante. Para aquellas personas que se quejan de que el cine nacional no los representa, que las películas norteamericanas les gustan más, aquí tienen una producción nacional con una temática que no ha sido explotada profesionalmente -sí hay producciones de cine "bizarro"- en nuestro país, pero que es bien recibida cuando viene del norte. Hoy los números indican que mientras el 97% de los estrenos son extranjeros, sólo el 4% de los uruguayos ve cine local. Veremos si la suerte de La casa muda ayuda a cambiar la pisada. El colmo sería que la remake la superara en las butacas nacionales.