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Shulay Cabrera entre Barney, las mamás y el fútbol

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Foto: Índigo

Se llama Julio Roberto Cabrera en homenaje a sus dos abuelos pero se auto bautizó Shulay porque le avergüenza la combinación de sus nombres. “Siempre me sonó a viejo”, dice. Participaba de cuanto acto escolar había y su madre le cosía los trajes.Salió varios años en Carnaval hasta que un compañero de parodistas Nazarenos lo acercó a Discovery Kids. Viajó por Latinoamérica vestido de Barney. Gracias a esas giras pudo comprarse una casa en su Cerro natal. Se probó en el stand up de atrevido mientras vivió en Buenos Aires. Su base era el Carnaval y el teatro infantil, pero cuando volvió a Uruguay se anotó en Club de Comedia y se formó en el género. Lleva tres temporadas haciendo Ay mamá (jueves 21:30 en Undermovie).

Dio sus primeros pasos en Carnaval, hizo teatro infantil y trabajó con Cacho Bochinche un par de años. Shulay Cabrera supo por un compañero de parodistas Nazarenos que Discovery Kids había renovado el show de Barney y se presentó al casting.

Cantó, bailó y actuó sobre una pista en esa audición. La clave era derrochar simpatía y desenvolverse con energía y Shulay lo hizo fantástico durante los seis años que giró por América.

Primero fue uno de los bailarines jóvenes en esos shows y después que pasó la adolescencia empezaron a entrenarlo para el rol principal.

Se disfrazó de Barney en la época en que el dibujito explotaba. Debía conocer cada detalle del traje, cómo hablaba, cómo se movía. Miró muchos vídeos para sacar gestos puntuales y hoy la voz le sale perfecto. Le agradece a Barney porque con el dinero de esos shows se compró una casa en el Cerro.

"En la gira no se podía decir quién era Barney ni imitar su voz. Estaba prohibido romper la magia por los niños. Nunca se cambiaba delante de nadie, teníamos camarín privado y solo se veía el traje en vivo, nunca colgado".

En 2011 se instaló en la casa de un amigo en Buenos Aires. Iba decidido a probar suerte en la vecina orilla. Presentó su show Un uruguayo en Buenos Aires en una salita de su casa con puffs como butacas y a la gorra. Una noche cayó Maxi de la Cruz a ver el show. Hoy son amigos y hace poco actuaron juntos en Mess Bar.

—Maxi no me comentó nada de aquel espectáculo, pero el otro día terminamos el show en Mess y le dije, nunca me dijiste que lo que hacía era una porquería. Él me contestó, nunca doy para atrás y aparte recién arrancabas. Está bueno que te des cuenta y que estés conforme con lo que hacés ahora.

En Buenos Aires animaba cumpleaños infantiles para sobrevivir, pero no funcionó, así que en diciembre de 2011 armó las valijas para pasar las fiestas en Montevideo, se subió al barco y no volvió a cruzar el charco.

Apenas retornó hizo el curso en Club de Comedia y así empezó a meterse en el mundillo del stand up. En 2013 salió en revista Tabú y al poco tiempo empezó a escribir su segundo monólogo que tituló Ay mamá.

"Recordé la época en que había estado en México y asociaba las telenovelas de ese país con mi nombre (Julio Roberto). Eso me causaba gracia y trasladé los cliché de las ficciones a mi vida", cuenta. Este show también habla sobre la influencia que tuvo su madre en la elección de su nombre, de la madre hippie, de la realeza europea.

Su objetivo es escribir un tercer monólogo pero enfrentarse a la hoja en blanco le resulta muy cuesta arriba.

Barney no fue su único disfraz. Shulay fue el hincha celeste en un comercial de Coca Cola y viajaba con la Selección vestido de mascota durante las Eliminatorias para Sudáfrica 2010. Ahí conoció a varios futbolistas pero se quedó sin ir al Mundial porque no salió la promoción.

Se sacó las ganas en 2014. Shulay se hizo amigo de Rodrigo "Popi" Muñoz porque jugaban juntos en las inferiores de Cerro. Estaba decidido a ir a Brasil, pero no tenía un peso. Le pidió a su primo que le sacara un pasaje a crédito, hizo más de cuatro escalas para llegar a San Pablo y se alojó en la casa de otro amigo de su barrio que vivía a tres cuadras del estadio donde Uruguay jugaba contra Inglaterra.

"Hablé con el Popi y me dijo que fuera directo al hotel que era el día de visitas y me iba a hacer pasar. Llevé a mi amigo, que faltó al trabajo y al otro día lo echaron. Entré y estaban todos los jugadores. Me saqué fotos, hice firmar una bandera. Mi sueño ya estaba cumplido. Ya no me importaba si iba al estadio o no. Pero el Popi me apartó y me dio las entradas. No lo podía creer. Vi los dos goles de Suárez en vivo. Encuadré la entrada".

—Hiciste una sátira de Por la camiseta con Richard Pellejero (Cerro) que se viralizó, ¿qué te dijo Rafa Cotelo cuando la vio?, ¿cuál es el próximo invitado?

—La subió él antes que yo. Somos los dos de Cerro, hicimos un show juntos en el festejo de los diez años de matrimonio del "Pato" Sánchez. Yo fui compañero de liceo de la esposa del Pato y soy padrino de su hija Luciana. Esa noche estaba Luis Suárez y le pedí a Rafa, bo, haceme el dos, preciso que Suárez grabe un vídeo para promocionar mi show. Vi una silla libre al lado de la de Suárez y me senté. Le di la espalda para ignorarlo un rato y al final nos saludamos y me grabó el video.

El próximo invitado a Por la camisinha será Gonzalo Porras (Nacional) y quizá esté Carlos Macchi (exLiverpool).

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Foto: Índigo

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