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La moda del cuerpo fit

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Beatriz Manaro. Foto: Fernando Ponzetto

Claudia Fernández y Giannina Silva siempre la nombran como responsable de su imagen. La cirujana Betriz Manaro preside la Sociedad de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora y habla de los desafíos de su profesión en el terreno de la reparación y de lo puramente estético.Asegura que si en el pasado estuvieron de moda las mamas exuberantes, hoy el cuerpo ideal remite a una complexión deportiva y de mayor naturalidad. La especialista confiesa que desde siempre le gustó “cortar y coser” y habla del auge de su especialidad una vez que explotó la exposición corporal en los programas de Tinelli.

—¿Cómo se inició en el mundo de la cirugía plástica y estética?

—Siempre me encantó cortar y coser, por decirlo de una forma. Mi padre era cirujano general y yo también trabajé mucho en ese rubro y con muchos profesionales en cirugía de mama, de colon, de tiroide... Sin embargo, con los años, comencé a buscar una mayor independencia o creatividad y decidí hacer el postgrado de cirugía plástica. Me formé en el Clínicas y luego ingresé a mutualistas como hacemos todos. También soy jefa del centro de quemados de niños en el Pereira Rosell y en paralelo mantengo la atención privada.

—¿Qué es la estética para usted?

—Nuestra especialidad es cirugía plástica, estética y reparadora. Lo estético también se aplica en lo reparador. Cuando se opera a un quemado, también aplicás un criterio estético en el resultado final. La cirugía plástica abarca también las fracturas de cara o mano en accidentes, las reconstrucciones mamarias, la microcirugía y las malformaciones. En el mutalismo aplicamos todo la anterior y en lo privado, la parte estética propiamente dicha, que también es muy importante. Y aunque que parezca banal, lograr algo estético le cambia mucho a una persona a nivel de seguridad y autoestima.

—¿Con qué frecuencia opera?

—Todos los días en diferentes lugares. Por lo general lo hago muy temprano porque me encanta madrugar. Normalmente los cirujanos plásticos tenemos varios trabajos. Las especialidades se requieren cada día más porque en Uruguay hay déficit de especialistas. Para cubrir toda la demanda, tenemos que trabajar en diferentes lugares.

—Algunas de las comunicadoras más conocidas y bellas del país, como Claudia Fernández o Giannina Silva, siempre la nombra y le agradecen...

—Sí, algunas de mis amigas son mediáticas...

—¿Son muy exigentes?

—No. Diría que son menos exigentes que personas que no están en exposición permanente como ocurre en el caso de ellas. Son exigentes pero no llegan a extremos.

—Además de la cirugía, ¿qué otros tratamiento estéticos incluye la especialidad?

—Existen los tratamientos no quirúrgicos, como los rellenos, bótox, aumento de labios discretos o el peeling. A veces son un complemento para la cirugía. Hay bótox para la sudoración excesiva, por ejemplo. También se aplica en personas con hemiplejías o parálisis faciales.

—A menudo entra en discusión el tema seguridad en este tipo de intervenciones. ¿Es seguro operarse en Uruguay?

—El año pasado se creó un foro mundial de seguridad en cirugía plástica. La Sociedad de Cirugía Plástica uruguaya integra ese foro y todos sus miembros siguen pautas mundiales de seguridad. Seguramente en otros países y aquí podría pasar también, haya cirujanos que no integran la Sociedad y no siguen las pautas, pero normalmente se cumplen.

—¿Cuáles son las principales inquietudes que llegan a su consultorio?

—Varían de acuerdo a la edad y al sexo. A las jóvenes les preocupa sobre todo el aumento mamario y la nariz, la rinoplastia. En la edad media, el abdomen es una de las principales preocupaciones. Y con edad más avanzada, consultan sobre todo por la cara. Los hombres se preocupan por su abdomen y los famosos y tediosos "flotadores". Y las bolsas debajo de los ojos. O la papada cuando son más mayores.

—Frente a esas inquietudes, ¿cuánto se puede hacer?

—Se puede hacer mucho. Pero la parte alimenticia es importante y también la actividad física. No solo para lo estético, sino para la vida en general. Es una máquina el cuerpo. Así como las personas se preocupan por hacerle el service al auto, en nosotros hay que actuar de la misma forma. La alimentación es la gasolina y tiene que ser de buena calidad y cada tanto hay que hacerle mantenimiento a través de la actividad física.

—Se dice que el relleno de los labios, por ejemplo, es una técnica riesgosa en cuanto a los resultados estéticos. ¿Cuál es la clave para que quede bien?

—El relleno de labios se hace con diferentes materiales. Lo difícil es lograr coincidir lo que el paciente imagina con la realidad. Los rellenos hay que manejarlos en cantidades adecuadas, aunque el paciente te diga: "A mí me gusta la boca grande". También hay que saber decir que no. Creo que hay pacientes a los que no se los debe operar o intervenir. Para nosotros, tan importante como hacer, es saber decir "no te hago".

—¿Le ha pasado?

—Sí. Muchas veces lo mejor es enemigo de lo bueno. Si está bien y hacés más, se pierde parte de la armonía.

—¿Cuál es el estereotipo de cuerpo deseado hoy?

—Hoy está de moda la mujer y el hombre fitness. Músculos largos y marcados, abdomen plano, caras angulosas, labios sensuales. Es una tendencia. Como en un momento se buscaban las mamas más exuberantes, ahora se tiende a un menor volumen y cuerpos más deportivos. Son épocas y modas.

—Pero para ello lo primero es el ejercicio...

—Sí, claro. Primero hay que tener una correcta alimentación y una rutina de ejercicios. Sobre esa base, en cirugía se pueden corregir cosas.

—Hace unos años se decía que el promedio de edad de las personas que acudían a la cirugía estética, había bajado. ¿Sigue siendo así?

—Se aconseja que, salvo raras excepciones, ninguna cirugía se haga antes de los 18 años. Es cierto que hubo una tendencia hace unos años de chicas que querían operarse más jóvenes de prótesis mamaria, por ejemplo. En Argentina hubo una moda entre las quinceañeras de pedir la cirugía como regalo de los 15. Aquí no prendió, por suerte. Hoy yo no diría que el promedio de edad esté bajando. Creo que la gente viene a los 20 y pico de años a consultar por primera vez. Lo que sí aumentó son las personas de edad que buscan una cirugía; mujeres y hombres de 70 o más años que aspiran a una corrección estética son cada vez más frecuentes dado que la longevidad es mayor.

—¿Cuánto influye un medio como la TV en el cuerpo ideal?

—Mucho. La cirugía estética tuvo un auge cuando comenzaron los programas de Tinelli. Allí se hizo y se hace una exposición de cuerpos muy armónicos. Y la gente venía y te decía: quiero hacer un cuerpo como ese.

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Beatriz Manaro. Foto: Fernando Ponzetto

BEATRIZ MANARO

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