Durante más de 30 años fue un excelente actor secundario. Puso su voz y rostro en series de culto: desde Seinfeld hasta Power Rangers. A los 50 el personaje de un narco le cambió la vida. Ahora, 10 años después, Bryan Cranston es una celebridad.

Bryan Cranston es hijo de una actriz radial y de un actor y boxeador. Sobre ellos comentó que eran "personas dañadas que no estaban preparadas para tener hijos". De hecho, siendo niño la familia perdió su casa al no cumplir con el pago de la hipoteca. Bryan se mudó con un abuelo hasta que se reencontró con sus dos hermanos y su madre. Al padre no lo vio durante una década. En la juventud combinó las clases de actuación con un trabajo parcial como pastor religioso. Sus primeros pasos los dio actuando en comerciales. Protagonizó campañas para marcas como Lays, Excedrin, Honda Accord y Coffee-Mate.

A los 22 años se propuso dedicarse exclusivamente a actuar y lo consiguió solo tres años después.

"Un actor debe arriesgarse a ser ridículo, ser excluido o ser avergonzado, para finalmente obtener algo más grande", dijo alguna vez. Antes de Breaking bad interpretó decenas de personajes secundarios en series de TV y en cine. Buena parte de sus ingresos los obtuvo realizando doblajes de series de animé bajo el seudónimo de Lee Stone. Entre ellos le puso la voz al Power Ranger azul, al que el equipo llamó "Billy Cranston" en su honor.

Ahora que es una celebridad, fue convocado para prestar su voz a unos de los personajes de saga Kung Fu Panda.

Entre sus roles secundarios más recordados están el del dentista Tim Whatley en la serie Seinfeld y el del padre de familia Hal en Malcolm in the middle, proyecto en que pudo haber llegado a compartir elenco junto a Aaron Paul, puesto que el joven actor se había postulado para interpretar el rol del hijo mayor. También actuó en un episodio de Los Archivos X desempeño que le ayudó a conseguir el personaje de Walter White.

"Walter White fue un regalo que me cambió la vida. Pero ya sabes lo que se dice: cuando algo acaba, no llores porque acabó; sonríe porque sucedió", comentó en una entrevista acerca del personaje que lo convirtió en una celebridad luego de una carrera de 30 años.

La propuesta llegó a sus manos luego de que John Cusack y Matthew Broderick rechazaran el papel. Entonces, el creador de Breaking Bad Vince Gillian le mostró a los productores el capítulo de Los Archivos X en el que actúa.

El actor disfrutó tanto los años que llevó pegado a este personaje que aseguró que no quería llegar al capítulo final. Para recordar a Walter White lleva un tatuaje en un dedo con el logo de la serie.

Obsesionado por lograr una interpretación perfecta, aprendió a cocinar metanfetaminas con un grupo de agentes de la DEA que le dieron la receta para hacer las drogas ideales.

Además de actuar, Cranston dirigió tres episodios de la serie.

"Me gustaría dedicar este premio a los Sneaky Pete del mundo que pensaron que quedarse en la mediocridad era una buena idea porque era seguro. No lo hagan, aprovechen la oportunidad, corran riesgos. Encuentren esa pasión, revívanla, enamórense otra vez de ella. Vale la pena", dijo cuando ganó el Emmy en 2014. Fiel a sus palabras, Cranston se probó detrás de cámaras dirigiendo episodios de Modern Family, Breaking Bad y Malcolm in the middle. También dirigió un guión que le regaló a su esposa para una Navidad de los años 90. La película se llamó Last chance y recibió críticas buenas y malas. Está protagonizada por él, su esposa Robin Dearden, Tim Thomerson y Amy Hathaway.

Es conocida la historia de que Anthony Hopkins le escribió una carta para felicitarlo por su interpretación de Walter White.

Menos sabida es la anécdota de que al terminar la secundaria recorrió el país en moto acompañado de su hermano. Cuando llegaron a Texas se quedaron sin dinero para el combustible y aceptaron cualquier tipo de trabajo para seguir con el plan.

Para mantenerse en forma, Cranston corrió en cuatro maratones. Otra excentricidad: es fanático de los patines desde que tomó clases durante seis meses para rodar unos de los capítulos más recordados de Malcolm in the middle. Este es, además, el episodio favorito del actor.

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