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Los Pasteles volvieron a dar la prueba de admisión de cara al Carnaval 2016

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'Actuar' (2015) fue el más aplaudido pro el público. Foto: Mathías Braica

El jueves pasado presentaron los 20 minutos del espectáculo Armar y desarmar. El concurso no es el principal motor de esta murga que lleva cinco temporadas en el Carnaval mayor y nunca pasó a la liguilla. La gran desilusión de Los Pasteles al no escuchar su nombre entre la nómina de los diez mejores es que deben hacerse la cabeza de que habrá ensayos con frío para volver a encarar otra prueba de admisión.

Es difícil que en un asado de Metele que son Pasteles suenen más de dos murgas porque cantan puras cumbias ,“de las lindas, las de antes”. Confiesan que gran parte del repertorio clásico de Momo lo aprendieron en las reuniones con sus amigos de Cayó la Cabra.

El Carnaval no es su tema preferido de conversación, no es común que comenten acerca de otros espectáculos porque ni siquiera suelen verlos todos. La motivación de Los Pasteles no es el concurso oficial: hace diez años que el plan es “pasar un buen rato y cantar entre amigos”, dice Alejandro García, director. Y no encuentran razón para cambiar el rumbo.

Los miembros de esta murga no se mueren por salir en Carnaval. Alejandro Cabrera, uno de sus fundadores, habla por él pero está seguro de que su opinión representa a la mayoría del plantel: "somos varios que si no salimos en Los Pasteles no salimos en ningún lado. El objetivo es lo grupal. Hoy somos murga, capaz que mañana adquirimos otra forma".

Arrasaron con los primeros premios en los desfiles de Murga Joven y en 2012 obtuvieron ese galardón en el Carnaval mayor. Se dieron cuenta de que en esa instancia valía la actitud y eso les sobra a los desfachatados Pasteles.

En 2011 unos cuantos empezaron a pensar que estaban "pasaditos de edad" y quisieron dar un paso más. Pablo Riquero llevaba la batuta y Los Pasteles sentían que tenían al mejor director del Carnaval.

Los respaldaba un equipo sólido, buenas letras y excelentes arreglos corales. Además, "había un lote de gente que no hacíamos nada de eso pero teníamos unas ganas impresionantes y estábamos dispuestos a jugárnosla", comenta Cabrera. Se animaron, se presentaron a la prueba de admisión, salieron segundos y agarraron viento en la camiseta.

Se destacó la creatividad del espectáculo y los aciertos en letras pero no alcanzó para que tuvieran un lugar en la liguilla. En 2012 se repitió la historia y al año siguiente ni siquiera superaron la prueba de admisión. Volvieron a intentarlo en 2014 y sorprendieron con una dura crítica al Frente Amplio que gustó. Pero tampoco pasaron.

Este febrero se decía que no podían quedar afuera, Actuar estaba catalogado como uno de los mejores textos y era la primera vez que Los Pasteles pensaban que tendrían chance de hacer una tercera actuación en el Teatro de Verano. No sucedió pero ellos siguieron intentando, "jamás se nos pasó por la cabeza no presentarnos por no pasar a la liguilla", reconoce Mathías Domínguez, bombista.

Y agrega que la tristeza solo duró la noche que no escucharon su nombre entre los diez primeros: "al otro día el Carnaval seguía, teníamos tablados por delante".

Mirar de costado.

No arman sus espectáculos en función de lo que exige el concurso. No les interesa puntuar para pelear los primeros puestos. Si quisieran podrían hacerlo, pero eligen respetar sus convicciones y "romper adrede con algunos esquemas que pueden repercutir en el puntaje. Es difícil que hagamos un popurrí, que haya un cupletero que sobresalga ¿Por qué? Simplemente porque no nos sentimos identificados con eso", declara Cabrera.

En la interna no se usa la palabra cuplé porque no consideran que lo que hacen deba llamarse así. Sustituyen ese clásico de la jerga murguera por parte o tramo. Por eso, cuando en 2014 sorprendieron con una dura crítica al gobierno, fue la gente quien bautizó ese pasaje como cuplé del Frente Amplio. Con ese título lo compartieron en Youtube y así lo llamó la prensa, aunque Los Pasteles no lo habían pensado de esa manera.

Sienten que aún no entraron en la dinámica de la competencia, "somos parte porque nos inscribimos y participamos pero nuestro afán no es ganar. El Carnaval pasado nos dio lástima no pasar a la liguilla porque hubiera sido lindo subir una vez más al Teatro de Verano y no tener que dar la prueba de admisión, pero quedar primeros o décimos nos daba lo mismo", opina Domínguez.

Son conscientes de sus falencias, saben que andan bajos en rubros y por eso jamás se les ocurrió pedir devolución al quedar afuera, "no queríamos saber, respetamos lo que piensa el jurado", agrega.

Esta murga no te 'despeina' al cantar pero la energía se potencia cuando "mirás al costado y ves que al lado están tus amigos, esos gurises con los que compartiste un año entero -antes del ensayo hacés no sé qué, después siguen charlas enormes-. Metele que son Pasteles nos da ese plus que se traduce en una ventaja y quizá otra murga no lo tiene", opina el bombista.

Algo maduraron.

Nacieron en Punta de Rieles. En 2005 se juntaban a ensayar en la casa de Pablo Riquero y siempre había un asado de por medio. Se reunían con la excusa de pasar un buen rato, dicen que bebían más alcohol en los ensayos que ahora y extendían las fiestas. Han crecido pero la rigurosidad aún es un debe, "siempre costó", reconocen.

En 2015 cumplieron 10 años y dedicaron la retirada del espectáculo a su proceso. Aludían a prestar atención a lo que hacen las murgas, saber de qué se habla en una despedida, un salpicón, cómo hacer un recitado, en suma, ubicarse. "Te tenés que comportar si querés volver./Y de a poco fue aprendiendo un poco más. /Ya casi sabe con qué cosas puede jugar", cantaban.

Los Pasteles han evolucionado. Entendieron que deben adaptarse para tener la oportunidad de meterse en el concurso. Su fuerte no es el canto, aunque quieran no pueden "despeinar", entonces "buscamos otro recurso para transmitir el mensaje de la mejor forma: puesta en escena, vestuario, imagen, iluminación", enumera Cabrera.

Consideran que la comunicación es integral: cuerpo, gestos, rostros, miradas, movimientos e incluso carteles pueden rendir. "Nos han dicho que somos un lindo espectáculo de teatro pero para murga no servimos. Dentro de todo para nosotros está buena esa crítica".

El texto tiene gran peso en esta murga. La comisión de letras es la que tiene más cabezas pensando: escriben seis personas. "No queremos caer jamás en la poesía carnavalera de las margaritas, las golondrinas de colores y la barriada. Cada letra de los espectáculos (con punto y coma me refiero) se analiza, se piensa y se discute con el grupo", comenta Cabrera.

En 2014 dieron la nota con un fragmento dedicado a criticar desde adentro al oficialismo. Lo plantearon como si fuera una relación de pareja entre ellos y el Frente Amplio. "No nos sacamos la bandera pero creíamos que era un mensaje que estaba bueno dar y tuvo más repercusión de lo que esperábamos", dice el fundador.

Este año recibieron aplausos por el tramo que aludía a lo que hay detrás de las donaciones de las grandes empresas a la Fundación Teletón, pero también hubo recelo y enojo "de gente que no interpretó lo que quisimos decir, pensaban que era un palo a la Teletón y en realidad era una crítica a las empresas que lucran con las donaciones", aclara Domínguez.

"A todos ellos les contestamos que el día que nos necesiten para una actividad benéfica no les vamos a cobrar nada y que nos inviten porque vamos a ir", agrega Cabrera.

El jueves presentaron un fragmento de Armar y desarmar en la prueba de admisión. La semana próxima se conocerán los fallos y se sabrá si estarán en el Carnaval 2016. "Es una idea amplia que nos sirve de disparador, el concepto da para mucho", opina Cabrera sobre el espectáculo.

"En 2014 presentamos El orgullo y la vergüenza y terminamos cantando el cuplé del Frente Amplio, puede pasar algo similar. Aún no sabemos por dónde irá el vestuario, el maquillaje y la estética".

Yin y yang.

El comentario en el pedregullo del Teatro de Verano, en las redes sociales y en los tablados, era que Los Pasteles tenían que meterse por primera vez en la liguilla. No sucedió.

—¿Este 2015 estaban confiados?

—(Domínguez) Sin duda que el entorno te transmite y te infla pero confiados no estábamos.

—(Cabrera) Siempre mantuvimos cautela, tranquilos nosotros, puede pasar cualquier cosa.

—(Domínguez) Tampoco sentíamos que estábamos entre los cinco mejores, podríamos haber salido novenos o décimos, entonces si pensás así es obvio que no entrás seguro a la liguilla...

—(Cabrera) La crítica, la gente, la prensa te acaricia el lomo y te la terminás creyendo un poquito; años anteriores hemos dicho, no hay chance, esta vez pensábamos que había una posibilidad.

—(Domínguez) Jorge Natale comentó en su programa, a mí Los Pasteles no me gustan pero creo que pasan a la liguilla. Eso fue graciosísimo, dijimos, pah, si Natale nos da adentro, bueno, puede ser. Muchos periodistas nos dieron para delante pero tampoco caímos en esa de pensar la prensa tiene razón pero no es el jurado.

Hubo desilusión en el público. Lo seguidores se expresaron en las redes sociales. Pedían un concurso paralelo, hablaban de injusticia y hacían énfasis en que tenían el mejor guión. Una maestra escribió que trabajaría la letra de Botija con sus alumnos escolares "porque hay caminos que dejan huellas y cosas que pensar".

Los hinchas se quejaron de que no se valoró la creatividad y la reflexión, lo definían como un "espectáculo casi teatral que ninguna de las llamadas murgas grandes podía superar". Algunos pedían que mantuvieran la coherencia en el discurso a pesar del resultado y otros que dejaran de salir "en esta mafia llamada Carnaval".

—Nunca quedaron entre los 10 primeros pero han tenido privilegios que otras murgas no: grabaron dos discos con Las Cabras, se fueron de gira por Argentina, tocaron en Cuba...

—(Domínguez) Hay gente que sale en Carnaval porque hace dinero, nosotros nos vamos de gira sabiendo que podemos perder plata. El viaje a Cuba no sabés cómo estuvo pero perdimos un montón de guita. No creo que a las demás murgas no se les presenten oportunidades de estas, quizá no las aceptan. Nosotros agarramos con los brazos abiertos cualquier actividad grupal que nos pueda unir.

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'Actuar' (2015) fue el más aplaudido pro el público. Foto: Mathías Braica

tercos e insistentes

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