La película alemana candidata al Oscar y dos que juegan con el terror

28/11/2015, 06:00

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Laberinto de mentiras aborda el caso real de los juicios a los nazis; mientras que en Los huéspedes, M. Night Shyamalan recupera algo de lo que lo hizo exitoso en Sexto sentido. El tercer estreno es Victor Frankenstein, una nueva versión de la historia del monstruo.

Finalizada la Segunda Guerra Mundial, un joven fiscal alemán se maneja con una máxima que le dijo su padre: "siempre haz lo correcto". Por ahora la aplica a las multas de tránsito que debe resolver por estar en la etapa de pagar derecho de piso. Pero un día aparece un periodista denunciando que en un colegio dicta clases un ex nazi que actuó en Auschwitz (Polonia). Nadie quiere el caso, salvo Johann Radmann, que siente que algo hay que hacer aunque no sepa nada de esos campos de concentración. Con una mirada ingenua al inicio de la historia, el inexperiente abogado irá descubriendo cosas que muchos de sus compatriotas prefieren hacer como que no ocurrieron. La película aborda un tema difícil, denso, en el que, entre otras cosas, deja en claro que era imposible que tras la guerra los nazis desaparecieran como por arte de magia. Muchos de ellos se convertirían en los ciudadanos comunes y corrientes con los que habrían de convivir en la vida diaria. El tema es lo que ocurre cuando se va descubriendo que hizo cada uno de ellos en medio de la guerra. La película está inspirada en hechos reales y condensa en un solo personaje -Radmann- lo que en la realidad hicieron tres fiscales entre 1963 y 1965. Elegida para representar a Alemania en la carrera por el Oscar a Film Extranjero, presenta de forma clásica, por momentos demasiado correcta, un tema polémico. Buena recreación de época y buenas actuaciones para una historia que quizás hará que mucha gente del público pase por el mismo proceso que el protagonista: de la ignorancia a las revelaciones más impensadas. Sólida, interesante y bien narrada.

Los huéspedes

Dos preadolescentes deciden pasar una semana con sus abuelos, a quienes no conocen porque su madre pegó el portazo cuando tenía 19 años y nunca más los vio. Ambos registran la visita con cámaras para hacer un documental. Todo va bien hasta que se dan cuenta de que la abuela "enloquece" de noche y el abuelo tiene comportamientos extraños. Si bien el film juega con los sustos y el terror psicológico, hay toques de humor muy logrados sobre todo por la labor de Oxenbould. Con pocos recursos y un guión con vuelta de tuerca, Shyamalan logra recuperarse tras varios fracasos. Quizás tras develar la gran incógnita la cosa se extienda algo más de lo necesario, pero eso no quita atractivo a un producto por demás aceptable.

Dos hermanos van de visita a la casa de los abuelos que no conocen.

Victor Frankenstein

Nueva versión de la historia del monstruo, esta vez contada desde el punto de vista del brillante asistente del Dr. Victor Frankenstein. Comienza cuando ambos se conocen, el primero como fenómeno de circo y el segundo como el loco estudiante de medicina que lo rescata para cumplir su sueño de vencer la muerte. En el marco de una gran reconstrucción de época, el relato avanza gracias a las lucidas actuaciones de dos destacados actores: Radcliffe sigue cerrando la boca de quienes dicen que no tiene vida más allá de Harry Potter, y McAvoy agrega una más a su galería de convincentes interpretaciones. La cuota de belleza en tanta oscuridad la pone Jessica Brown Findlay, que varios reconocerán como Lady Sybil de Downton Abbey. Entretenida e instructiva para quienes aun no conocen la historia.