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En el último año, la economía uruguaya recibió un shock externo favorable por medio de un incremento de los precios de exportación, fundamentalmente los commodities. Este aumento, derivado de una demanda externa pujante que también tenía incorporados elementos de especulación financiera, se tradujo en una mejora de los términos de intercambio del país que financió, en buena medida, el mayor gasto interno de los uruguayos.

De hecho, los mayores precios de exportación explican el aumento que registraron en el último año las ventas externas del país medidas en dólares corrientes, ya que los volúmenes transados fueron inferiores a los del año anterior.

Sin embargo, a partir del segundo semestre de 2011 comenzó a revertirse la tendencia al alza de los precios de los commodities, afectada por la crisis internacional. Ello impactará negativamente al valor de las exportaciones de 2012 las que, a su vez, deberán enfrentar un proteccionismo creciente. Además, pone un manto de incertidumbre respecto a la capacidad que tiene la economía para seguir transitando por una senda de elevado gasto interno.

EXPORTACIONES. Al cabo de los diez primeros meses de 2011, las exportaciones de bienes ascendieron a US$ 6.649 millones, lo que representa un incremento del 20% en relación a igual período del año anterior. Dado que en el período los precios promedio de exportación aumentaron a un ritmo mayor (28%), ello significa que medidas en términos físicos disminuyeron 6% (ver Gráfico N° 1).

Distinguiendo según el tipo de producto exportado, las manufacturas de origen industrial son las que más crecen: 32% en valores corrientes y 17% en volumen físico. Este grupo tiene en la región su principal mercado de destino. Los productos más relevantes son las preformas pet, los automóviles y las autopartes, el caucho y abonos y fungicidas.

El grupo más numeroso, con poco menos de la mitad del total, es el de las manufacturas de origen agropecuario, las que aumentaron 25% medidas en dólares y 2% en unidades físicas. Los principales rubros que se incluyen en este grupo son la carne, los lácteos y la cebada. Los destinos más importantes son Brasil, Rusia, Venezuela, Alemania y Estados Unidos.

Por último, los productos primarios crecieron 12% en dólares, pero cayeron 15% en términos físicos. Los principales productos exportados son la soja y la madera y los principales destinos son Zona Franca Nueva Palmira, China, Zona Franca Fray Bentos y Brasil.

PRECIOS. Los precios promedio de exportación se incrementaron 28% medidos en dólares en los nueve primeros meses del presente año con respecto a igual período de 2010, tal cual se desprende del índice que elabora la Cámara de Industrias (CIU). Este índice (IPE) mensual muestra la evolución de los precios globales y los industriales y, dentro de ellos, distingue los principales rubros.

En el período analizado, los precios promedio de exportación de la industria aumentaron 20%, con distinto dinamismo según el rubro que se trate. Los precios de las industrias alimenticia y textil aumentaron por encima del promedio (24% y 32% respectivamente); los restantes lo hicieron a un ritmo menor. En particular, cabe destacar los productos de la cadena maderera (madera, papel e imprentas) y los productos metálicos, cuyos precios de exportación medidos en dólares presentaron incrementos muy moderados (1,1% y 2,3% respectivamente).

Evoluciones de precios tan dispares explican, en buena medida, el desempeño de los distintos sectores, lo que fuera analizado en la nota de la semana anterior. Baste solo con decir que, en el caso de las ramas que enfrentaron los menores aumentos de precios, su rentabilidad se vio seriamente afectada, ya que esas subas no compensan la apreciación que experimentó el peso en el período analizado (5%), a lo que debemos agregar el aumento de los salarios, superior al 10%.

Dado que los precios promedio de exportación de la industria aumentaron a un ritmo inferior que el IPE global, se deduce que los otros rubros que exporta el país lo hicieron a un ritmo mayor. Nos referimos concretamente a los productos agropecuarios. El IPE no los discrimina, pero recurriendo a las series que elabora el FMI sobre los precios internacionales de los commodities se comprueba que efectivamente ello es así. A vía de ejemplo, en el período analizado el precio internacional de la soja se incrementó un 35% medido en dólares, el trigo un 54% y el arroz un 5%. A su vez, el valor de la lana gruesa aumentó un 51% y el de la fina un 72%.

Estas alzas son las que explican la suba de las exportaciones medidas en dólares corrientes, ya que como fuera señalado, en términos físicos las ventas externas del país cayeron.

CRISIS. Lentamente, las repercusiones de la crisis internacional comienzan a afectar a la economía uruguaya. Si bien en los últimos años las ventas a los países que hoy día son las más afectadas (Unión Europea y Estados Unidos), fueron perdiendo peso relativo ante las mayores colocaciones en las denominadas economías emergentes, que hasta el momento no han sufrido mayores perjuicios; las perspectivas son de un enlentecimiento en la economía mundial, que también las alcanzará. Ello es entendible, ya que en las más grandes, en particular China, las exportaciones al mundo desarrollado tienen un peso muy importante.

Una menor demanda internacional se traslada automáticamente a un menor nivel de precios. De hecho ello ya está ocurriendo, y el IPE ya lo está reflejando. En agosto alcanzó su máximo valor desde que la CIU lleva registros (año 2000), cayendo 1,2% desde entonces.

Este valor está calculado en base a las exportaciones ya realizadas, es decir negocios pactados meses atrás. Si bien ya está marcando una tendencia, en momentos de incertidumbre como el actual es más relevante analizar los precios a los que se están pactando actualmente los negocios. Los gráficos N° 2 a 4 muestran la evolución de los precios internacionales de los principales rubros de exportación del país. En todos ellos se observa un descenso a partir del segundo semestre del año, aunque no todas las caídas son de la misma magnitud.

En el caso de las lanas y el trigo las caídas son del orden del 20%, en los restantes productos en torno al 10% en relación a los picos alcanzados en el primer semestre de 2011. Si bien los precios actuales pueden considerarse elevados, su evolución relativa, es decir comparados con los costos de producción y el tipo de cambio, muestra que se afecta la rentabilidad del negocio, lo que en el margen incide negativamente. De hecho, la menor rentabilidad esperada y los cambios tributarios que se pretenden introducir en el sector agropecuario son factores que desalientan la producción y llevarán a muchos productores a replantearse las acciones que deban tomar.