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Tropi-pop familiar

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Tenían 15 años y estaban mezclados en tres bandas (Cumbia piola, El Rejunte y Cumbia con clase) que cantaban covers. Ensayaban y hacían toques asilados en algún baile si vendían entradas. Miembros de esos tres conjuntos se unieron por amigos en común, conocieron a Gustavo Tagliabue (manager) y armaron VI-EM. Ingresaron a la movida tropical con una cabeza distinta, dispuestos a cambiar el género y hacerlo para todo público.

Eran adolescentes y sus padres no estaban del todo convencidos de que le dedicaran tantas horas a la banda. Les planteaban que lo tomaran como un hobby pero que estudiaran para poder tener un ‘plan B’. Siguieron el consejo y algunos miembros de VI-EM continúan yendo a facultad. Nacho Caramés (timbalero) pasó a cuarto de abogacía y estudia en la camioneta durante las giras, mientras sus compañeros duermen. Marco Amoroso (compositor y tecladista) decidió abandonar la licenciatura en Comercio Exterior el año pasado porque era imposible combinar los cinco shows por noche con la carrera. Pero evalúa la posibilidad de encarar algo vinculado a la producción musical para enriquecer a la banda.

El primer tema que compusieron fue Quiero verte bailar. Lo grabaron con Grupo Play de Argentina y fue un boom en ambas orillas. Desde entonces la historia cambió. No pudieron dar marcha atrás y volver a cantar covers porque esa canción había roto todos los esquemas y los fanáticos les pedían temas propios. Entonces hubo que ponerle más cabeza, más ganas y más tiempo a la banda. Sus padres dejaron el recelo inicial a un costado y empezaron a apoyarlos y alentarlos: mis compañeras de trabajo mueren con ustedes, la peluquera te vio en la tele y dice que le encanta. Y hasta les piden que le firmen posters, remeras y discos para los hijos de sus amigas.

El año pasado, más de 50 colegios quisieron que VI-EM animara sus fiestas finales pero pudieron asistir sólo a seis porque estaban tapados de eventos. Hicieron más de 500 shows en 2014, Canta se convirtió en disco de oro, sus canciones suenan en radios locales que no incluyen cumbia en su programación pero "ellos mismos nos dicen, no lo consideramos como tropical. El género fue bautizado como tropical urbano, es tropical mezclado con pop", explica Gustavo Tagliabue (G.T). Están invitados al Carnaval de Santa Cruz (Bolivia) y no descartan la posibilidad de componer en inglés, ya que se enteraron hace poco que sus temas están sonando en Panamá y Estados Unidos. "Realmente no sabemos cómo llegamos allá. Las llamadas de afuera vinieron solas y sorprende saber que los temas están sonando muy fuerte en el exterior. Después uno empieza a investigar más y a hacer contactos para difundir mejor los temas", agrega el manager y dueño de Movida Mix Producciones. Disfrutan con los pies en la tierra, pero tienen claro que no han llegado a su techo y sueñan en grande: "el objetivo mayor es tener una nominación al Grammy Latino". Es más, ya tienen confirmados algunos dúos internacionales, pero prefieren no adelantar de qué se trata.

Despegados.

Se metieron en el ambiente tropical con una mentalidad distinta y dispuestos a limpiar un género que algunos se habían encargado de "ensuciar. Tratamos de sacar eso a flote, levantar un poco más la vara, que te sientes a hablar con nosotros y digas, estos pibes de verdad tienen cabeza, apuntan a algo, se esfuerzan", comenta Marco Amoroso (M.A). Desembarcaron con objetivos concisos: levantar el nivel de la cumbia, demostrar que en Uruguay es posible hacer un producto de calidad y diferente a lo que ya existía.

El ingreso a la movida tropical fue complejo. "No hay mucho compañerismo: al que le va bien, lo tiran, y con el que le va mal, está todo bien. Nosotros tratamos de mantenernos un poco al margen", declara Marco.

—¿Qué cosas del ambiente no comparten?

—(G.T) Es un rubro donde la gente no trata de pensar cómo hacer para mejorar uno mismo, sino cómo hacer para bajar al otro. Tratamos de no entrar en eso: solo miramos nuestro trabajo. Vamos para delante día a día, pensamos cómo mejorar en cada tema, cada video clip, cada producción, en calidad de sonido, brindar un mejor show cada año. No miramos lo que hacen los demás, pero aunque estés acá encerrado en el estudio siempre te golpea alguna piedra en la ventana, pero tratamos de seguir trabajando sin prestar atención al agujero que deja.

—¿Cómo es la relación con los otros conjuntos?

—(M.A) Hay bandas amigas pero muy pocas. Nos llevamos notable con Grupo Play, también con la banda del Gucci, los músicos de Lucas Sugo y Los Fatales. Hemos compartido momentos con todos ellos pero nunca hemos estado juntos en el escenario.

—Los Fatales, por ejemplo, tienen gran experiencia, ¿han recibido algún consejo de ellos?

—(M.A) Nos han dicho, ¿qué consejo nos pueden pedir ustedes si están despegados? Quedamos de cara, nos sorprende. Fui a felicitar a Lucas Sugo cuando hizo los Teatro Metro y me dijo, yo los tengo que felicitar a ustedes.

Dueños de hits.

VI-EM se dedicó a cantar covers durante dos años hasta que una tarde Juan Andrés Iglesias (compositor y cantante) agarró lápiz y papel y le puso letra a una melodía que había inventado Marco unos minutos antes. Y de casualidad nació Quiero verte bailar que consiguió más de 4 millones de visitas en Youtube y sonó en todos los boliches. "Nunca dijimos, hagamos una banda de temas propios, pero compusimos esa primera canción y rompió todo", recuerda Juan Andrés. La vuelta atrás era inviable. No cabía la posibilidad de subirse al escenario para versionar temas de otros, debían continuar por ese camino: con ese boom de Quiero verte bailar había quedado demostrado que al público le gustaba lo que hacían.

Pensaron que era un tema más, pero se equivocaron. Se lo mostraron a su productor en Buenos Aires (Maku Records) y al día siguiente los llamó para que lo cantaran a dúo con Grupo Play, banda que también apadrina. "Le vio algo, se dio cuenta de que podía generar algo en la gente y dijo, vamos a meterle fuerte. Justo Grupo Play necesitaba un tema y lo grabamos con ellos. En parte sirvió para que pegara en Argentina porque ellos tienen mucha llegada y nosotros le dimos un levante en Uruguay, ya que volvieron a trabajar mucho acá. Ahora Canta es un himno en Argentina", relata Marco.

El suceso de Quiero verte bailar los pasó por encima. El primer tema de su autoría arrasó e incluso llegó a sonar en la pista de Showmatch: "fue uno de los mayores logros que hemos tenido", según Marco. "Que estén bailando un tema que vos compusiste en un programa que veías de niño es impresionante. Encima tuvimos la oportunidad de estar ahí en el piso gracias a los bailarines (Gabriel Usandivaras y Miriam Lanzoni, la esposa de Alejandro Fantino) que nos invitaron vía Twitter", expone Juan Andrés.

Sentarse a componer esa tarde no les costó nada porque había "cero presión". Hoy es más complicado porque cada tema que hacen tiene que superar al anterior: "estás en el ojo de la tormenta, esperando los comentario, la crítica".

Canta nació con un doble objetivo: superar el éxito de Quiero verte bailar y hacer un canción para toda la familia. Los primeros comentarios decían que parecía un tema de Cris Morena. El mensaje era "demasiado sano" y el cambió costó.

—(M.A) Quizá lo ponés en un baile de adolescentes que están en esa época de rebeldía y no cierra tanto. Tenés que ver a qué nicho va cada tema. Con Canta apuntamos a los chicos y los mayores y cerró muy bien.

—(G.T) Buscábamos entrar en radios que no habíamos conseguido entrar con canciones anteriores y lo logramos. Hoy VI-EM es una banda referente para todo público, vamos a fiestas de fin de año de las escuelas, cumpleaños de 15, de 50, de un año, casamientos.

—(M.A) Cuando yo era chico en la escuela cantábamos Color Esperanza, hoy nos llaman a nosotros. Las maestras y directoras nos decían, no podemos creer que esté sonando cumbia acá pero están conformes con eso. Cuando arrancó la banda nunca pensamos que nuestro público serían niños.

—¿Eso los limita a la hora de componer?

—(G.T) Qué tema complicado ese.

—(M.A) A veces te limita un poco.

—(G.T) A veces discuto eso. En el último tema, Cha cha cha decía, levanta ese tequila y yo les preguntaba, ¿es necesario poner tequila? Porque una palabra te limita la llegada a X radio.

—(M.A) Yo le explico que a veces es necesario porque cierra la esencia del tema. Piel canela, por ejemplo, dice un poquito de alcohol, lo cantan niños y quieras o no es una droga social totalmente aceptada. No queremos hacer hincapié en eso pero ese tema cerraba con esa idea: es fiestero y la gente en la fiesta consume alcohol.

Las siete diferencias.

La meta de VI-EM fue desde el origen separarse del resto en el ambiente tropical y demostrar que era posible hacer productos de buena calidad. "Hemos logrado mejorar el género y ese tema de los prejuicios hacia la cumbia está cambiando", destaca el manager.

1. Originalidad: se plantearon hacer algo que no existiera, no mirar al costado y apelar a la fusión de estilos musicales. "De entrada dijimos, si alguien está haciendo algo, no lo hacemos, buscamos otro camino".

2. Perfil bajo: durante todo el año pasado no tuvieron un fin de semana libre y venían bastante "desgastados" pero están seguros de que la permanencia y vigencia depende de ellos mismos, por eso cada vez que parece que a alguno se le va a subir el éxito a la cabeza, los demás se encargan de bajarlo: "tener los pies sobre la tierra es fundamental", opina Marco.

3. Perseverancia: no hay secretos, el éxito es a base de esmero y constancia. "No éramos grandes compositores, al contrario, pero fuimos metiéndole. Uruguay es un mercado chico y las bandas pueden laburar con un par de temas y covers. Podríamos habernos quedado con Quiero verte bailar pero queríamos que la gente en los shows dijera, ¿cuándo van a parar los hits? Porque es uno atrás del otro", dice el tecladista.

4. Calidad sobre cantidad: llegaron a hacer ocho shows por noche pero cambiaron el chip. "Llegás a la última fiesta con muy poca energía y el que te contrató no tiene la culpa y das una mala imagen. Entonces Gustavo estableció un límite en base a lo que podemos abarcar para rendir bien: no más de cuatro shows de 40 minutos por noche.

5. Perfección: están atentos a todos los detalles. Llevan su propio sonido a las fiestas y eventos porque alguna vez no les resultó el sonido de los lugares donde actuaron. Las canciones en vivo deben sonar exactamente igual que en el disco y se jactan de nunca haber hecho play back, incluso cuando sonaban pésimo en vivo.

6. Levantar el género: Gustavo no tiene problema en invertir dinero y tiempo en crear ideas para armar buenos videos. "Tratamos de subir un poco más la vara. Vos decís VI-EM y pensás en buenos videos. También es un peso porque cada clip que sacamos tiene el ojo de la gente. Apuntamos a la composición propia y los videos que levanten un poco el nivel.

7. Otra cabeza: la movida tropical sufrió un giro importante desde que ingresaron al ambiente y Gustavo le atribuye a VI-EM un 80% de responsabilidad de ese cambio. Incluso desde la producción: "antes la gente no quería invertir ni cinco pesos y hoy vemos que hasta la banda más nueva intenta salir con un video clip, aunque sea casero. Nos sentimos orgullosos de haber sido propulsores de ese cambio".

VI-EM golpeó, Sony les abrió

Llegaron al sello internacional Sony por insistencia. "La gente ve el éxito y piensa, tuvieron suerte, le embocaron con un tema y esto es trabajo constante. Por más que golpees las puertas, si no tenés un buen producto no te abren porque no tienen ningún compromiso. Sin embargo, tuvimos la suerte de golpear, tener un conocido en común que hizo llegar el material y se interesaron en el disco inmediatamente. El trato fue excelente y ver nuestro nombre en la lista de discos que va a salir al lado de grandes artistas internacionales, sorprende. Podemos decir que somos disco de oro y vamos por el segundo álbum", dice Gustavo.

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