Una más de los X-Men, la última de Shyamalan y la nueva de John Wick

04/03/2017, 06:00

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Hugh Jackman vuelve a ser Wolverine en Logan, la más reciente aventura del mutante de las garras. El indio M. Night Shyamalan presenta a un hombre con 23 personalidades en Fragmentado. Mientras que Keanu Reeves vuelve a ser John Wick en Un nuevo día para matar.

Logan

Logan trabaja como chofer de autos de alquiler en la frontera con México. Atrás quedó Wolverine, salvo que se metan con él y no haya más remedio que apelar a las garras. Mientras hunde sus penas en el alcohol, procura obtener la droga necesaria para que el Profesor X no tenga esos ataques que inmovilizan a todos quienes lo rodean. No es la mejor vida, pero al menos es la tranquilidad que de repente se ve alterada cuando una mujer mexicana le pide que la ayude a llegar a un determinado lugar junto a una pequeña niña. Eso hará que aparezca un mutante de los malos demandando a Logan que le entregue a la jovencita. La pequeña Laura es otro tipo de mutante, pero esa explicación -y algo más- es mejor dejarla para que la descubra el espectador en esta muy entretenida película de acción y aventura, en la que no se escatima en cortes de cabeza y brazos, y el brote de mucha sangre. Pero se justifica por la historia, que entra dentro de las versiones más oscuras y violentas de la saga X-Men, sobre la base de un guión con intriga y buenos momentos de suspenso. Si bien hay referencias a otras películas de la saga, se puede ver y entender sin necesidad de haberlas visto. Jackman conoce su personaje –Logan/Wolverine- al dedillo y en este film se desdobla para también ser un mutante villano, con su mismo rostro y poderes. Más allá de toda la oscuridad, también hay lugar para los sentimientos. Dafne Keen es un hallazgo en el papel de Laura, mezcla de furia incontenible y melancolía. El final podría ser definitivo, aunque en las películas de este tipo siempre se encuentra la forma de que haya una historia más. Y si es como ésta, no estaría mal que viniera.

Fragmentado

Tres chicas son secuestradas por un hombre que sufre un trastorno de personalidad. Su psiquiatra ha detectado veintitrés personalidades distintas, pero parece que habría una más, al que él mismo llama "la bestia". Entre el encierro del que las jóvenes intentan escapar, las visitas que el protagonista hace a su doctora y flashbacks con la vida de una de las cautivas transcurre esta nueva historia de M. Night Shyamalan que usa bien el suspenso y la tensión en lo que ocurre en el sótano, pero no termina de convencer cuando tiene que llegar la esperada explicación. Conociendo al director indio, uno espera su famosa vuelta de tuerca (muchas veces tramposa). Queda a criterio del espectador interpretar si finalmente llega.

James McAvoy se destaca al tener que desdoblarse en varias personalidades.

John Wick 2: Un nuevo día para matar

En la primera película, tuvo que vengar la muerte de su perro. Y cuando ya creía que podía entregarse al retiro, en la segunda este asesino a sueldo debe pagar una deuda de sangre que lo deja nuevamente expuesto a los tiros y las interminables batallas cuerpo a cuerpo. Y sí, muere mucha gente, pero para los amantes de la acción, las peleas valen la pena. Están muy bien coreografiadas y es posible seguirlas con claridad. Para el resto, la historia detrás es coherente, pero está claro que si lo suyo no es la acción, mejor evitarla porque es casi el único plato que se sirve. Y la cuenta no se cierra porque habrá más films. Keanu Reeves confirma que lo suyo es la acción, pero no exenta del humor que aportan tanto los comentarios sarcásticos de su personaje como los de los secundarios muy conocidos que lo acompañan. Entretenida.