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Entretelones del casting de 'Yo me llamo 2'

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Los requisitos para participar son los siguientes: ser mayor de 18 años, ir lookeado como el artista que se quiere imitar y llevar la pista. El lunes pasado se realizó una audición en el Sodre y hoy se hará el casting en Fray Bentos.

Son las nueve de la mañana del lunes 20 de julio. Es una de las jornadas más frías del invierno, varios se quejan de las bajas temperaturas, aunque eso no les haya impedido arrimarse hasta el Sodre para hacer el casting de Yo me llamo 2 (Teledoce). La situación en las inmediaciones del Auditorio es bastante atípica: hombres y mujeres de todas las edades con pelucas, bigotes, pelos pintados y guitarras en mano hacen una larga fila, leen el extenso formulario y lo rellenan apoyándose en el vidrio. La mayoría lleva una mochila o un bolso a cuestas: adentro está el atuendo que los hará verse lo más parecido posible al artista que imitarán frente al jurado.

La puerta se abre a las 10:00 y el ingreso de los aspirantes al casting sucede en tandas. Se sientan en el hall próximo a la sala Hugo Balzo y enseguida fluyen las charlas motivadas por el nerviosismo. Algunos participaron en el casting de la primera edición de Yo me llamo y un par incluso llegaron a concursar en el certamen, así que tienen un poco más de cancha en esto de audicionar y pueden aconsejar a los debutantes.

No se respira un aire de competencia, se percibe apoyo entre unos y otros; es más, intercambian piques, ensayan las melodías, preparan la garganta, se arman cantarolas y cada uno se suma con su instrumento: mientras adentro de la Hugo Balzo sucede el casting, en la recepción del Sodre suena De Música Ligera (Soda Stereo), Mujer Amante (Rata Blanca), José Sabía (La Vela Puerca) y otras tantas melodías al estilo fogón.

Ese ambiente contribuye a disminuir la tensión: durante la primera hora reina la incertidumbre, todos quieren saber cómo es ese momento en que les tocará pararse ante el jurado para decir Yo me llamo ... (el artista que hayan elegido) y cantar. Las palabras nervios, ansiedad y miedo se transforman en protagonistas de las conversaciones. Los familiares, amigos y parejas pueden acompañar pero con la condición de permanecer afuera del teatro: la madre de Sofía toma un té para mitigar el frío. Tiene 18 años, se pondrá en la piel de la cantante de jazz Ella Fitzgerald y comenta mi mamá está más nerviosa que yo.

Es la primera vez que se ven las caras pero hay buena onda. Antes de entrar se saludan, se desean suerte e incluso intercambian celulares ó Facebook para seguir en contacto. Ojalá pudiéramos quedar todos, dice un adolescente que hará a Justin Bieber. Pero es imposible: de ese casting y el que se hará hoy en Fray Bentos quedarán alrededor de 100 preseleccionados que pasarán a la segunda instancia que se realizará el martes 28 de julio en los estudios de La Tele. Allí se elegirán los 30 participantes que concursarán en esta nueva edición de Yo me llamo que muy pronto se verá por Canal 12.

La dinámica en un primer acercamiento es inusual: no se preguntan los nombres, quieren saber a quién van a interpretar, quién serán en el casting y recurren a ese código para llamarse entre ellos. Hola, Luis Alberto Spinetta, se presenta uno al unirse a la ronda donde también charlan Julieta Venegas, el cantante de La Trampa, que asegura no necesitar lookearse porque comparte el estilo con su ídolo, y otro par más que aún no han entrado en personaje pero pronto lo harán.

Dalina es la encargada de romper el hielo e inaugurar este casting. Viene por la revancha. Qué nervios, que mi abuelita me acompañe, dice. Se presentó el año pasado, fue Shakira y cantó la canción Pero me acuerdo de olvidartre, "estaba mucho más sexy, ahora bajé un poco el perfil y voy a cantar Antes de las seis", comenta minutos antes de ingresar a la Hugo Balzo.

Dalina pudo haber sido una de las 32 concursantes del primer Yo me llamo pero era menor de edad (tenía 17 años), necesitaba la firma de su padre y él no llegó a tiempo de Cerro Largo. La joven no podía ver la publicidad del programa en la tele, "lloré una semana", por eso esta vez se arrimó al Sodre en búsqueda de una segunda oportunidad, a pesar de su dolor de garganta y la sinusitis.

Hay músicos de varios géneros, para todos los gustos: Axel, Belinda y Karina La Princesita andan en la vuelta, al lado está Justin Bieber, cerquita Ella Fitzgerald, Soledad Pastorutti y Valeria Lynch; en el baño se apronta Isabel Pantoja y afuera fuma el cantante de Calle 13. Varios nombres se repiten: hay más de un Luis Miguel, varios Ricky Martin y Bruno Mars; un par que quieren ser Jaime Roos, Alfredo Zitarrosa, otros Ricardo Montaner y varias Shakiras (incluso un hombre se anima a encarnar a la cantante colombiana). El casting del primer Yo me llamo estaba repleto de Violettas (personaje que hacía Martina Stoessel en la serie para adolescente), esta vez las que se multiplican y aparecen por doquier en el Sodre son las Lali Espósito. Las chicas se ponen el hábito para parecerse a la novicia que interpreta la ex Teen Angel en Esperanza Mía,la exitosa novela que emite Canal 13 y pronto se verá por la pantalla de La Tele.

Este año la consigna del casting sufrió una modificación respecto a la pasada edición: los interesados debían estar lookeados como el artista que imitarían frente al jurado. Ninguno llega disfrazado al Sodre. Mientras hacen la fila aún no se puede descifrar a quiénes imitarán. Es que al uruguayo promedio le cuesta un poco desinhibirse, el frío tampoco es un aliado esta jornada, pero igual hay un par que se la juegan: dos hombres se atreven a lookearse y ser Lady Gaga y Shakira por unos minutos. La transformación sucede dentro del Auditorio. Algunos necesitan espejo y baño para cambiarse, otros lo hacen en la recepción porque solo tienen que quitarse los abrigos y colocarse un par de accesorios: lentes, bigotes, peluca que simula una pelada y campera de cuero negra para hacer a Jaime Roos; una camisa de color y una boina alcanzan para que Leo se ponga a tono con Bruno Mars; basta con ver el poncho verde para advertir que la chica que aguarda en una de las butacas cantará como la Sole y es fácil reconocer a uno de los muchachos que imitará a Zitarrosa, aunque ande de championes.

Hay disfraces inconfundibles, pero otros no se asocian tan fácilmente con el artista a interpretar y eso da lugar a que jueguen entre ellos a adivinar quiénes son. Todos esos detalles se cuidarán cuando comience el concurso y se verá el gran trabajo a nivel de maquillaje y vestuario de la producción para conseguir una perfecta caracterización. Pero en el casting aún no rige esa norma y uno de los Montaner, por ejemplo, reconoce entre risas que su look es una mezcla entre el cantante venezolano y la bachata. María, en cambio, sobresale entre la multitud: su atuendo es igual al que usa Lali Espósito en Esperanza Mía. Canta Cómo haremos frente a cámara previo al casting por recomendación de los productores, "mover y calentar siempre es una buena práctica". La joven de 25 años se encarga de aclarar que de monja solo tiene ese disfraz que confeccionó la madre de una amiga en cuatro horas, "se pasó, yo le di el diseño y ella lo hizo". Su semejanza con la protagonista de Esperanza Mía le juegan a favor durante la prueba: te esperamos el martes que viene en el casting final con todo el jurado, le dice Gustavo Landivar. Al tiempo que Camila Sapin le aconseja que para esa instancia tenga un par de temas más preparados y le pide por favor que vaya lookeada igual.

crónicaMariel Varela

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