El regreso de los Guardianes, gran elenco para un robo y una de musas

29/04/2017, 05:00

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Vuelven los superhéroes más extraños en Guardianes de la Galaxia Vol. 2. Michael Caine, Morgan Freeman y Alan Arkin planean un robo en Un golpe con estilo. Y un profesor de Literatura traslada su amor por las mujeres fuera del aula en La Academia de las Musas.

Guardianes de la Galaxia Vol. 2

A diferencia de la mayoría de las películas de superhéroes, que cuestan historias en serio en las que hay mucho lugar para el humor, Guardianes de la Galaxia parte desde un encare mayoritariamente humorístico para contar una historia en la que también hay espacio para los mensajes más "serios". En ambos casos, la aventura y la acción son lo que prima porque el género y su público lo exigen así. En este nuevo film, el grupo de superhéroes formado por un medio humano (Peter Quill), una extraterrestre (Gamora), un mapache que habla (Rocket), un rudo guerrero (Drax) y un extraterrestre con forma de árbol (Groot) –ahora mini-árbol- regresan para salvar al Universo de otro desastre al tiempo que solucionan una serie de temas familiares. Sobre todo está el de Peter con su padre adoptivo y con su padre biológico, interpretado este último por un Kurt Russell que se ha puesto de moda a la hora de convocar a un actor para que haga de villano o algo así (está en Rápidos y Furiosos). También hay otras caras conocidas, como la de Sylvester Stallone o el infaltable cameo de Stan Lee al tratarse de un cómic de DC Marvel. Son como varios homenajes a los años 80, entre los que destaca especialmente la música, con temas de esa década presentes muchos de ellos en un casete que Peter hereda de su madre y escucha en un walkman. Sin la sorpresa y el impacto que causó la primera película, esta segunda historia funciona a la hora de entretener de la mano de superhéroes atípicos, aunque no hace reír tanto como se esperaba. Ya se sabe que habrá una tercera entrega y algunos de los personajes que estarán en ella se conocen al final de este volumen 2.

Un golpe con estilo

Joe, Willie y Albert viven de una pensión que desaparece cuando la empresa para la que trabajaron toda una vida muda sus operaciones a otro país. El primero tiene a su hija y nieta viviendo en su casa, el segundo necesita ya un trasplante de riñón y tiene a su familia lejos, y el tercero, si bien no presenta urgencias económicas, mal no le vendría un dinero para vivir bien sus últimos años. Es por eso que a los tres les termina seduciendo la idea de asaltar un banco, robando solo lo que necesitan, el resto irá a caridad. Los chistes y situaciones del arranque son poco convincentes y terminan cayendo todos en buscar reírse de la vejez y sus achaques, pero cuando el robo se aproxima la cosa mejora y Caine, Freeman y Arkin despliegan todo su oficio para sacar adelante una película más simpática que otra cosa.

Alan Arkin, Morgan Freeman y Michael Caine planean un robo muy particular.

La Academia de las Musas

Las clases universitarias de un profesor de literatura son el disparador de una película nada convencional. ¿Por qué? Porque el relato se construye en base a esas clases, que son mostradas como tales, como si se tratara de un documental. Allí, profesor y alumnos analizan el rol de las musas en la poesía, sobre todo en la obra de Dante Alighieri. Con el correr del film veremos que lo que el docente pregona en su cátedra mucho tiene que ver con la relación que establece con sus alumnas, que son las otras grandes protagonistas del relato. Mientras analizan en clase y en diálogos fuera del aula el papel de las musas y las relaciones amorosas, sus actitudes reflejan -o contradicen- lo que tan bien parecen verbalizar. Una película que le exige al espectador una actitud distinta a la habitual, porque es él quien debe armarla e interpretarla. Desafiante.