Publicidad

Premios Iris

| En 1982 se entregaron por primera vez. Trece años después el premio volvió para quedarse y transformarse en tradición. | destacados

Compartir esta noticia
 20110826 800x589

Por: Analía Filosi

La idea de que Sábado Show entregara premios a las figuras del espectáculo siempre había estado presente. El Dr. Daniel Scheck consiguió hacerla realidad en 1982, pero con tantas dificultades que terminó siendo una iniciativa aislada que tendría que esperar trece años para repetirse y, ahí sí, adquirir un carácter anual e ininterrumpido.

¿Qué ocurrió en 1982? Daniel Scheck quiso premiar programas y figuras de los cuatro canales de televisión de Montevideo. Al no llegarse a un acuerdo en lo que refiere a la transmisión televisiva de la entrega, lo que pudo lograrse fue que cada canal recibiera diez premios, propuestos por ellos mismos, y que entre sus premiados se destacara a uno por encima de los demás. Es decir que iban a haber cuatro Iris de Oro. Los ganadores de los primeros Iris de Oro de la historia fueron entonces: Roberto Jones por la ficción El hijo, sobre cuento de Horacio Quiroga, que emitió Canal 12; Angel María Luna, destacado periodista de Canal 10; Carlos Giacosa en representación del mejor noticiero, Telenoche 4, y Julio César Sánchez Padilla, que ya estaba haciendo historia en Canal 5.

Que los reconocimientos a entregar se llamaran Iris, fue también una propuesta de Daniel Scheck, inspirándose en la diosa mensajera de Zeus y su esposa Hera en la mitología griega. La estatuilla, tal como la conocemos hoy, data de ese lejano 1982, concebida por un artista especialmente contratado para su elaboración.

Pero, como dijimos, todo terminó ahí.

En 1990, al entonces director de Sábado Show, Miguel Álvarez Montero, se le ocurrió otra forma de reconocer a las personalidades nacionales que sábado a sábado alimentaban las páginas de la revista. Tomó la idea de la revista argentina Gente, de armar una tapa reuniendo a los más destacados del año, y la trasladó a Sábado Show.

La primera tapa con los personajes más importantes del año salió el 27 de diciembre de 1990 y reunió a siete "elegidos": Luciano Álvarez, Julio Alonso, Mario Uberti, Blanca Rodríguez, Laura Canoura, Fernando Cabrera y Liese Lange. Fue la primera y única tapa simple, ya a partir de 1991 la tapa se hizo doble y sumó más integrantes.

Pero seguía faltando el premio. Y Álvarez Montero creía que era necesario, así que en 1994 le planteó a Daniel Scheck reconocer a los destacados de la tapa de fin de año con unos premios a los que se le ocurrió bautizar Lobizones, en homenaje a Daniel y Jorge Scheck. Daniel Scheck aceptó la idea de premiar, pero prefirió saltear el homenaje y, en su lugar, reflotar aquellos premios Iris de iniciativa única y solitaria.

Estaba decidido: a partir de 1995, los destacados en la tapa de fin de año por decisión del staff periodístico de la revista, se llevarían un Iris de Bronce cada uno. Y entre ellos, un jurado especialmente designado, debería elegir un Iris de Oro y un Iris de Plata.

"Nuestro propósito es impulsar el espíritu creativo de la gente de nuestro país. Se trata de premiar su esfuerzo, su talento, sus ganas de hacer más y mejor esos ámbitos de la cultura y la comunicación de nuestro país", escribía en 1995, en una de sus características columnas de opinión, Álvarez Montero al explicar el renacimiento de estos premios y su objetivo.

Los Iris volvían, esta vez para quedarse.

LA FIESTA. La idea de premiar iba de la mano con una fiesta en la que se pudiera reunir a todas las personalidades del espectáculo nacional y así celebrar un encuentro con todos aquellos de los que Sábado Show se ocupa en sus páginas. A principios de 1995 empezó entonces a prepararse esa fiesta, con pautas claras: se haría la entrega de los Iris en el marco de una cena, con un show para agasajar a los presentes, entre los cuales se procuraría contar no sólo con personalidades locales, sino también del exterior.

Se eligió como lugar el Salón Flamingo del Hotel Riviera, salón que terminaría por albergar catorce de las diecisiete fiestas celebradas hasta hoy en día. Las tres restantes fueron: una en la Sala de Actos del LATU (2003), respondiendo a la austeridad que se imponía por estar el país aún sintiendo las consecuencias de la gran crisis económica de 2002, y las otras dos, las más recientes, en el Salón de Exposiciones del mismo LATU, en este caso debido a que la fiesta cambió en su estructura y convocatoria.

El staff periodístico de Sábado Show de aquel 1995 trabajó mucho para organizar un evento del que ignoraba su respuesta. ¿Tendría éxito? ¿El mundo del espectáculo nacional respondería? ¿Estarían ahí todos los premiados? Para grata sorpresa de todos, las expectativas fueron ampliamente superadas, la primera entrega de los Iris fue todo un éxito y sentó un precedente. De ahí en más, se instaló la obligación de superarse cada año… los Iris empezaban a convertirse en un clásico.

MÁS RECONOCIMIENTOS. A los definidos Iris de Bronce, Plata y Oro, se sumaron algunas otras distinciones. Por ejemplo, el Iris Especial o el premio World Trade Center. Con el primero se quería reconocer un hecho que por alguna razón hubiera sobresalido especialmente ese año. Por ejemplo, el primer Iris Especial fue para el Lic. Luis Eduardo González, director de la consultora Cifra, por ser quien en las elecciones nacionales de 1994 anunció antes que nadie quién sería el nuevo presidente de los uruguayos: Julio María Sanguinetti. Lo hizo a las 12:31 de la madrugada del 30 de diciembre de 1994.

En tanto el premio World Trade Center se creó a propuesta de Nelson Pilosoff, presidente de la fundación, teniendo como destinatarias aquellas personas que sobresalieran por su trabajo tras bambalinas. Es así que entre sus ganadores estuvieron la vestuarista Guma Zorrilla y el camarógrafo Eduardo Ruiz. El galardón consistía en un enorme caracol marino recogido en costas uruguayas.

Volviendo al Iris Especial, este premio se transformaría en los últimos años en lo que conocemos como el Iris a la Trayectoria, que ha distinguido a personalidades como Alberto Kesman, Cristina Morán, Blanca Rodríguez y Jorge Traverso por su conducción de Subrayado, o Cacho De la Cruz.

También se sumó con los años el Iris del Público, cumpliendo con el deseo de dar voz y voto a los principales destinatarios de Sábado Show: sus lectores. Primero vía correo tradicional y más recientemente mediante el pronunciamiento on line, los seguidores de la revista han podido premiar a sus artistas preferidos y verlos incluso recibir esa distinción ya que, en más de una oportunidad, se implementó que un grupo de lectores pudieran ser parte de la fiesta como invitados.

En la noche de los Iris se han entregado además plaquetas a los invitados llegados del exterior y, en 2009, al estarse celebrando los 15 años de premiaciones consecutivas, los 14 Iris de Oro de la historia fueron homenajeados con la entrega de medallas recordatorias. Una reunión de lujo.

LOS INVITADOS. Además de contar con las caras y voces destacas de la televisión, el cine, la radio, el teatro y la música uruguayos como convidados a la fiesta, la idea era también poder darle un brillo más a la noche con alguna personalidad del exterior. Los primeros convocados fueron los argentinos Susana Lanteri (actriz), Hugo Moser (director) y María Laura Santillán (periodista), y el brasileño Marcos Frota (actor). Los dos primeros estaban vinculados a un éxito de la TV de aquel entonces: El precio del poder, ficción protagonizada por Rodolfo Bebán, y Santillán empezaba a sobresalir en el periodismo. En tanto Frota era parte del elenco de la telenovela de Globo que Canal 12 emitía ese año, en una época en que las novelas brasileñas se adueñaban del horario central de martes y jueves en Teledoce. Hablamos de Mujeres de arena, en la que Frota era Tonho da Lúa, un joven con cierta deficiencia mental dueño de una gran ternura. La misma que, mezclada con gran humildad y sencillez, desplegó el actor en su visita a Montevideo, conquistando a todos los uruguayos con los que se cruzó. La anécdota que refuerza lo que contamos se registró en el Club de Golf, lugar adonde las autoridades del diario El País llevaban a almorzar a los invitados del exterior. El día que concurrió Frota, todo el personal de la cocina salió a saludarlo, cosa que no había pasado nunca antes con nadie.

Esa primera fiesta de los Iris estuvo a punto de contar con la presencia de otra gran estrella del Brasil, nada menos que Xuxa. Hasta las 17 horas del día de la entrega estaba confirmada su venida, pero a esa hora llegó un fax en el que la Reina de los Bajitos se excusaba por no poder estar ya que había contraído una gripe que la tendría tres días en reposo.

Con semejante antecedente de presencias famosas, se instaló un precedente que obligó a mantener un gran nivel de invitados en las siguientes entregas. Fue así que en distintos años fueron parte de este encuentro los argentinos Leonardo Sbaraglia, Cecilia Roth, Emilia Mazer, Julio Bocca y Gerardo Romano, y más cerca en el tiempo, con otro tipo de farándula dominando la pantalla, Moria Casán, Adabel Guerrero, Luis Ventura, Pamela David y Belén Francese. Y de Brasil, en los primeros años, se pudo contar con la presencia de Regina Duarte (en ese entonces protagonista de la exitosa La Reina de la Chatarra), el talentosísimo Raúl Cortés y la bella Carolina Ferraz.

Y hasta hubo visita europea, cuando desde España llegó el periodista Jesús Quinteros, más conocido como El Perro Verde, título del programa que hacía en su país, que llegó a verse en la televisión uruguaya. En él, el conductor desplegaba un inusual estilo de entrevista, con gran manejo de los silencios y del lenguaje no verbal. Fue otra de esas fuertes presencias, se recordará especialmente el silencio absoluto que se hizo cuando subió a escena en el Flamingo para recibir la plaqueta de agradecimiento que le entregó Sábado Show. Su discurso fue uno de los que se siguió con más atención en la historia de los Iris.

En los primeros años también se procuró contar con uruguayos que triunfaban fuera de fronteras y fue así que un año coincidieron en la fiesta dos compatriotas que estaban haciendo sus primeras armas en la vecina orilla con gran destaque: Osvaldo Laport y Natalia Oreiro. Esta última volvió para la entrega de 2011 y hasta se llevó un premio como Mejor Actriz de Cine por Miss Tacuarembó. Fue el año en el que también tuvimos a una venezolana entre los invitados, la "beia" Catherine Fulop.

LOS SHOWS. Hasta 2009, la Fiesta de los Iris se caracterizó por contar con un -o a veces más- show como parte de la velada. Hubo tanto monólogos de humor, como los que hicieron Carlos Perciavalle y Gabriela Acher; mezcla de humor y música, como el show de I Virtuosi; mini-recitales de grandes músicos, como Panchito Nolé, Julio Frade y Cacho De la Cruz tocando el trombón con su orquesta; recitales más tranquilos, como el de Chico Novarro, Jorge Nasser o Valeria Lima (con una muy celebrada interpretación de Balada para un loco), o actuaciones que invitaban a bailar, como las de Jaime Roos, Ruben Rada (una de las más movidas de todas las fiestas), Los Nietos del Futuro o Cursi.

La interrupción de los shows en las dos últimas entregas respondió a un cambio en la forma cómo se entregan ahora los premios y también al hecho de su televisación, que obliga a ser mucho más estrictos con los tiempos.

LA MODA. Otro aspecto que se fue convirtiendo en clásico de la Noche de los Iris, fue el cuidado del vestuario, primero en las damas, pero con el tiempo también en los caballeros.

El staff de la revista de 1995 advirtió que la atención que pusieron varios de los concurrentes para estar impecables en aquella primera fiesta merecía ser destacada y entonces empezó a elegirse a la mujer más elegante de la velada. Fueron varias las que alcanzaron ese título en 17 años de fiestas, pero hubo dos que colocaron su nombre en lo alto del podio en más de una ocasión: Sofía Herrán -conductora del evento en catorce oportunidades (un año la reemplazó María Noel Marrone porque estaba de viaje)- y Julia Moller, casi infaltable a partir de la segunda entrega (a la primera no pudo concurrir y mandó un mensaje excusándose).

En las tres últimas entregas, la elección de los más elegantes de la noche dejó de estar en manos del staff de Sábado Show. Mónica Willengton se ocupó de ese tema en 2009, en tanto en 2010 y 2011 se designó a un jurado de expertos para que eligiera a la y el más elegante de la noche. Los ganadores más recientes fueron entonces Victoria Zangaro y Alejandro Balbi.

No faltaron los que impusieron su propia moda: en la primera fiesta, Maxi De la Cruz lució chaqueta de cuero y gorrito estilo rapero, Sánchez Padilla llevó un saco blanco y Marcos Frota vistió un informal jeans con camisa blanca y saco gris azulado. En otros años, Daniel Lucas se animó al smoking, Nacho Cardozo impuso su estilo y la cantante Giovana se salió de la media conservadora de las uruguayas.

OTROS CLÁSICOS. A medida que los Iris fueron ganando años y experiencia, se fueron instalando una serie de clásicos. Por ejemplo:

Los primeros en llegar: La costumbre la inauguró la pareja compuesta por la actriz Sara Otermin y el director Gustavo Ruegger, en 1995. Durante varios años, el astrólogo Boris Cristoff fue el dueño de esa puntualidad extrema. Mientras que Pepe Vázquez e Imilce Viñas fueron otros de los que estuvieron entre los primeros en arribar al Flamingo.

Los últimos en irse: Muchos creen que José Angel Tuana, "El Favorito", siempre fue el último en retirarse de la fiesta. Pero no, el primer año el último que apagó la luz fue Carlos Giacosa, quien se retiró a las 3 y 15 de la madrugada. Tuana, de todas formas, estuvo siempre entre los últimos en retirarse y de lo que fue dueño en todas las entregas fue de la barra: nunca ocupó mesa, fuera donde fuera que se llevara a cabo la reunión -aún en el Salón de Actos del LATU-, ubicaba la barra y ahí se acodaba hasta retirarse. Un año llegó a oficiar de presentador del show de boleros de Chico Novarro.

Las mesas más divertidas: Ese honor, en la mayoría de los casos, se lo llevó la gente de teatro. Si bien la mayoría de los actores se confiesa personas tímidas, cuando están en grupo pierden todas esas inhibiciones y se vuelven muy bochincheros. Pruebas, el Iris, tiene muchas.

Coberturas: A medida que el premio fue ganando notoriedad, varios programas de TV y radio y medios de prensa, empezaron a solicitar permiso para realizar la cobertura. Debían mezclarse con los fotógrafos del diario, a los que nunca se les perdió detalle. Uno de ellos, Darwin Borrelli, que cubre la fiesta desde 1995 (sólo faltó una vez) y que en una ocasión llegó a suspender su licencia anual para trabajar en la entrega.

Besar el Iris: El primero en hacerlo fue Roberto Jones, en la primera entrega. Otra costumbre que se instauró fue mirar a través del ojo que forma parte de la estatuilla. Así se sacaron fotos Petinatti, Jorge Piñeyrúa y Cecilia Bonino, entre otros.

La música: En los primeros Iris, se usó la canción que identifica a Sábado Show, Movie Stars. Con el tiempo se buscaron temas musicales que tuvieran que ver con los premiados. García Vigil propuso esa idea en la fiesta de 1995 y hasta se ofreció para ocuparse del tema el siguiente año.

Cantar al recibir el Iris: Jorge Drexler lo hizo cuando recibió el Oscar por la canción de la película Diarios de motocicleta. Bastante años antes ya se habían animado a recibir un premio de la misma forma Jaime Roos y Ruben Rada.

Los infaltables: Hay invitados que no se pierden la fiesta por nada del mundo. Incluso hay algunos que hacen hasta sacrificios familiares. Ignacio Álvarez, por ejemplo, fue a recibir un Iris de Bronce por su programa radial Las cosas en su sitio pocas horas después del nacimiento de su primer hijo, Tomás. Pero no pudo estar presente cuando Zona Urbana se llevó el Iris de Oro porque estaba en Irak grabando para su nuevo programa de TV, Pan y circo. Años después tendría la revancha al ganar su Iris de Oro personal.

Los cierres: En varias oportunidades la fiesta se cerró a pura música y baile. El Licenciado Petinatti llegó a cantar con Los Nietos del Futuro, en el show en el que la más bailarina fue Pelusa Vera.

Curiosidades: También son clásicos y hay varias. Destacamos la que protagonizó Jorge Piñeyrúa en 2003 cuando, tras la ceremonia celebrada en el Salón de Actos del LATU, pidió para llevarse la gigantografía en la que estaba su foto en tapa de Sábado Show. Ni bien le dijeron que sí, la descolgó, la enrolló y se fue con ella.

NUEVA ESTRUCTURA. A partir de 2010, buscando darle un nuevo empuje a los Iris y también buscando adaptarse a una mayor presencia de producción nacional en distintos ámbitos, los premios de Sábado Show cambiaron su forma de entrega. Se dejó atrás la elección de los Iris de Bronce por parte del staff periodístico de la revista, para pasar a la elaboración de categorías en distintos rubros con candidatos propuestos por este staff pero con la decisión de sus ganadores en manos de jurados especialmente armados para las distintas disciplinas: televisión, radio, música y cine.

Lo que sí se mantuvo es que, entre todos los ganadores de Iris de la noche, otro jurado especial elige al Iris de Oro. Y se siguen entregando los Iris del Público y el Iris a la Trayectoria. También se mantienen los reconocimientos especiales, como el que en 2011 recibió "El Loco" Sebastián Abreu, como representante de la selección uruguaya que alcanzó el cuarto lugar en el Mundial de Sudáfrica 2010: una reproducción de su foto festejando el penal que "picó" contra Ghana.

Otro gran cambio fue la incorporación de la televisación. Hubo varias entregas de Iris que fueron televisadas por Canal 5, las primeras en diferido y una en directo, en 2001, con Rafael Goncalvez e Isabel Jorge -conductores en ese entonces de Café versátil- como responsables de la transmisión para la pantalla chica.

Lo que nunca se había logrado por un tema de competencia, era que los canales privados aceptaran transmitir la ceremonia en directo. Afortunadamente eso cambió el año pasado, cuando se resolvió que la televisación del evento fuera rotativa, comenzando por Canal 12. Fue así que Victoria Rodríguez y Rafael Villanueva condujeron la primera fiesta de los Iris emitida en directo por un canal privado. La segunda recayó en Canal 10 -con Noelia Campo y Jorge Piñeyrúa en conducción- y en 2012 deberá llevarla adelante Canal 4.

Siguiendo modelos de entregas de premios de otros países -porque no está mal copiar lo que está bien hecho y funciona-, los Iris se han renovado y han adquirido nuevos bríos. Se mantienen como un clásico, una sana y necesaria costumbre para que la cultura nacional tenga un incentivo más para continuar avanzando, creando y superándose.

Como lo dijo Miguel Álvarez Montero en aquella columna de 1995: "mantenemos firme la promesa de que esto no fue una única vez: habrá entrega de Iris para muchos años más".

Diecisiete años después la promesa se mantiene intacta y, lo más importante, no ha dejado de cumplirse ni un solo año.

Lo que se escuchó en los iris i

"Esto le hace mucho bien a todo el movimiento cultural uruguayo" (Federico García Vigil al recibir el primer Iris de Oro de la nueva era del premio).

"And the Oscar goes to…" (Sofía Herrán, conductora de catorce ceremonias).

"Sé que hay una sola persona que está más feliz que yo, mi madre, que espero que me esté viendo por TV. Te lo voy a regalar para que lo pongas en la repisa, mamá" (Jaime Roos con su Iris de Oro).

"Gracias a las sesenta personas que trabajaron sólo para dejarnos cumplir nuestro sueño" (Fernando Epstein al recoger el Iris de 25 Watts, película dirigida por Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll, de la que fue productor).

"Lamentablemente el humor casi se ha extinguido y en una situación social explosiva como la que vivimos, eso es peligroso porque el humor es una forma de justicia" (Jorge Denevi recibiendo el Iris de Plata, en 2002, y dedicándoselo a los elencos de Decalegrón y Plop).

"Lo dedico a quienes de alguna manera son nuestra razón de ser, quienes nos han prestado la Tierra y son nuestro futuro y la esperanza de un mundo mejor: los niños" (Walter Tournier, destinatario del Iris Especial por sus Tatitos y otros personajes).

"Yo siempre creí que la gente que se emocionaba por recibir un Oscar u otros premios, era verso" (Omar Varela, visiblemente sorprendido y emocionado por haber sido elegido Iris de Oro).

"¡Tenés una facilidad para quedar embarazado!" (Sergio Puglia a Omar Varela por su segundo Iris en la misma noche).

"No me van a creer, pero no encontraba el lugar" (El Piñe llegando tarde al LATU en 2003).

"Creo que es el premio a un largo tiempo de trabajo sobre un proyecto que tuvo más éxito del que esperamos al principio. Estamos súper emocionados" (Luciano Supervielle con el Iris Oro de Bajo Fondo Tango Club).

"Nadie nos da un mango" (Quico Ferrés, co-organizador de La Fiesta Final, ganadora del Iris de Plata).

"Es muy lindo que haya premios para que los ríos internos circulen, la adrenalina fluya y el corazón lata bien fuerte" (Alejandro Fontaina, co-organizador de La Fiesta Final).

"Quiero destacar la confianza y libertad con la que pudimos trabajar, y eso vale oro" (Cecilia Bonino, con el Iris de Oro de Zona Urbana).

Lo que es escuchó en los iris ii

"Tengo la convicción interior de que somos gente decente, que nos podemos zarpar alguna vez, pero que estamos haciendo periodismo" (Ignacio Álvarez al recibir el Iris de Plata por Zona Urbana).

"El tema de los premios siempre me lo tomé como algo no muy en serio, tampoco en broma, pero mi padre siempre soñó con que me dieran un Iris. Hace muchos años me dijo: `si no salís en la tapa de Sábado Show, no existís`. Mi viejo nunca me vio conduciendo Telemundo, ni me vio haciendo el periodístico del 12. Traje esta corbata de Peñarol no para sobrar a Gonzalo (Sobral, director de Sábado Show), sino porque era de mi padre. Mi viejo en algún lado está, vive en mí, en mis hermanos, en mis hijos, y este premio es para él". (Aldo Silva con su Iris de Bronce, protagonizando una de las ovaciones más grandes de esa noche y el discurso que más en silencio se escuchó).

"Los de nuestro país son los más queridos" (Mirella Pascual con el Iris de Oro de Whisky, haciendo referencia a los muchos premios ganados por la película uruguaya en el exterior).

"Cuando era chico me llamaba la atención que al recibir premios la gente agradeciese. Ahora me doy cuenta de que es imprescindible y muy justo hacerlo" (Facundo Ponce De León con el Oro de Vidas, que dedicó a "El Torta" Martín Aguirre).

"I love you Saturday Show… Esto es para Martín Lasarte. ¡Aguante el Bolso! (Jorge Esmoris con sus Iris, dueño del momento de humor en varias fiestas).

"Es importante recibir premios en el país de uno, a pesar de ser un país en el que se habla mucho de economía y poco de cultura, y en el que la gente está pendiente de si Eunice Castro llega a la final de `Bailando por un sueño`… ojo que yo hincho por Eunice". (César Troncoso con el Iris ganado por El baño del Papa).

"El Iris de Oro fue el premio que más me emocionó en mi vida" (Alberto Kesman).

"Esto es para la gente que se animó a prender el televisor de tarde" (Victoria Rodríguez con los premios ganados en la entrega de 2009 por Esta boca es mía).

"Gracias a los que no les gustó" (Mariana Percovich al recoger el Iris de Bronce por Bodas de sangre).

"Me tienta refregarle este premio a varios, pero vamos a dejar ese sentimiento de lado" (Ignacio Álvarez, último Iris de Oro).

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad