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Inventor de la corriente alterna

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Carlos Pacheco

MUCHO ME TEMO que mi compañía no le resultará grata", le dijo Nikola Tesla a un redactor de The New York Herald. El periodista lo había abordado en un café, por la noche. Tesla estaba cansado y abatido. Le dijo: "A decir verdad, hoy he estado a punto de perder la vida".

Pocas horas antes Tesla había recibido una descarga de unos 3,5 millones de voltios mientras trabajaba. En un artículo de 1897, el redactor transcribe el relato de Tesla: "El chispazo se propagó a la altura de un metro del aire y me acertó de lleno en el hombro derecho. Le confieso que me quedé aturdido. Si mi ayudante no hubiera interrumpido la corriente al instante, podría haberme quedado en el sitio. Me dejó como recuerdo una curiosa marca en la parte del talón del calcetín, por donde salió de mi cuerpo". Este episodio forma parte del libro Nikola Tesla, el genio al que le robaron la luz, de la escritora Margaret Cheney.

Nikola Tesla (Smiljan, Croacia, 1856; Nueva York, Estados Unidos, 1943) fue uno de los científicos e inventores más importantes de finales del siglo XIX y comienzos del XX. Muchos de sus inventos, como la corriente alterna, la radio, el radar y la transmisión sin cables, hoy son tecnologías ampliamente utilizadas. Fue un científico muy popular en su tiempo pero cayó en el olvido luego de su muerte. Hoy es reivindicado por su aporte a la revolución de las tecnologías de la información y comunicaciones. Hace 110 años Tesla visualizó y diseñó un "Sistema Mundial de Transmisión de Inteligencia" que en mucho se parece a las actuales redes de telecomunicaciones y datos.

Memorioso y sensible. Desde niño Nikola era un bicho raro. A los ocho años pasaba noches sin dormir leyendo con devoción. Poseía una memoria extraordinaria, que perfeccionó con una rigurosa educación: memorizaba una página escrita con tan sólo un vistazo. Aprendió rápidamente varios idiomas (inglés, francés, italiano, alemán y dialectos eslavos). Era excelente en matemáticas, el típico estudiante fastidioso que daba respuestas inmediatas a problemas complejos.

En su niñez y adolescencia lo atormentaron visiones y sueños perturbadores. Con frecuencia se sentía rodeado por destellos de luz, como fogonazos, en particular en situaciones de peligro o dificultad. Con los años aprendió a usar esas capacidades para crear mundos imaginarios con los que se entretenía por largas horas. Cheney señala que: "De haber existido en su niñez, las escuelas de psicología que hoy conocemos, las endiabladas imágenes que contendían con su percepción de la realidad le habrían valido, sin lugar a dudas, un diagnóstico de esquizofrenia, sesiones de terapia y medicamentos incluidos, capaces quizá de sanar el núcleo mismo del que brotaba su creatividad".

El padre de Nikola, el reverendo Milutin Tesla, orientó a su hijo hacia el oficio religioso, pero el interés del joven era la ciencia. En 1875 estudió ingeniería eléctrica en la Universidad de Graz, aunque no se licenció. En 1880 ingresó a la Universidad Carolina, en Praga, que tampoco terminó. En 1882 se trasladó a París. Trabajó en la Continental Edison Company, empresa de Thomas Alba Edison. Luego se transformó en rival de Edison. En 1884 viajó a Estados Unidos. Allí vivió el resto de su vida.

Corriente alterna vs. continua. La electricidad que llega hoy a los hogares es de corriente alterna. A comienzos del siglo XX había dos bandos: unos a favor de la continua y otros a favor de la corriente alterna.

La corriente continua es un tipo de electricidad de flujo constante. El problema es que pierde intensidad con la distancia (efecto Joule). Un ejemplo actual son las pilas y baterías.

La corriente alterna permite alterar parámetros de tensión, intensidad y tiempo. Por ejemplo, si se aumenta la tensión (voltaje) la intensidad disminuye y se puede transmitir la electricidad a grandes distancias con pérdidas mínimas. Tesla construyó un marco teórico muy sólido sobre la corriente alterna y registró varias patentes para su aplicación.

El principal impulsor de la corriente continua fue Edison. Fue un genial inventor y también un poderoso y prestigioso empresario. Batalló con fiereza para imponer la corriente continua como estándar en los proyectos de electrificación en Estados Unidos. Tesla contó con el respaldo de George Westinghouse, el inventor del freno de aire comprimido para los ferrocarriles y exitoso empresario.

La relación entre Tesla y Westinghouse fue muy estrecha y de mutuo beneficio. Westinghouse invirtió mucho dinero en el laboratorio de Tesla. A fines de la década de 1890, Westinghouse logró que poderosos banqueros se decidieran a favor de la corriente alterna, pero le exigieron que Tesla renunciara a sus patentes, de lo contrario le negarían el apoyo. Temían que Tesla adquiriera demasiado poder y se tornara inmanejable. Westinghouse no estaba de acuerdo, pero igual le planteó el tema a Tesla, quien no dudó en renunciar a sus patentes.

Demasiado humano. El niño raro se convirtió en adulto excéntrico. Tesla vestía de modo refinado y elegante, con levita Príncipe Alberto, sombrero hongo y pañuelos de seda blanca. Cheney señala que "el propio Tesla pensaba que era el hombre mejor vestido de la Quinta Avenida".

Era alto, flaco y con una mirada penetrante. Atraía mucho a las mujeres, pero toda su vida fue un soltero empedernido, sin pareja conocida. En Estados Unidos vivió en hoteles y comió en restoranes. Durante un largo tiempo vivió en el Hotel Waldorf, el más lujoso de Nueva York.

Era muy amable, de modales corteses y amplia cultura, pero en muchas ocasiones procedió con poco tacto. Tuvo un fuerte enfrentamiento con su compatriota Michael Pupin, otro destacado científico, por una nimiedad. Cuando llegaron a Estados Unidos, ambos eran amigos y compartían el deseo de progresar. Pupin tuvo problemas con el inglés y Tesla lo ayudó. En una ocasión Tesla le recordó el favor y le insinuó que sin su ayuda no habría logrado nada. Pupin se ofendió y lo odió hasta el final de sus días, al punto de testificar en su contra en el juicio Marconi versus Tesla por la invención de la radio.

En 1915 se difundió la noticia de que Tesla y Edison estaban propuestos para recibir de forma compartida el Premio Nobel de Física, pero al final quedó en nada. La causa habría sido que tanto Tesla como Edison prefirieron no recibir el premio que compartirlo.

Una tesis discutible. El título original del libro es Nikola Tesla. A man out of time. En la traducción al español se optó por El genio al que le robaron la luz, en lugar de la traducción literal, "Un hombre fuera de su tiempo". El prologuista de la edición hispana propone la tesis de que Tesla fue un pobre desgraciado víctima de inescrupulosos hombres de negocios. No es lo que se desprende del libro. Es cierto que en algunas ocasiones se aprovecharon de él, pero la lectura del libro muestra que tuvo un protagonismo decisivo en su época, vivió a sus anchas y recibió varios millones de dólares de parte de inversores. Le sobraron las oportunidades para ser un exitoso hombre de negocios. No lo fue porque su pasión no eran los negocios sino la investigación científica.

Fue un genio sin ataduras, con sueños grandes, con una larga y apasionante vida. No lo detuvieron la falta de dinero, los gobiernos, los poderosos, las burlas o los sarcasmos. Tampoco pudieron con él un incendio que devoró su laboratorio y varias descargas de electricidad.

NIKOLA TESLA. El genio al que le robaron la luz, de Margaret Cheney. Turner, 2009. Madrid, 386 págs. Distribuye Océano.

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