La banda Mano Arriba es la oveja negra de los grupos de cumbia cheta más escuchados. Sus integrantes no tienen 20 años, no viven en Carrasco y no son músicos principiantes.El mayor diferencial aparece en las letras de sus canciones, donde Natalia Ferrero le canta a los hombres que la dejan plantada por salir con sus amigos o a los que la llaman como último recurso. “Ah bueno, entonces listo. Te clavo el visto”, les dice sin piedad. Y se gana la complicidad de la eufórica platea femenina. Charla con la líder de la cumbia para mujeres.

—¿Cómo es tu rutina desde que explotó el éxito de Mano Arriba, que alcanza más de 24 millones de reproducciones con el tema Llamame más temprano?

—No tengo rutina. Estaba acostumbrada a trabajar en una oficina y ahora me estoy acostumbrando a trabajar en horas súper locas. Soy como un vampiro. Tenemos shows a las tres de la mañana o nos quedamos toda una noche grabando un video. El gran cambio en mi vida es que puedo ser "más yo" y eso me copa. No dormir o estar cansada no me pesa tanto porque me siento afortunada con esto que nos sucede.

—Decís que sos "más vos", ¿te sentís completamente representada con el producto que brindás?

—A ver… Me siento más representada que en mi vida anterior, cuando trabajaba para una empresa de ropa. Ahora canto, bailo, preparo shows, hago fotos. Son cosas que siempre me gustaron de chica y ahora trabajo de eso. Después, el hecho de cantar cumbia lo siento como algo circunstancial. Hice diez años de clase de canto y cantábamos cosas que no tenían nada que ver con esto. La cumbia me gustaba para bailar en el boliche, como la música de Los Fatales, pero no era el género en el que me veía cantando.

—Vos cantabas otro estilo y tus compañeros de la banda vienen del rock, ¿cómo fue el proceso que los puso en el lugar de generadores de hits de cumbia?

—Cuando empezamos con Mano Arriba estaba sonando Agapornis, Mala Tuya, y nos pusimos a hacer covers como ellos para tocar en fiestas. Hacíamos temas de Katy Perry o Rihanna con base de cumbia y nos llamaban mucho del interior para tocar. Meses después vimos que el fenómeno cambiaba y que la gente estaba cambiando los covers por temas propios. Fue estimulante porque empezamos a pensar qué podíamos hacer nosotros mismos. Armamos un tema y después Llamame más temprano. Cuando salió éste nos dimos cuenta de que había que seguir por ese camino.

—¿Hacen música que ustedes escucharían si se dedicaran a otra cosa?

—Yo creo que sí. Es música para un momento particular, no para todo el tiempo. Es para divertirse y estar "pum para arriba". No tengo prejuicios con eso. Está buenísimo que Uruguay exporte tantas bandas de este estilo, es un momento único que hay que valorar.

—Aparte de estudiar canto, ¿tenías alguna experiencia en escenarios?

—No, yo lo hacía como un hobby. No tiene nada que ver cantar en un living con un show. Me llevó un tiempo de aprendizaje. Los integrantes de la banda (Álvaro y Federico Rabaquino, Martín Introini y Mariano Montaño) sí son músicos hace 15 años y viven de esto. Tienen mucho talento y con ellos siento que tengo el dream team atrás, como que nada puede salir mal.

—¿Qué fue lo que más te costó aprender?

—El hecho de hacer muchos shows por noche que es cansador, y a veces las condiciones no son las ideales y las cosas no funcionan como una quisiera. Una va un poco como a la guerra. Hay que llegar, encontrarse con las condiciones que hay y manejarse con eso. No es para cualquiera.

—A pesar de haberse subido a la ola de la cumbia cheta, en sus videos no aparecen casas con piscina, autos de lujo ni yates. ¿Lo evitan a propósito?

—Nos quieren encasillar en "cumbia cheta" pero no somos de Carrasco ni estamos en esa onda. Es cierto que yo nunca podría cantar cumbia villera porque no sería creíble. Somos de clase media, fuimos a liceo privado, etc. Pero no queremos que eso sea parte de nuestra imagen. No queremos casas lujosas, autos lujosos ni yate. Si lo precisamos en un video va a estar, pero intentamos que eso no nos caracterice. Buscamos proponer algo diferente.

Si no puede ver el video haga click aquí.

—Las letras de Mano Arriba se caracterizan por aportar un punto de vista femenino, ¿notabas esa falta en estas nuevas bandas de cumbia pop?

—Sí, siento que es un medio muy machista. Por lo que dicen las letras, y ni que hablar de las de cumbia villera que dicen cualquier cosa de las mujeres. Quería que hubiera un poco de diversidad. Son canciones como para decir: "chicas, nosotras tenemos el poder".

—¿Tuviste algún inconveniente en particular por formar parte de un "medio machista"?

—Es un medio que no está preparado para que venga una mujer. Por lo general los que van a tocar a boliches son hombres y los dueños de los boliches también. Entonces, a veces yo llego al lugar y no tengo dónde cambiarme. Después de siete horas de viaje, quiero llegar y ponerme bien. Pero me tengo que maquillar, aprontar en la camioneta y salir como pueda. A veces mi energía femenina choca con lo machista del medio.

—En esas letras interpretás a una mujer brava que le hace frente a los hombres, ¿te identificás con lo que decís en las canciones?

—Álvaro es mi compañero que hace las letras y entiende la psicología de las mujeres. Buscamos cosas que pasan entre amigas relacionadas a los hombres, y con eso me siento identificada. De todos modos siempre es una representación, no es la realidad. Yo soy más tranquila. Sí hay cosas muy mías, como que soy media feminista y creo que hay que valorarse más, pero está exagerado.

—¿Hay vivencias personales reflejadas en las letras?

—Hubo hombres que no me trataron bien, que me mintieron o que me enteré que dijeron algo de mí. No se portaron bien. De ellos me acuerdo cuando canto, los tengo presente. Vamos a seguir escribiendo sobre ellos…

—¿Respondés los mensajes que te llegan después de las cinco de la mañana o los ignorás como en tu canción?

—Ya no me los mandan más a esa hora. Después de la canción me los mandan más temprano. ¡Se avivaron! (Risas)

—Tenés 28 años y tus compañeros también están cerca de los 30, a diferencia de las bandas colegas. ¿Eso les da experiencia o les exige un esfuerzo mayor por tener que dirigirse a un público más chico?

—En términos personales, si todo esto me hubiera pasado a los 20 creo que no lo hubiera sabido manejar. Hubiera estado más perdida de lo que estoy ahora, que soy más consiente. Entendemos que le hablamos a gente de 20, y por eso hacemos referencia a lo del celular y eso de que "te clavo el visto". Buscamos que ese público se identifique, pero no ha sido una dificultad porque vemos que a ellos les gustan mucho nuestros temas.

—Participaste de Soñando por cantar (2012), el programa que conducía Mariano Iúdica. ¿Qué te quedó de aquella experiencia?

—Eso no era para mí. Canté Lady Gaga y creo que a nadie le gustó. No lo elegí muy bien, fui la única que cantó en inglés. Esa fue mi primera experiencia con tanto público. Tenía mucho miedo y no dejé ver lo que yo podía hacer. No los convencí mucho, mientras yo cantaba (Alejandro) Lerner ponía caras... Pero todas las experiencias sirven.

—¿Usás mucho las redes sociales?

—No soy muy del Twitter, pero sí uso bastante Instagram y Snapchat.

—¿Has usado aplicaciones del celular que sirven para buscar pareja?

—Descargué Tinder por curiosidad. Tengo amigas que consiguieron novio por esa vía, así que funciona. Yo lo bajé, hablé con tres personas pero después lo borré porque prefiero ir por otro lado.

Tras el suceso de Llamame más temprano, la banda lanzó el temaLa noche no es para dormir y repitió el éxito. En nueve meses el video alcanza 16 millones de reproducciones.

Si no puede ver el video haga click aquí.

Pablo Cayafa

Natalia Ferrero

Natalia Ferrero

Natalia Ferrero

Natalia Ferrero

Natalia Ferrero

Natalia Ferrero

LÍDER DE "MANO ARRIBA"Pablo Cayafa