Por estudiar en la Udelar hay que pagar, y el Poder Ejecutivo quiere que se pague más. Miles de profesionales molestos por esto buscan frenar las reformas: creen que deja de ser un aporte solidario para ser una carga tributaria. La gratuidad de la enseñanza entra en debate.

El Fondo de Solidaridad que deben pagar los egresados de la Universidad de la República (Udelar) y de la UTU aumentará sus cuotas y extenderá la cantidad de años de aportes, pasando de 25 a 35. Y si la situación ya generaba polémica y resquemores, ahora terminó de complicarse. Los profesionales pusieron el grito en el cielo, y corren contrarreloj para conseguir alguna reacción de parte del Parlamento.

"Yo no quiero pagar, ni 25, ni 30 años, ni hasta que me jubile. Ya sea por mí o por los que vienen, no es justo. Es como pagar de por vida, y me niego. Sí a colaborar, no a la estafa descarada", protesta Laura, una profesional egresada de la Udelar que junto a otras 11.921 personas integra el grupo de Facebook denominado "Reformulación del Fondo de Solidaridad y eliminación del adicional".

Y María Inés, otra usuaria del mismo grupo, agrega: "La creación del Fondo fue un duro golpe para los profesionales. Hoy, cuando estamos llegando a los 25 años de aportes y por lo tanto estamos terminando de pagar, dicen que debemos seguir pagando hasta los 35. ¿Entonces cómo nos podemos sentir? Yo simplemente estafada. Y no solo en dinero, estafada en valores, principios y en la confianza".

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Actualmente, quienes cursaron carreras de menos de cuatro años de duración deben pagar $ 1.526 al año; quienes hicieron carreras de cuatro años pagan $ 3.052; y quienes se graduaron de carreras de cinco años o más pagan $ 5.086. Por esa vía se recaudan US$ 16 millones al año, los cuales son destinados al pago de becas de $ 6.000 mensuales a 8.000 estudiantes en promedio. Quienes cursaron carreras de cinco o más años tienen que pagar, además, un fondo adicional de otros $ 5.086, que se destinan a la Udelar.

Con los cambios incluidos en el proyecto de presupuesto a estudio del Parlamento, se modificarán las categorías y a partir del año que viene, los egresados de carreras de menos de cuatro años aportarán por año $ 1.526 (entre los cinco y nueve años tras el egreso) y a partir de los 10 años de egreso, $ 3.052. Los egresados de carreras de cuatro años o más deberán aportar al año $ 3.052 (entre los cinco y nueve años desde el egreso), y el doble tras los 10 años. El fondo adicional sigue igual, y en todos los casos se pagará hasta cumplir los 70 años, lo cual equivale a 35 años de aportes en promedio.

La intensión del Poder Ejecutivo de aumentar los aportes de los profesionales al Fondo sorprendió a los involucrados, que ahora buscan la forma de evitar los cambios propuestos y al menos postergar el debate sobre el asunto.

Por estas horas, la Agrupación Universitaria del Uruguay (AUDU) —que representa a unos 115.000 egresados y reúne a una veintena de asociaciones y sociedades de profesionales— se mueve con intensidad. En la noche del miércoles, el Consejo Directivo de la institución decidió salir a buscar un nuevo contacto con los legisladores que han tratado el tema en Comisión de Hacienda (con quienes ya hablaron la semana pasada) y también se optó por trasladar la situación al Consejo Directivo de la Udelar, particularmente a través de los consejeros egresados.

"Estamos tratando de ganarle al tiempo. Queremos que el Parlamento no cometa algo que para nosotros es un error. Queremos discutir los cometidos que se asignan al Fondo y los montos. Lo que buscamos es que se dé una discusión más profunda del tema y que recién se piense en incluir esto en una ley en 2017, cuando se abra el presupuesto de nuevo", resume Néstor Eulacio, presidente de AUDU.

En ese marco, el vocero de la Agrupación Universitaria dijo que además de la preocupación que existe entre los profesionales por lo que entienden que es una carga excesiva en materia de impuestos y contribuciones, les llaman la atención los cambios institucionales que aparecen.

Puntualmente, está previsto que los representantes de los profesionales salgan de la dirección del Fondo y pierdan "voz y voto" para dar lugar a representantes del Ministerio de Economía y del Mides. "Nos parece que se tiene una visión equivocada. Con estos cambios no vamos a poder ayudar a trabajar en la política de becas y estamos sorprendidos de que se nos deje totalmente por fuera", expresó Eulacio.

Por internet ya se juntaron más de 11.100 firmas para cambiar el sistema de aportes, y a la vez, por redes sociales hay diversos reclamos. Algunos plantean que para aportar montos tan elevados y por tanto tiempo, es mejor estudiar en una privada, pero el Fondo rebate la idea.

Así responde Enrique Miranda, gerente general del Fondo: "Los datos muestran que la persona que paga más llega a aportar a lo largo de toda su vida $ 200.000 (sin el adicional), y eso equivale a un año de carrera en una universidad privada". Si se cuenta el adicional, el costo es el doble y, por lo tanto, pasa a representar dos años de carrera en una privada. Pero más allá de cálculos, el tiempo corre para la aprobación del presupuesto y las proyecciones no son buenas para los más de 100.000 profesionales implicados.

¿Solidaridad o impuesto?ANDRÉS ROIZEN