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Marcos Ifrán: El adiós a Márama

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Márama en los Kids Choice Awards.

"Te grité no te vayas", reza el estribillo de uno de los primeros hits con los que la banda Márama abrazó el éxito. Es también lo que deben haber pensado miles de fanáticas cuando el 5 de agosto se desayunaron con la noticia de que el percusionista Marcos Ifrán había renunciado.El músico rompe el silencio y explica los motivos que llevaron a la drástica decisión. "La estaba pasando mal", confiesa.

—¿Por qué renunciaste a Márama?

—Lo dejé principalmente porque me estoy dedicando a Pachu’s, la cafetería que abrimos con mi padre. Él no le está pudiendo dedicar mucho tiempo y mi hermano está enfocado al estudio, así que yo tuve que decidir y preferí estar en el negocio familiar. Además sentía que Márama era una etapa terminada y era el momento de dar el paso al costado. Estoy agradecido con Fernando (Vázquez), que fue el que me convocó, y con el resto de los chicos por la confianza. Hubo fans que dijeron que me había ido enojado pero no es así.

—En una nota en diciembre aseguraste que no ibas a dejar la banda por la cafetería, ¿qué cambió desde entonces?

—Yo no quería dejar la banda pero sabía que no iba a vivir de eso. Y uno va creciendo y se da cuenta de otras cosas. Yo me fui cansando de estar tanto tiempo lejos de la familia porque soy muy familiero. Quiero pasar más tiempo con mis abuelos, mis padres, mi hermano. Antes capaz que tenía la cabeza en otro lugar pero con el tiempo puse todo en la balanza y elegí irme. Ya no disfrutaba los shows.

<b>Otros tiempos</b>: Ifrán junto a sus excompañeros Agustín Casanova, Pablo Arnoletti y Alejandro Vázquez.
Otros tiempos: Ifrán junto a sus excompañeros Agustín Casanova, Pablo Arnoletti y Alejandro Vázquez.

—¿Te costó tomar la decisión?

—La pensé como por tres meses, pero no se lo dije ni a mi familia. Lo hablé con una psicóloga y ella me veía muy mal. Me hizo dar cuenta que tenía que dejar la banda porque llegaba de algún show y le contaba que sentía que había perdido tiempo de estar con mi familia. La última vez que fuimos a Estados Unidos la pasé mal. Era el cumpleaños de mi padre y yo no pude estar.

—¿Tampoco consultaste esta decisión con tus compañeros?

—Con algunos sí. Lo hablé con Pepe (Alejandro Vázquez) que es el más cercano. Le comenté que estaba cansado. También se lo dije a Agustín Duarte. Pero era algo muy mío, no lo quise contar mucho para que no me pidieran que me quede.

—¿Agustín (Casanova) qué te dijo?

—No se lo dije. Era algo muy personal.

—No es solamente algo personal. Toda la banda perdió un integrante...

—Sí pero preferí no hablar con nadie.

—¿Qué te dijeron después de que renunciaste?

—Algunos compañeros me escribieron y otros me llamaron para preguntarme qué había pasado. Estaban sorprendidos, ninguno se imaginó que me iba a ir.

—¿Cómo fue la reunión en la que planteaste que habías resuelto irte?

—Fue difícil. Les comenté a los productores que se me había complicado y que no iba a seguir. Ellos también se sorprendieron, no sabían que yo estaba mal. Me pidieron que pensara bien las cosas y que me quedara. Pero la decisión estaba tomada. Igual quedó la puerta abierta a que si me precisan un fin de semana voy a estar.

—¿Cómo estás ahora?

—Me siento aliviado y más contento. Estoy ordenando mi vida y me gusta estar más tiempo en el local. Lo que me costó fue estar un domingo en casa sabiendo que ya no formaba parte de la banda. El día después que me fui ellos tocaron en Pan de Azúcar y yo me pasé toda la noche llorando. Es que Márama fue algo muy importante para mí, yo estuve desde el principio. También me dio pena por las fans, me hubiese gustado conocerlas a todas.

—¿No creías que a partir de Márama había una proyección que te permitía dedicarte a la música en un futuro?

—No. Yo no nací músico. Lo tomaba como un hobby y para mí siempre fue eso. A mí me gusta la farándula y estaba bueno el tema de las fotos y las fans, pero nunca fue un trabajo. Al irme le dejo el lugar a alguien que realmente quiera vivir de la música.

—¿Qué fue lo mejor que te dejó Márama?

—Las fotos, los recuerdos... Conocer personas como Marcelo Tinelli o Luis Suárez, que nos invitó a la casa a tomar unos mates. ¿Quién iba a pensar que íbamos a tocar en el casamiento de (Antoine) Griezmann? Se me ponía la piel de gallina. Hubo un montón de cosas...

—¿Te dejó mucho dinero?

—No. La gente me decía que yo había hecho plata porque en una nota de El Observador salió que los músicos nos quedábamos con un 6% a 12% por concepto de regalías, y eso es mucho dinero. Pero eso no era así. A mí no me llegó un centavo de esas cosas.

—Decías que te gusta la farándula, ¿querés seguir vinculado a lo artístico?

—Sí, obvio, me gusta mucho. Hay algunas propuestas para hacer radio y tele. Me estoy juntando con una productora de otro país y me planteó la posibilidad de hacer un programa para que se vea en Uruguay y afuera. A mí me gusta mucho el trato con niños y el proyecto podría ir por ese lado. Existe además la propuesta de hacer un programa de baby fútbol, que me encantaría. También me dijeron para salir en carnaval, que es un sueño para mí. Y tampoco descarto volver a la música con un proyecto nuevo más adelante.

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Marcos Ifran.

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