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Personaje instalado

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Darío Barassi

ENTREVISTA A DARÍO BARASSI

Saco, moñita y... bermudas. Look perfecto para describir a Darío Barassi. Cuando todo viene dado dentro de un esquema predeterminado, aparece algo que descoloca. Es abogado, fue notero y conductor, hace humor, estudia canto... pero si tiene que definirse de una sola forma, no lo duda: “soy actor”.

ANALÍA FILOSI

Es un sábado lluvioso en Montevideo y Darío Barassi (33 años) recorre el shopping Punta Carretas con su esposa Lucía. Es su primera visita a la capital uruguaya, no así a nuestro país, Punta del Este lo tiene conquistado desde hace un tiempo. "Lo descubrí y se volvió uno de mis lugares de escapadas favoritos con mi mujer, me fascinó. La verdad es espectacular, todo el mundo me lo recomendaba. Como soy sanjuanino, siempre veraneé mucho más del lado del Pacífico que del Atlántico y la verdad que una vez que me vine a vivir a Buenos Aires, hace quince años, descubrí Cariló, que me vuelve loco y que cada vez que puedo un fin de semana, me escapo para allá". Ahora Punta del Este se sumó como una opción más. "Fui muy guiado por el Zorrito Von Quintiero, que me recomendó un par de lugares gastronómicos en los que se come perfecto, y después tengo un par de amigos que tienen departamentos por ahí… se volvió como un destino que está buenísimo", cuenta este actor y humorista al que hoy la mayoría reconoce por su presencia en Nunca es tarde (NET, Fox Sports, lunes a viernes, 23 horas).

"No nos acompañó tanto el clima para caminar, pero la ciudad me pareció espectacular", comenta de su estadía en Montevideo en diálogo telefónico con Sábado Show. "Salimos a pasear mucho por el casco histórico, me encantó Carrasco… la verdad que lo disfruté mucho, son muy amigables, se come muy bien. Es lindo estar en Uruguay".

-¿Te reconocieron?

-La verdad que sí. Evidentemente a la penúltima tira que hice, Educando a Nina, la vieron varias personas y la disfrutaron. Y el hitazo es Nunca es tarde. La gente tiene la mejor, así que me saqué un par de fotos, firmé un par de cuadernos. Estuvo bueno.

NET fue una propuesta que armó junto a Germán Paoloski que le vino al pelo a Fox Sports. "Es una señal en esencia deportiva y quería ampliar su público, conquistar al público no tan deportivo, no tan futbolero, y al público femenino. Y la verdad que con Germán hacía rato que veníamos con la intención de laburar juntos, fuertemente juntos, y ponernos en el hombro un proyecto de late night show. Cuando la pantalla de Fox se copó con el proyecto, no hubo dudas", detalla quien se declara cero futbolero, un hombre "con menos fútbol que la revista Para Ti", ha llegado a decir.

Precisamente eso fue lo que le dio un lugar en NET. "Al principio para ellos también fue como una apuesta, a ver, veamos qué hace este pibe. Pero tengo oficio, es mi laburo, sé cómo jugarlo, hago de esa falencia, del hecho de no saber de fútbol, algo que tenga humor, y lo uso a favor del programa y a favor mío. Y la verdad que convive muy bien porque lo tenés a José Chatruc, que es ex jugador y la descose, sabe; Germán es periodista deportivo; el Zorrito es fanático de toda la vida de Boca y muy amante del fútbol", apunta sobre sus compañeros de programa, con los que cada noche comparte entrevistas, juegos, humor y música.

Su ignorancia del mundo fútbol quedó en evidencia no hace mucho, cuando se enteró de la existencia del jugador de la selección argentina Paulo Dybala. "Fue un programa en el que hablaban de Dybala y yo no tenía ni idea quién era. Fue un momento como espectacular. Además, digo mal los nombres de los jugadores, siempre me equivoco con las ligas y demás… pero eso también está un poquito potenciado. Aparte, empecé a ver fútbol, cosa que hasta ahora no hacía nunca", confiesa.

-¿Ya te llevaron a la cancha?

-Todavía está pendiente. Soy más vueltero. Es que los fines de semana, cada vez que puedo, me voy a Cariló o a Punta del Este. Pero ya voy a ir, me voy a clavar un buen choripán y voy a agitar un poco. La última vez que fui a la cancha fue para ver un recital; en mi vida fui a ver un partido, en mi vida.

Programa soñado

NET debutó en la pantalla de Fox Sports en junio de 2015, consiguiendo el objetivo de atrapar a un público más amplio que los simples amantes del deporte y dándole un empuje extra a la carrera de sus ya conocidos integrantes. Lo que parece una reunión de amigos en la que todo puede suceder, es un programa de TV bien pensado y planificado. "El programa sale en vivo a las 11 de la noche y yo a las 7 y media de la tarde ya estoy en el canal, con Germán, Chatruc y con el resto del equipo. Hay un muy buen equipo de producción, dos guionistas, muchos productores. Para mí esto es Escuela Paoloski, estoy aprendiendo a laburar con él y es una herramienta que voy a tener para toda la vida, que es saber que la televisión no es una cosa improvisada", señala Darío sobre cómo vive cada día su trabajo en el late night show. "Hasta ahora, a mí me ponías una cámara, play y yo hago, pero la verdad que es mucho mejor cuando tenés una estructura y la vas rompiendo, o te vas acomodando a esa estructura durante el aire. Me gusta hacerlo. Llego temprano, veo quién es el entrevistado, hacemos brainstorming, se descartan juegos, se proponen juegos, se ve todo el material, se lee toda la data de los invitados, proponemos o cancelamos ideas…", acota demostrando todo el trabajo que hay detrás.

"NET es un programa que, si bien es el show de Germán, hay todo un equipo detrás. Le dedico mucho tiempo y siento que es uno de los mejores programas hoy por hoy no solo de la señal, sino que es un muy buen late night. De lo mejor que se ha hecho en Argentina hasta ahora, en cuanto a formato, en cuanto a estructura. Obviamente, hubo otros, con otros conductores, con otros colores…", dice el encargado fundamental de que el humor esté presente, aunque aflore en todos los demás.

Siempre actor

"Yo soy un poco más bizarro, mi humor es un poco más border", apunta Darío al definir su aporte a NET. Ese humor fue el que le abrió muchas puertas. Por ejemplo y aunque suene a cliché, él fue el típico caso del que va a acompañar a un amigo a un casting y se queda con el papel. El periodista Juan Belli lo llevó a la prueba para entrar al magazine AM, Darío se mandó un par de chistes muy suyos y conquistó a Gastón Trezeguet, el ex Gran Hermano que se volvió productor de Telefé. Así se convirtió en el notero de espectáculos del programa.

No era ningún improvisado. Había estudiado teatro en su San Juan natal y siguió haciéndolo en Buenos Aires, con Alicia Zanca y en el Instituto Alemán con Oscar Kummel. Pero siempre en paralelo con la carrera de Derecho, condición que le puso su conservadora familia para dejarlo ir a la capital argentina. "Negociamos en eso y no me arrepiento, está bueno tener el título de abogado. Aparte, me dio como un bagaje y contactos que están buenísimos", admite quien llegó a trabajar un tiempo en el estudio Pacheco Barassi, perteneciente a su hermano.

Porque Pacheco es el primer apellido de Darío. "Apenas empecé lo de la tele, a mi familia todo le parecía muy raro. Entonces mi hermano, para que no nos vincularan de manera tan directa, aparte somos parecidos físicamente, me pidió que no usara el apellido Pacheco. A mí no me molestaba para nada, jamás pensé que iba a trabajar en la tele y jamás pensé que iba a llegar a donde estoy transitando hoy. Lo hablé con unos productores y le dije que me gustaba mi nombre Darío y que no me molestaba que me dijeran gordo. Pero si me hacía llamar Gordo, no tenía una connotación tan positiva. Entonces dije usemos Barassi, el apellido de mi mamá. Y arranqué como el Dr. Barassi, porque era abogado y opinaba un poco de cosas legales, hasta que se dieron cuenta que era un cero. Se fue instalando el Barassi, Barassi, Barassi… soy Barassi".

Aclara que desde el primer día su familia sabía que estudiaba teatro, no era ningún secreto. La cosa se empezó a complicar un poco cuando la exposición entró a aumentar. "Apareció la tele, con un personaje travestido a las nueve de la mañana, y era un poco mucho. Pero ya era un tipo grande, ya sabía lo que quería de mi vida, ya no decidían por mí".

Así se fue construyendo la carrera de Darío en los medios. El notero convivió con el actor y el actor se pudo lucir en teatro, destacando la obra Chicos Católicos; en la televisión, con participaciones en Viudas & Hijos del Rock and Roll (nominado al Martín Fierro Revelación), Educando a Nina y Quiero vivir a tu lado, y en el cine, para el que Fernán Mirás lo convocó para ser parte de su ópera prima, el thriller El peso de la ley.

"Fernán me dijo que vio que había en mí una cosa actoral a la que el personaje de Barassi se le ponía por encima. Y la verdad que es un poco cierto, estoy muy instalado como Barassi en el humor, pero yo también considero que soy un actor y que tengo otras herramientas más que el humor. Buenísimo que Fer pudo ver eso, no lo dudé, le dije que sí", recuerda sobre lo que tuvo que hacer para ganarse el papel de secretario de la abogada protagonista del film (Paola Barrientos). "Fernán me pidió que tratara al menos de diferenciarme un poco físicamente de cómo es Barassi. Me dijo bajemos un poco de peso, no uses anteojos, peinate de otra manera, cambiá la dicción, la manera de hablar, pero no porque el personaje fuera de otro color, sino para tratar de diferenciarme de la imagen de Barassi. Me veo en la peli de Fernán y siento que soy otro, y eso me parece que es un gran logro de él como director", agrega sobre la película reciente ganadora del Festival Nacional de Cine de Las Termas (Río Hondo).

"Me gusta verme en esa peli. Me recuerda que hay más tela para cortar y que hay que estar activo. A veces uno se queda en la zona de confort, aunque no reniego para nada de lo que funciona de mi personaje. El personaje Barassi me queda cercano, yo soy bastante parecido, me resulta cómodo y a la gente por suerte le gusta. Pero de vez en cuando está bueno tocar otros colores, componer algo distinto, así que agradezco cuando vienen oportunidades de laburo que me piden otra cosa", destaca.

Peso liviano

Un tema que siempre está presente en toda entrevista que se le hace a Darío es el de su peso. "Yo nací con 6 kilos 100, nunca lo cuento. O sea, nací gordo. Convivo con la gordura desde muy chico y la verdad que convivo bien, en mi caso nunca fue un limitante. Siempre tuve amigos, fui a un buen colegio, me casé con la mujer que me gustaba… no es que es un don ser gordo, pero a mí no me ha resultado un obstáculo", confiesa con su habitual naturalidad. "Solo me preocupa en materia de salud. Si voy a jugar al tenis, juego cuarenta minutos y mis rodillas no dan más, ahí sí me enojo un poco con mi gordura. Pero solo en esos momentos", aclara quien periódicamente se somete a chequeos médicos. "Por suerte, soy un gordo relativamente sano por ahora, todos los médicos me dicen que debe ser por la edad, que cuando cumpla 40 se me va a disparar todo. Así que dejé de jugar con eso, voy tratando de controlarlo sin volverme loco".

"No soy un gordo vago", agrega Darío y justifica su afirmación. "No soy de los gordos que comen y están tirados en sus casas mirando televisión todo el tiempo, para nada. Yo voy al gimnasio tres veces por semana, hago natación los fines de semana, juego al tenis. Como mucho y como mal, pero soy un tipo muy activo".

Lo de comer mucho es algo que varios recordarán de su etapa de conductor de Rico y abundante, programa de Utilísima, señal que luego pasó a ser Fox Life. "El programa era conocido en Argentina porque eran dos gorditas Silvia Barredo y Mirta Carabajal- que cocinaban de manera muy intensa. Se veía muchísimo y funcionó muy bien. Me parece que estuvo buenísimo hacerlo, lo único malo es que me clavé 25 kilos en tres años (risas). Fuera de eso, fue un gran aprendizaje", comenta.

Gran familia

Darío se confiesa muy enamorado de su esposa, con la que sueña tener muchos hijos. "Vamos a tener una familia divina. Lucía es un diez, es un pilar… más enamorado no puedo estar. Feliz de la familia que tengo con ella, estamos arrancando con nuestra propia historia, con nuestra propia familia, nuestra propia casa... Lo demoramos un poco por los tiempos, también nos gusta disfrutar nuestra relación. Lu es una psicóloga con muchísimo laburo, tiene su empresa, Aprentia, de acompañamiento escolar. Pero pronto tendremos hijos, no faltará mucho para que empecemos a traer mini Barassis al mundo", anuncia.

Le costó unos años conquistar a esta sanjuanina, pero finalmente lo consiguió y lo celebró con un gran casamiento. "El casorio estuvo espectacular, terrible fiestón. Uno de los diferenciales era que en los baños había menús de solteros y solteras que decían en qué mesa estaba cada uno, cuál era su condición y qué estaba buscando, y poníamos una foto. Desde amigos facheros hasta el que pobrecito va a morir virgen, tías que son señoras grandes, mi madre -que sigo tratando de engancharla a alguien-, un tío soltero… estaba todo el mundo. De hecho, se formaron dos o tres parejas, así que dio resultado", recuerda a las risas.

Darío y Lucía necesitan volver a San Juan de tanto en tanto para reponer energías y cambiar de aire. "Ya hoy, diez días en mi vida, es imposible. Pero cada vez que puedo, me voy tres días. Me encanta ir, comer un asado con mis amigos en el campo de alguno, ver a mi familia y a la familia de mi mujer. Mi madre sigue allá, pero viene bastante seguido. Tengo tías que adoro y que también me encanta visitar. San Juan es de esos lugares que, como las escapaditas a Punta del Este, es una bajada a tierra. Es fundamental, este laburo te demanda tanto que, de vez en cuando, tenés que generarte estas escapadas, relajar un poco, conectar con lo que hay que conectar y demás. Las hago cada vez que puedo".

Lo que se viene

Darío afirma que esta segunda mitad del año su agenda viene más tranquila, pero es solo para preparar un 2018 de mucho trabajo. En el verano tiene la intención de estrenar un unipersonal sobre cuatro personajes que se despiden de algo, guionado por Pedro Saborido. "Está muy bien escrito, Pedro es una bestia, guionista de Tato Bores, de Capusotto, entre otros miles. Es un tipo muy rico de cabeza y está buenísimo lo que está escribiendo".

NET, como es habitual, se toma un descanso de un mes o algo más, pero ya tiene asegurada temporada 2018. "Hay NET para rato", asegura. Luego, maneja dos ofertas de tiras de TV entre las que deberá quedarse con una, y dos propuestas de teatro, una más comercial y otra una obra infantil gigante para vacaciones de invierno. "Sería la primera oportunidad de trabajar para los niños. Con la magnitud que tiene la oferta y con un director que me encanta, como es Ariel Del Mastro, que sea en las vacaciones de invierno me permite acomodar todo lo demás que tengo para poder hacerla", detalla.

En cuanto al cine, confiesa que está en proceso de audición para una película extranjera, pero no puede adelantar más que eso. Hay que destacar que este año le prestó su voz a un personaje de la película animada Emoji (fue Popo, la caquita elegante). "Fue un laburo totalmente distinto, totalmente lúdico. Lo disfruté mucho, sé que voy a hacer más laburos de esos. Me encanta trabajar con mi voz. Me ocupo de ella, la cuido, voy a foniatra tres veces por semana, estudio canto, me encanta cantar. Pensé que Emoji era una cosa más de locución y terminó siendo una cosa cien por ciento actoral, y estuvo bueno", destaca.

-Y si entre tanta cosa queda un tiempito, ¿habrá escapada a Uruguay?

-Sí, olvidate. Va a haber un fin de semana que me escape para ahí para dormir, leer y pasear.

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