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Martín Abascal: Revelación uruguaya

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Martín Abascal ganó un Premio Estrella de Mar este verano en Argentina.

Diez años atrás, el joven uruguayo Martín Abascal se instaló en Buenos Aires con el sueño de hacer carrera como actor y cantante. En 2009 tuvo un pico de popularidad al integrar el elenco de participantes de Operación Triunfo, de Telefé y que aquí se vio por Monte Carlo TV.Desde entonces, el joven oriental ha recorrido diversos espectáculos de la cartelera porteña y también estuvo radicado en México y en Ecuador. Ahora vuelve al tapete por su participación en La gran revista de Mar del Plata, que le valió el premio Estrella de Mar como revelación de la temporada 2017. Conocé su historia.

—Llevás más de 10 años en Argentina, ¿Por qué decidiste irte de Uruguay?

—Los uruguayos somos muy consumistas de lo que se produce en Argentina. En la programación de TV, por ejemplo, se ve mucha participación de los productos argentinos en casi todos los canales, salvo el 10, según tengo entendido. Entonces, desde niño me críe viendo eso y soñaba con cruzar el charco para conquistar este país y por añadidura, también el mío. Veía además los casos de Osvaldo Laport o Natalia Oreiro y los tomaba como referente.

—¿Operación triunfo fue el factor determinante para irte?

—Cuando se dio lo de Operación triunfo (2009) yo ya estaba en Buenos Aires. En Uruguay yo trabajaba en un supermercado como empaquetador y luego cajero y tenía la costumbre de ir y venir a castings en Buenos Aires. Como iba quedando en algunos, decidí quedarme porque había más posibilidades artísticas en Argentina. Renuncié al trabajo en el supermercado y en 2007 me instalé en Buenos Aires. En principio vivía en la casa de mis tíos y luego fui haciendo mi camino.

—¿En Uruguay no pudiste desarrollar nada de tu perfil artístico?

—Sí, algunas cosas. Estudié teatro en Italia Fausta y con Beatriz Massons. Me encantaba (y me encanta) el carnaval. Fui parte de los Jokers en su momento, pero como soy muy bajito en ese momento no daba con el perfil del parodista. También me presentaba a muchos castings, como al del programa Casting que hizo Teledoce (2003) pero no quedé.

—¿Cómo recuerdas tu pasaje por Operación triunfo 2009?

—El reality fue para mí un sueño cumplido. Fue el primer mimo que recibí como artista y que me convenció de que lo que yo me había jugado al dejar mi país había valido la pena. Fue muy importante. Sigo teniendo amigos con los que transitamos aquel reality. Hasta el día de hoy, me siguen recordando en la calle por aquella experiencia. Fue el comienzo de mi carrera de cantante.

—¿Cuál es tu rol en La gran revista de Mar del Plata?

—En la Revista de Mar del Plata yo estoy como atracción. El espectáculo tiene un estilo muy marcado, con la impronta de Carmen Barbieri y Santiago Bal, quienes han estado en la época dorada del género. Si bien es una revista moderna, están bien definidos los roles: está la vedette, la media vedette, las bailarinas, el capo cómico y la atracción, que por lo general es un cantante y es mi caso. Estoy en dos cuadros en solitario. En uno canto el tema Balada para un loco, con una versión más teatral. En ese cuadro se trata de mostrar más al actor. Y en el otro cuadro, interpreto O sole mío.

—¿Cómo surgió esa posibilidad de incorporaste al espectáculo?

—Porque me presenté a un casting. Vi que Carmen lo estaba haciendo y me presenté. Toda la vida he hecho castings. Me llamó a los dos meses diciendo que me quería contratar. Me contó que desde hacía tiempo quería contar conmigo y que estaba segura de que iba a ser su revelación o por lo menos iba a estar nominados. Fue textual lo que pasó: estuve nominado y encima me lo llevé.

—¿Qué significó para ti obtener la Estrella de Mar a la revelación de la temporada?

—Mucha emoción. No la esperaba. Estaba en esa fiesta donde aparecía de repente Mirtha Legrand o Carlitos Balá. Fue una noche muy importante; es uno de los premios más fuertes de Argentina. Estaba muy emocionado con la nominación pero no esperaba el premio. No me voy a olvidar nunca. Fue una locura.

—Además de Buenos Aires, estuviste en México...

—Es cierto. Estuve en México, en Ecuador... trabajé mucho afuera porque tengo acento neutro y soy aceptado. La experiencia siempre ha sido positiva, pero cada vez vuelvo a Buenos Aires porque soy medio terco. Estar en Argentina es como estar en Uruguay. Si te va bien acá, te va bien allá. Somos dos tierras hermanas y es más simple. En México estuve cantando y actuando, pero recuerdo que al año tuve que volver por un trámite. Entonces me surgió una oportunidad en Buenos Aires y me quedé. No volví más.

—¿Qué planes tienes de ahora en más?

—La temporada es larga así que vamos a seguir en Mar del Plata todo febrero y marzo. Fuera de esto, estoy moviéndome, tratando de volver sobre el tapete. Estoy también tratándome de enfocar en el actor. En Uruguay hacía muchas publicidades y es lo que más estudié. Lo que me abrió las puertas de todo en Argentina fue la voz, pero ahora también tengo ganas de probarme más como actor.

—¿Extrañás Uruguay?

—Siempre se extraña. A veces escucho el himno y me emociono. Se extraña la familia y la gente. El uruguayo es muy cálido y educado. Uno que ha transitado por diferentes países y culturas, cada vez valoro más al uruguayo.

—¿Volverías a vivir?

—Siempre me estoy moviendo en base de mis sueños y de mi trabajo, así que no descarto la posibilidad. Me encantaría trabajar en ambos lados del Río de la Plata, como hacen tantos uruguayos y argentinos. Los lugares que he elegido para vivir tienen que ver con mi carrera, así que siempre voy a estar donde tenga oportunidades a nivel profesional. Mi familia está toda allí, así que me encantaría.

—¿Qué tipo de música escuchás?

—La música en mi vida acompaña los momentos. Como soy versátil para cantar, me pasa lo mismo para escuchar. Me gusta rock, pop, lírico, tango, jazz... no hay un género que te diga: "Sácamelo".

—¿Qué pensás de la cumbia cheta?

—Explotó aquí, debido sobre todo por los uruguayos de Márama y Rombai, entre otros. También está en mis planes hacer versiones en ese género. No solo la conozco y me gusta, sino que la estoy cantando.

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