Un drama real, una con Marion Cotillard, un documental y un thriller

06/05/2017, 05:00

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El faro de las orcas es una valiosa película sobre un niño autista y su vínculo con las ballenas que fue directo a Netflix. Un momento de amor cuenta una particular historia en la que se luce Marion Cotillard. Los cuerpos dóciles se mete en el sistema judicial argentino siguiendo a un abogado defensor. Y Mío o de nadie mezcla suspenso con celos enfermizos.

El faro de las orcas

Basada en la historia real de Roberto Bubas, guardafaunas de Puerto Madryn cuyo vínculo con las orcas ayudó a un niño autista a salir de su encierro. El pequeño llega a ese lejano y frío lugar con su madre y ambos se instalan unos días en la precaria cabaña de Bubas, un hombre obsesionado con las orcas por una situación que se conocerá en el film. Además de contar una interesante y movilizante historia, el film se condimenta con un romance que es de ficción, pero que sirve como un atractivo más para un relato en el que también se habla de la dureza de las normas. Joaquín Furriel y Maribel Verdú están muy bien, el primero parece duro al inicio pero luego uno advierte que tiene que ver con su personaje. Destaque especial para el niño Joaquín Rapalini y para las bellas imágenes de Argentina y España. No fue a salas, se ve por Netflix.

Un momento de amor

La historia comienza con un matrimonio yendo a la ciudad a la presentación de su hijo pianista. Algo hace que la mujer se baje antes del auto y decida alcanzarlos después. Ese algo lo sabremos viajando al pasado, en el que conoceremos la historia de Gabrielle, una mujer desesperada por encontrar el amor a su manera, manera que no se condice con el comportamiento propio de una dama y que termina haciéndola aceptar un matrimonio arreglado so pena de terminar internada por problemas mentales. En esa vida a la que la obligan, el tratamiento de cálculos renales la cruza con un hombre con el que se obsesionará. La película, basada en una novela, vive y lucha gracias al gran talento de Marion Cotillard. Es por la excelente actriz francesa que vale la pena acercarse a un relato por momentos pesado y algo tedioso que una vuelta de tuerca final intenta levantar.

Marion Cotillard encarna a una mujer no satisfecha con la vida que le tocó.

Un abogado defensor cuyos clientes respetan y aprecian.

Los cuerpos dóciles

Alfredo García Kalb es un típico abogado del sistema judicial argentino que uno imagina similar al uruguayo. Sobre todo en lo que refiere al tipo de delincuentes y las cárceles a las que se los condena. La rehabilitación es más una ilusión que otra cosa y, aunque se diera, el objetivo de los profesionales es hacer zafar a sus defendidos de las rejas. El robo de una peluquería sirve como hilo conductor de un relato en el que el protagonista absoluto es un abogado que se mueve como pez en el agua en ese mundo en el que sus defendidos lo respetan y aprecian. Si bien en ningún momento se desconfía que es un personaje real, se suman escenas para reforzarlo, como su hobby como baterista o salidas familiares. Un film que no baja línea, aunque es claro que prioriza el punto de vista de los que se apartaron de la ley.

Mío o de nadie

Decidida a dejar atrás un pasado de violencia doméstica, Julia se muda a Los Ángeles para casarse con su nueva pareja. El tema es que debe lidiar con la ex, una mujer obsesionada con la perfección que se niega a aceptar que el padre de su hija va a iniciar una nueva vida y usa a la pequeña para complicarle la existencia. Al mejor estilo culebrón latinoamericano en el que se intercalan todos los clichés de las películas de terror o suspenso más básicas, esta historia avanza sin sorpresa alguna, con situaciones que a veces mueven más a la risa que lo que en verdad busca. Si no fuera porque en su elenco hay dos actrices que se han ganado un nombre en Hollywood, la cosa sería más olvidable aún. Habrá ayudado a pagar las cuentas de Rosario Dawson y Katherine Heigl, porque para su carrera este film no suma… incluso resta.