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Mawi o los sueños de la cumbia pop

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Mawi

Se encontraron en una esquina de su barrio y desde entonces, Rodrigo Bovino y Martina Chocho son los vocalistas de Mawi, una banda de cumbia que llegó a su primer objetivo —un disco de temas propios que se llama Dale que suena y fue editado por Montevideo Music Group el año pasado— y que ahora va por más.

BELÉN FOURMENT. FOTOS: DIFUSIÓN

Los chicos quieren terminar de conquistar el mercado argentino, seducir con su música a otras generaciones y seguir probando que se puede hacer “algo diferente” dentro de un estilo que suena siempre parecido. Sueñan, además, con llegar a donde llegaron los mayores exponentes de la cumbia pop.

Aprendió a tocar la guitarra por su cuenta, aplicando unas lecciones básicas adquiridas en clase de música cuando era niño, y encontró así un pasatiempo ideal para aplicar en campamentos y cuando la ocasión ameritara. Después, como siguiendo un recorrido predeterminado, empezó a componer "cualquier cosa" hasta que un día, una canción salió hacia un lado que no había explorado: la cumbia. Entonces Rodrigo Bovino se juntó con su amigo Joaquín Baru y empezó a darle vueltas a la idea de tener una banda, por qué no de cumbia. "Pero yo sabía que no podía cantar ni el "Arroz con leche", y se me ocurrió sumar a una mujer para compartir la voz", repasa en charla con Sábado Show.

La mujer en cuestión fue Martina Chocho, una chica a la que ya conocía de la cooperativa de viviendas de Punta Gorda donde ambos vivían (aunque no eran amigos, aclaran), y cuando se la encontró en la vuelta le hizo llegar una propuesta apenas formal: armar un grupo y empezar a trabajar sobre canciones.

—Un día nos encontramos en el kiosco; él estaba con la guitarra, pasó y me dijo: tengo ganas de sacar una banda de cumbia cheta, dice Martina.

—No dije cheta, no mientas.

—Dijiste sí.

—No, no existía en ese momento. Estaba recién empezando Rombai, habían sacado un tema dos semanas antes, le asegura Rodrigo.

Horas después de ese encuentro Martina, que tocaba la guitarra desde chica con sus hermanos y primos, le mandó cinco audios cantando temas de pop melódico internacional, del tipo Luis Fonsi o Sin Banderas. Fue la única prueba necesaria, la que definió la dupla de cantantes de Mawi, una de las tantas bandas de cumbia pop que hoy triunfa en el país y que en diciembre editó su primer disco, Dale que suena, de la mano del sello Montevideo Music Group. "Mandale cumbia" y "Si te vas" son los puntos fuertes de un repertorio que se va construyendo de a poco, y que para cada tema tiene pensado un videoclip.

"Con este logro, más allá de que se sabe que los discos no se venden mucho, siento que taché algo de mi lista, como plantar un árbol", asegura Rodrigo, que en paralelo está terminando la carrera de profesor de Educación Física. "Es algo muy importante para mí como compositor, y estoy bastante orgulloso más allá de eso y de todo el trabajo de la banda porque es un objetivo cumplido", agrega. Martina comparte la sensación y destaca dos cosas: que todos los temas del disco son de la banda, que ya no necesita de covers para sosteners sus shows; y que la formación, salvo por la salida de un integrante, es la misma hace dos años.

Enfocados.

Mawi dio a conocer su nombre tocando gratis, como tantas otras bandas de tantos otros géneros, pero rápidamente consiguió un hit que le permitió empezar a cobrar. Con un ingreso estable, la banda apostó a mejorar su show mientras el concepto de cumbia pop (o cumbia cheta) se popularizaba en Uruguay y la región. "Pero en general tenemos otro trabajo fijo. Tenemos meses que tenemos muy buen ingreso con la banda, pero es muy irregular", dice Martina, que aunque podría pasar por una fanática de rock —se maquilla los ojos a lo Amy Winehouse, se viste de negro y tiene varios tatuajes—, se define como villera: "a mí me gusta la cumbia", dice, y por eso está en este proyecto.

—¿El resto de los integrantes de la banda se entusiasmó enseguida con hacer cumbia?

Rodrigo Bovino: En realidad había algunos que venían del palo del rock y otros de la cumbia más vieja escuela o villera, pero todos éramos nuevos en el género porque fue empezando ahí. Y a medida que fue pasando el tiempo, íbamos teniendo más shows, se iba haciendo un trabajo pero también era divertido, a todos se les fue abriendo más la cabeza para poder escuchar y entender que por más que sea un género criticado, "los cuatro acordes" y esas cosas, se pueden hacer cosas diferentes, pero hay que animarse. Creo que nosotros lo hemos intentado, y los que saben de música, si se ponen a tocar las canciones de Mawi van a ver que son todas diferentes.

— "Cuando estoy casado", uno de sus últimos temas, no tiene nada de cumbia pop.

R.B.: No tiene nada. La idea no es cambiar de estilo, simplemente vimos que todo está bastante quieto, que muchas bandas siguen tratando de entrar, y pensamos que era un buen momento para hacer un cambio. No queremos pasarnos al rock o al ska, queríamos hacer algo diferente para sonar en otro tipo de eventos, en otro horario. Acá no pasa tanto pero en Argentina, la última hora del boliche te ponen temas tipo Los Decadentes, Kapanga, que te dejan allá arriba, y apuntamos a eso. La idea es entrar fuerte en Argentina; nos falta difusión, invertir, pero también el ambiente está complicado porque ya no hay boliches donde entren miles de personas. Hay bolichitos chiquitos; acá se usa que van de uno a otro, entonces al bolichero no le rinde pagar lo que vale la banda, porque nosotros no nos rebajamos a que nos paguen la mitad. ¿Y después cómo lo volvemos a subir? Nosotros valemos esto, y el que lo quiera pagar va a ver que lo vale.

—¿Quieren llegarle a un público menos infantil, quizás?

R.B.: Nuestro público fuerte es más infantil, se mueve entre los nueve y los 16 años. Con el ska este queremos ampliar, llegarle a otra generación.

Martina Chocho: Nosotros queremos llegarle a la gente de nuestra edad, que están los que nos escuchan y les gusta, pero los niños y adolescentes en general son los fans de la cumbia pop, de todas las bandas.

—¿Cómo es su vínculo con las otras bandas?

M.C.: Con algunas tenemos toda la onda, con otras prácticamente no hay relación porque no nos cruzamos. Nos llevamos muy bien con Sonido de la Costa, RC, Olvidate!

R.B.: Yo tengo varios amigos en Rombai y Márama, y más o menos nos conocemos todos. Creo que laburo hay para todos, hay laburo para rato y eso está bueno. Capaz que hay bandas que ya no tienen 10 shows por fin de semana, pero porque hay más bandas y hay que repartir. Pero está buenísimo cómo ha crecido la música uruguaya, acá y en Latinoamérica. En el fondo, más allá de que si crece tal artista te puede sacar trabajo, a mí no me molesta: vos te tenés que superar. Igualmente creo que en este tiempo, ninguna banda va a llegar ni a la mitad de lo que llegaron Márama y Rombai. Ni siquiera nosotros, aunque voy a dejar hasta el alma para que el día de mañana nos toque. Tratamos de dejar todo para que la gente se quede con una buena imagen aunque no nos conozca.

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