El 12 de febrero comenzó a emitirse la sexta y última temporada de Girls (HBO, domingos, medianoche), la serie creada, guionada, protagonizada y dirigida por la talentosa Lenna Dunham. Su personaje de la atolondrada Hannah, una chica que parece no tenerle miedo al ridículo, le valió ganar el Globo de Oro a Actriz de Comedia.En la siguiente entrevista, la actriz habla de la despedida de esta serie que brindó una nueva imagen de chicas veinteañeras en Nueva York.

-Comenzaste a escribir Girls cuando tenías solo 24 años y recién terminabas la universidad. ¿Cómo encarás decirle adiós a tu creación?

-No hay manera de que no sea doloroso. Es tu vida, amigos, identidad... son tantas cosas en una. Es como dejar la universidad, la escuela secundaria y divorciarse, es mucho al mismo tiempo.

Cumplí 30 años el mismo año que estábamos terminando el programa, así que había un montón de simbolismos en eso. Me encantaba cumplir 30. Sé que la edad no es más que un número, pero mucho de la serie es acerca de lo agotadores que son tus años veinte. Al tener 30 de repente sos un miembro respetado en tu diálogo en la sala y podés decir: "No, no, tengo una pequeña experiencia de vida" o "me opongo a eso".

-Fue un trabajo duro. ¿Hubo algún alivio para el dolor?

-Creo que hubo una sensación de alivio. La carga de trabajo era mucha, pero luego te acostumbrás y cuando se detiene, te das cuenta de lo que es vivir a un ritmo humano. Jenni (Konner, co-guionista) y yo estuvimos trabajando en base a adrenalina durante seis años. Voy a extrañar todos los aspectos saludables -la conexión y la creatividad-, pero también voy a extrañar la parte donde no dormís lo suficiente, donde estás constantemente estresado. Es un poco como la abstinencia de crack cuando lo dejás.

-Aunque Girls fue una serie post-recesión y sus personajes han luchado con oportunidades limitadas, siempre se sintió muy esperanzador. Con el clima político actual, ¿sería posible escribir Girls ahora?

-No, no lo creo. Hicimos todo el programa en ese mundo donde tuvimos a esa figura de padre seguro en la forma de Obama. Al final del día, sentíamos que lo que estaba bien sería protegido.

Creo que estar sorprendido por la elección de Donald Trump es un gran privilegio. Si hablás con personas de color, trans, homos, inmigrantes, te dicen cosas como: "sí, bienvenidos a los sistemas que han definido mi vida". Como blancos, llegamos a sentirnos seguros en una burbuja democrática. Trump no es nuevo, solo es un recordatorio de lo que ha estado sucediendo, de lo que ha sido el caso de tantos estadounidenses.

También creo que tendría demasiado miedo de escribir Girls ahora. Si fuera una joven que observa la cultura de Internet, calaría muy profundo en mi cerebro para que me sienta libre para escribirla. La ignorancia fue una bendición. Incluso si no golpeaba a todos de la manera correcta, la ignorancia era felicidad.

-¿Cómo el cambio dramático en esas circunstancias externas te afecta en tus próximos proyectos?

-Le he dicho esto a muchos amigos: creo que es realmente importante seguir haciendo tu arte, de una manera que se sienta privada y sagrada. No todo tiene que ser político o declarativo, solo hacer arte es un acto radical. No todos tienen que ser diseñados para destronar a Trump. Es genial si es el efecto accidental, pero creo que solo debemos hacer el trabajo que sentimos importante y dejar hablar a los tiempos en que vivimos.

-¿Qué aprendiste de Hannah?

-Algo que me encanta de ella, a lo que espero aferrarme, es que se levanta por sí misma. No deja que la gente la engañe y se vaya, ella tiene la última palabra. Pide lo que necesita, no siempre con gracia, pero no está fingiendo. La honestidad es algo que envidio. Fue muy divertido e inspirador interpretarla.

-¿Cuáles han sido tus momentos, escenas o situaciones favoritas?

-Me encanta cuando encontramos a Hannah en algún lugar inesperado. Ya sea en la primera temporada, de vuelta a casa en Michigan, enganchando con un farmacéutico, o su breve relación con Patrick Wilson. O, en esta temporada, cuando va a un campamento de surf en Montauk. Me gusta cuando se encuentra como un pez fuera del agua y tiene que navegar por esos espacios. Es tan hogareña y una especie de criatura de su cama, que cuando está en el mundo es realmente divertido. A menos que esté en su departamento, no está realmente en su hábitat natural, con lo que me relaciono completamente. Mi amiga Durga Chew-Bose está por lanzar un libro hermoso, llamado Too much and not in the mood (Demasiado y no de humor), y en él identifica a ciertas personas como "gente de la esquina", gente que siempre quiere estar en un rinconcito. Es lo que soy: no soy una ermitaña, no soy antisocial; soy una persona del rincón.

-¿Qué extrañas más de Hannah?

-Me encantan sus patrones de habla. La forma divertida y de ojos abiertos que mira a la gente, y la terrible forma en que encajan sus suéteres. Es divertida de interpretar, es divertido estar en su cuerpo. Voy a echar de menos ponerme esa ropa y sentir que se hace cargo. Voy a extrañar lo que se siente ser ella. La gente pensaba que era yo, y no era yo.

-¿Qué te alegrará dejar atrás?

-A veces fue difícil que el programa fuera evaluado por sus propios méritos debido al ruidoso y crítico diálogo que lo rodeó. No estaré triste por dejar eso atrás. Se esperaba tanto. Se suponía que Girls representaba todo y supuestamente no representaba nada. Todos tenían una opinión, incluso si no la habían visto y eso es una gran cantidad de energía para administrar. Yo también estaba muy cansada. Destruí mi cuerpo haciendo esta serie. Voy a recuperarme tengo solo 30 años-, pero pasé de poder estar despierta toda la noche, derecho a la Edad Media.

En la primera temporada, salí con un chico, bebí una botella entera de vino y vomité en la van camino al trabajo. Recuerdo sentir el vino moviéndose en mi estómago en el set, gemía y tomaba Gatorade. Pero trabajé todo el día. Hoy eso me dejaría bajo la mesa durante seis días.

-¿Qué te hizo convocar para esta temporada a estrellas como Riz Ahmed (The night of) y Matthew Rhys (The Americans)?

-El episodio con Riz lo rodamos al final, así que fue nuestro gran final, llegar a trabajar con él. Tuvimos cinco días en una playa de Montauk y fue un placer dirigirlo, es muy atento y talentoso. Está tan transformado en cada escena. Solo es él en su yo británico normal en la cena, realmente no reconocés a la persona que interpreta esos otros papeles.

El capítulo con Matthew Rhys no voy a decir que es realmente bueno porque lo escribí, pero estoy muy orgullosa. Me encantan los capítulos donde es como si estuviéramos haciendo una película. Tantos hombres quieren hacer el héroe, jugar al buen chico e interpretar al guapo. Matthew es el único actor al que he oído decir: "Por favor, hazme parecer más calvo". Como si quisiera realmente encarnar al personaje de una manera súper profunda. Simplemente no puedo imaginar haberlo hecho sin él.

-¿Te sorprendés constantemente con las reacciones de la gente a tus posteos en las redes sociales?

-Sí. Es una locura. Si digo algo inadvertidamente intolerante, transfóbico, racista, perpetuando estereotipos negativos de las mujeres cuyas identidades no entiendo, hábleme, lo escucharé, me disculparé. Pero si estoy orinando o escribo un post sobre Trump como papá, o escribo un tuit en el que hablo de un sueño sexual que tuve, entonces... ¿por qué a mí? Nunca he sido una fan de seguir el odio, solo me entrego a las redes que disfruto, porque la vida es demasiado corta. Así que la idea de las personas que acuden a tu página para decirte que eras una mierda me desconcierta. A mis tres mejores amigos los conocí en Twitter, pero todos antes de 2008, antes de ser famosa.

-¿Qué tan feliz fuiste de poder postear sobre la portada de Glamour y tu foto sin retoques?

-A los 30 años, fue un gran impacto en mi autoestima mirar esa tapa y ver mi cuerpo sin editar. Es la primera vez que me siento como soy. Es genial ver una foto tuya y decir: "oh, esa soy yo. Y me gusta cómo me veo".

El actor de The night of (HBO), aparece en la 6ta. temporada como un instructor de surf. "Riz es un actor increíble y creo que lo agarramos justo antes de que las cosas explotaran por completo para él. No habría sido posible tenerlo dos semanas más tarde. Era tan difícil saber a quién traer para el papel de Paul- Louie. Entonces vi The night of y dije: "Oh, ese es mi chico". Él dijo: "¿Por qué me estás ofreciendo esto?". Y le contesté: "porque sos un maldito gran actor, sos encantador, y vas a traer humor, energía y emoción".

LENA DUNHAM