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Renée Zellweger

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Renée Zellweger

Es una de las actrices más premiadas de Hollywood. Luego de seis años de ausencia voluntaria, Renée Zellweger volvió al cine con su personaje más querido: Bridget Jones. Además, tiene varios estrenos en camino.

1 - DEBUTÓ EN PELÍCULAS TEXANAS.

Los primeros sets que pisó fueron en su casa.

Renée Zellweger nació hace 47 años en una ciudad llamada Katy, en Texas (Estados Unidos). Es hija de un ingeniero suizo y de una enfermera noruega. Durante su adolescencia se destacó como porrista, pero también fue una de las actrices recurrentes de los espectáculos escolares. Sin embargo, cuando decidió qué estudiar optó por Ciencias de la Comunicación.

Más tarde, motivada por la interpretación, cursó distintos talleres. Entonces, decidió probar suerte en el cine. Primero se enfocó en llegar a realizaciones locales. Así fue que rodó varias películas en Texas, entre ellas en 1997 protagonizó La matanza de Texas: la nueva generación. Su compañero de reparto era un tal Matthew McConaughey.

2 - TRABAJÓ EN BAR DE STRIPERS.

Sirvió tragos durante un año para costear los estudios.

La lista de celebridades que dieron sus primeros pasos en clubes de stripers es interminable y, sobre todo, sorprendente. Los bailes hot ayudaron a llegar a fin de mes a celebridades como Courtney Love, Channing Tatum, Lady Gaga, Carmen Electra y Brad Pitt. Y si Catherine Zeta-Jones confesó haberse contorneado en el caño para poder pagarse una cirugía estética en la nariz, Renée Zellweger no tuvo reparos en aclarar su vinculación a uno de estos boliches para costearse la universidad en Texas de cine, radio y televisión. Además, asegura que nunca tuvo que quitarse la ropa frente a los clientes porque únicamente trabajó como mesera. Tenía 18 años. El esfuerzo valió la pena, porque Renée fue tan buena estudiante que logró graduarse un año antes que el resto de los alumnos de su grado. Aunque esos años de estudio quedaron en el olvido, las vueltas del destino la llevaron a ennoviarse con su antiguo compañero de clase, el guitarrista Doyle Brahmhall II, con quien lleva más de tres años de relación.

3 - CASI SE CASA CON JIM CARREY.

No habla de sus romances, pero se saben igual.

Con casi tres décadas de estrellato a cuestas, es una de las pocas actrices que han podido impedir que su intimidad tome estado público. Renée Zellweger no suele hacer declaraciones románticas ni responder a los chismes que publican los medios rosas. Sin embargo, trascendió su gusto por los músicos. De hecho, fue novia de Jack White y Kenny Chesney. Con el último se casó y se separó a los cinco meses. ¿La razón que alegó? "Fraude". Y nunca se supo a qué se refería exactamente. Entres sus novios famosos estuvo Bradley Cooper, durante dos años. Y, antes, Jim Carrey. La pareja rodó la famosa comedia Irene, yo y me otro yo (2000), pero el final distó de ser como en la ficción. Carrey le pidió matrimonio durante el rodaje de Bridget Jones entregándole un anillo de diamantes de 60 mil dólares. Más tarde, planificaron un viaje a Hawái y cuando Renée planteó casarse allí, él se negó. Lo dejó, y Carrey viajó solo.

4 - DIJO QUE NO SE RETOCÓ EL ROSTRO.

Según ella, los cambios son pura vejez.

Durante meses soportó las burlas acerca de su supuesto exceso de operaciones estéticas en el rostro, hasta que el comentario de un crítico de cine fue la gota que derramó el vaso. Zellweger escribió una columna en el Huffington Post denunciando el acoso y negando cualquier tipo de retoque. "Quizá parezco diferente. ¿Quién no al hacerse mayor? Pero soy diferente, ahora soy feliz", dijo. Para evitar estos malestares, la actriz no usa redes sociales.

Otra de las preguntas que Zellweger odia responder es por qué no ha tenido hijos. "Nunca he sentido deseos de ser madre en mi vida. Nunca dudé de si serlo me haría feliz", lanzó a la prensa en una de las recientes conferencias de El bebé de Bridget Jones.

5 - DURANTE 6 AÑOS NO HIZO CINE.

Se cansó de oír su voz y de verse en la pantalla grande.

Una entrevista que publicó la revista Vogue puso fin al misterio. En 2010, luego de un puñado de estrenos sin el éxito esperado, Zellweger se alejó del cine. Dijo que estaba harta de escucharse, que estaba cansada y que era tiempo de crecer. Volvió seis años después, motivada por un cheque de 22 millones de dólares y la promesa de repetir, por tercera vez, el éxito en la piel de una solterona inglesa con problemas de peso. Para interpretarla, tuvo que tomar clases con un profesor que la ayudó a fingir el acento. Además, la fibrosa actriz volvió a engordar 10 kilos cumpliendo una dieta de 5 mil calorías diarias, a base de hamburguesas, papas fritas, pasta y donas: 20 al día. En tres meses subió cuatro talles de ropa.

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