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Una causa noble no basta para conquistar bolsillos generosos

| Las fundaciones y asociaciones civiles sin fines de lucro comenzaron poco a poco a revisar sus estructuras internas para poder aportar más transparencia a las empresas donantes

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POR MARIANA GODAY

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No dependen de sí mismas para funcionar y ese es su principal escollo. Las asociaciones civiles sin fines de lucro y las fundaciones deben apelar a la «solidaridad» de las empresas y organismos internacionales para existir. Pero en la actualidad para obtener fondos no basta con tener una causa noble sino que se hace cada vez más necesario contar con una gestión profesionalizada que garantice transparencia.

En estas instituciones suele haber un «trabajo más artesanal que profesional», en parte porque no puedan pagar buenos salarios y eso les impide contar con ejecutivos altamente calificados, consideró Simón Fuhrman, director de Fuhrman Consultores.

Esto las acerca a un inconveniente típico del mundo empresarial por estos días: la retención del personal. Pero, si bien aún no tienen una gestión del todo estructurada, están comenzando a darse cuenta de lo importante que es contar con recursos humanos (RR.HH.) idóneos. En Uruguay este camino lo empezaron a recorrer las organizaciones más grandes y que cuentan mayoritariamente con respaldo internacional.

Este efecto también lo generaron algunas consultoras, que como parte de su propia política de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) le brindan facilidades a las asociaciones civiles y fundaciones que solicitan sus servicios.

De todos modos, para que el vínculo entre donante y beneficiario sea fructífero no basta con profesionalizar la gestión, antes se tiene que haber dado una alineación estratégica entre ambos. «Tienen que hablar en el mismo idioma, estar en el mismo mercado y en el mismo negocio», sostuvo Fuhrman.

LES PIDEN TRANSPARENCIA

En la mayoría de los casos, las asociaciones civiles y fundaciones que decidieron someterse a una consultoría no sólo buscaban mejorar internamente, sino responder a la demanda de información por parte de las empresas.

Roberto De Luca, socio director de Deloitte, contó que las organizaciones de este tipo que han solicitado una consultoría buscan ante todo ser capaces de demostrar que son transparentes. Agregó que si bien hace ya varios años que prestan servicios a este tipo de clientes, en los últimos tiempos se han multiplicado los casos porque las compañías comenzaron a reclamar más garantías.

PwC ha recibido también a varios organismos interesados en llevar a cabo una mejora de sus procesos internos para poder seguir creciendo sin perder eficacia, en especial en los últimos tres años.

Es que tener procesos cada vez más controlados les permitirá brindar garantías de que los fondos se utilizarán para los fines previstos dado que en algunos casos no se cuenta con las capacidades necesarias para gestionar o administrar los recursos.

«Tiene que haber transparencia, tiene que haber herramientas medibles, que el empresariado pueda acceder a reportes y reuniones para que sientan que existe de alguna forma rendición de cuentas», consideró Fuhrman.

El presidente de la Fundación Gonzalo Rodríguez, Luis Romero, aseguró que en Europa y EE.UU. -de donde proviene el 90% de los fondos de la organización- quienes reciben donaciones deben tener estados contables, libros y proyecciones.

«Nosotros hemos aprendido a trabajar así. En Uruguay no se hace de esa manera y lo que está faltando es profesionalizar a las organizaciones sociales para poder demostrar qué es lo que hacen y cómo lo hacen», apuntó.

Liset Collazo, de Niños con Alas, coincidió en que a los donantes les interesa la transparencia y explicó que una de las características de esta organización es la realización de asambleas abiertas donde se presenta el estado contable.

EL DILEMA DEL PERSONAL

En lo que respecta al reclutamiento de RR.HH., el trabajo que realiza PwC para estos clientes se remonta a principios de la década de 1990.

Laura Abellá, gerente de Consultoría en RR.HH. de esa firma, contó que dentro de las preocupaciones de las organizaciones se encuentra que en la interna las tareas y los roles estén delimitados y que haya franjas salariales estipuladas. También les interesa establecer líneas de mando y tomas de decisiones claras y efectivas.

«Hay organizaciones sociales que han crecido tanto que tienen problemas de estructura. Es que si bien no hay un fin de lucro, para ser eficientes y eficaces hay que tener una estructura organizacional que se ajuste a las necesidades», explicó.

La especialista agregó que si bien la estructuras nunca van a ser iguales, porque tienen distintos objetivos, las empresas y las asociaciones civiles y fundaciones sí comparten preocupaciones como retener al personal.

La gerenta de Selección de Personal de esa consultora, Geraldine Delfino, comentó que estas instituciones requieren cada vez más de procesos de selección finos para poder dar con las personas indicadas para cada puesto. En ese sentido, poder resignar aspiraciones económicas y contar con vocación de servicio es fundamental.

Las organizaciones se enfrentan con la dificultad de que las empresas optan por donar material visible y no tanto un intangible que permitiría afrontar el gasto en personal, explicó Collazo, de Niños con Alas.

EL AVANCE DE LA RSE

Las empresas forman parte de la sociedad y estas los va a premiar o penalizar según cómo se comporte, explicó Fuhrman. En Uruguay son cada vez más las que se suman a las políticas de RSE, mientras que las asociaciones civiles y las fundaciones se están quedando atrás sobre el modo en que pueden entrarle a las empresas, explicó el experto.

Virginia Gómez, encargada de Comunicación de Deres, opinó que las empresas están empezando a darse cuenta de que la RSE sirve para una rentabilidad a largo plazo. Esa organización cuenta con 120 empresas socias, una cifra que ha venido creciendo desde 2007.

«Como en Uruguay la imagen del empresario no es buena, ninguno va a decir que hace esto porque es una forma de hacer negocios, que en realidad lo que busca es que todos los públicos asociados a la empresa estén mejor», sentenció. Entre los beneficios que obtiene la firma está la reputación que va construyendo a largo plazo.

Romero coincidió en que ha habido un desarrollo de la RSE y manifestó que sería necesario crear un sistema que permita a las empresas beneficiarse con la exoneración de impuestos en todas las donaciones. (Ver recuadro).

En algunos casos donar otorga beneficios fiscales

A los efectos de la liquidación del Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas (IRAE), las donaciones se pueden clasificar en no deducibles, deducibles o deducibles con beneficios tributarios especiales, explicaron desde el estudio Carle & Andrioli. El tratamiento fiscal dependerá de la institución a la que se realice la donación y de una serie de condiciones establecidas por la normativa fiscal vigente. Dentro de las donaciones deducibles hay dos categorías: deducibles simples y deducibles especiales. Las primeras pueden ser deducidas del IRAE y son las realizadas a Entes Públicos, el LATU y el INIA. Esta segunda categoría está compuesta por aquellas que la legislación pretendió incentivar, otorgándole un beneficio fiscal al contribuyente que consiste en que el 75% del total de las sumas donadas se imputará como pago a cuenta del IRAE o IP, y el 25% restante podrá ser imputado a todos los efectos fiscales como gasto de la empresa. Abarcan a las donaciones destinadas a educación, salud, y apoyo a la niñez y la adolescencia.

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