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Carrera de obstáculos en dos ruedas

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Según el digesto departamental, los ciclistas deben andar por la derecha. Foto: M. Bonjour
Ciclistas en la rambla de Montevideo, ND 20161124, foto Marcelo Bonjour
Archivo El País

Por un lado se promueve el uso de la bicicleta y por otro, faltan normas claras y garantías para quienes las usan. Si bien se han implementado medidas para facilitar su circulación, estas no resuelven todo el problema. En lo que va del año murieron 29 ciclistas en siniestros.

La bicicleta blanca que hoy cuelga de un poste sobre el kilómetro 34 de la Ruta Interbalnearia es la última que se agregó este año. Se colocó en honor a Guillermo Fernández, que murió a comienzos de noviembre, atropellado por un automovilista que se fugó. Él es uno de los 29 ciclistas fallecidos en accidentes de tránsito en 2016 y el homenaje, como en otras partes del mundo, se combina con un reclamo: la bicicleta blanca es un pedido de más seguridad.

Fernández, un visitador médico de 47 años que tenía tres hijos, andaba por la ruta con un grupo de ciclistas cuando fue embestido. Según los testimonios llevaba casco, luces e indumentaria adecuada para circular; sin embargo, lo hacía por la única ruta del país para la cual las normas —y sus interpretaciones— son contradictorias.

La Interbalnearia tiene carteles que prohíben la circulación de bicicletas por un decreto de 1964. La norma va contra el principio de libertad de tránsito, garantizado por ley en 2007, y es cuestionada por varios colectivos. Incluso en Unasev consideran que no se debe prohibir a los ciclistas usar esa ruta, pero por ahora hay un vacío legal en torno al tema. Esta es solo una de las ambigüedades respecto a las normas que rigen al ciclismo.

El Estado promueve el uso de la bicicleta por los beneficios que supone para la salud y el descongestionamiento del tránsito. Al mismo tiempo se construyen nuevas ciclovías y recursos para fomentar el pedaleo. Y si bien no hay cifras oficiales, todos los actores involucrados están de acuerdo en que hay un crecimiento en la cantidad de bicicletas que circulan por la calle. De hecho, según Uruguay XXI, entre 2005 y 2015 la importación de bicicletas se cuadruplicó. En Montevideo, estimaciones de la Intendencia indican que se hacen al menos 47.742 viajes por día y para fines de este año se espera tener datos más concretos a través de una encuesta.

Por otro lado, las agrupaciones de ciclistas son cada vez más visibles y con cada muerte se suman más voces al reclamo por seguridad. Le echan la culpa al tránsito agresivo, a los ómnibus y taxis, al mal estado de las calles, a la poca señalización, a las altas velocidades a las que andan los vehículos motorizados, a un sistema de normas poco claro y a la falta de educación de quienes circulan por la calle.

Incluso entre los ciclistas admiten que muchas veces le hacen honor a su fama de "transgresores", pero también señalan que el tránsito gira en torno a los autos y contempla poco sus intereses.

A pesar de que las autoridades dicen que el asunto se ha vuelto una de sus prioridades en los últimos tiempos, no hay una única postura dentro del Estado. Unasev, Policía Caminera y las intendencias se rigen por criterios diferentes y eso se traduce en falta de certezas. En un país que tiene todo para ser un ejemplo del transporte en bicicleta, el camino parece estar lleno de impedimentos.

En dos ruedas.

En Oeste Montevideo tienen sus reglas para transitar. Todos los martes y jueves este grupo de ciclistas deportivos entrena por la rambla, entre el Teatro de Verano y la escollera de la Ciudad Vieja. Para ellos, esas salidas son una forma de educar: "No es solo andar en bici, tiene una técnica, es como hablar de jugar a la pelota o jugar al fútbol", dice José Pedro Domínguez, integrante del grupo, que comenzó a reunirse hace cuatro años. Se juntan porque creen que la unidad los hace más visibles y menos atractivos para los delincuentes. En los días de verano más concurridos, Oeste Montevideo ha llegado a reunir unas 50 personas.

Si bien la normativa departamental los obliga a andar en fila, uno detrás del otro, ellos prefieren ir de a dos o en pelotones, con casco, con luces e indumentaria específica. "Comprobamos que yendo de dos en dos los vehículos respetan más, te dejan el carril", dice Domínguez.

El ciclista cree que las normas que rigen el tránsito de las bicicletas son desactualizadas y poco claras. El digesto municipal obliga a los ciclistas a circular por la derecha, pero no contempla la cantidad de autos que se estacionan sobre ese lado de la calle. Como consecuencia, él mismo recibió el golpe de una puerta que lo dejó un mes sin poder pedalear. "Te cuidás del que pasa por la izquierda, pero viene otro y abre la puerta por la derecha", se queja.

A su vez, el digesto municipal obliga a los ciclistas a circular a no más de un metro del cordón derecho, pero esto les dificulta adelantar a otro vehículo por la izquierda, como establecen las normas.

La mayoría de los consultados, especialmente los ciclistas deportivos, recuerdan haber tenido algún tipo de accidente o conocen a alguien que lo tuvo. Varios fueron amigos de alguno de los 130 que murieron entre 2012 y 2016. Según datos aportados por Unasev, este año hubo 982 heridos leves y 127 graves.

Un informe elaborado por Unibici, un proyecto universitario que pretende fomentar el uso las bicicletas, analizó y cruzó datos de todos los siniestros. Concluye que dos de cada tres de los ciclistas fallecidos entre 2012 y 2015 se accidentaron en la zona metropolitana, y más de la mitad en Canelones y Montevideo.

Lo más curioso es que en Montevideo, al contrario de lo que se podría pensar, la mayoría de las muertes ocurrieron en la periferia. En Canelones se concentraron en Ciudad de la Costa y Canelones. Un 40% de los fallecidos, además, se accidentó en avenidas y un 30% en calles. En rutas fue solamente el 11%. Los siniestros con heridos leves o graves han crecido de forma casi sostenida entre 2012 y 2015.

Si no puede ver el mapa haga click aquí.

https://infogr.am/0bad19e8-f6fe-4bc7-a62c-7830bcb8a325
https://infogr.am/ebfd9015-592e-49b8-a6a8-e116f7c99404
https://infogr.am/93037a34-ad1c-4192-b653-183007bcc245

"Contraintuitivo".

Cuando la gente de Masa Crítica anda por la calle es inevitable verlos y escucharlos. Los encuentros son una fiesta que irrumpe en el tránsito. Entre todos encuentran la fortaleza que las normas de tránsito no les dan. Se juntan para promover el respeto a los ciclistas, pedir la creación de más infraestructura en la ciudad y divertirse.

Carlos Bruno es integrante de "la Masa", además de sociólogo y parte de "Liberá tu bicicleta", un proyecto que recupera aquellas que están en desuso y las dona a quienes no tienen. "Si espero a que las condiciones de tránsito sean ideales para los nuevos ciclistas, me voy a volver viejo y voy a perder el humor", dice.

Bruno opina que más bicicletas en la calle equivalen a más seguridad. Montevideo, dice, tiene características topográficas, climáticas y poblacionales ideales para convertirse en una ciudad "ciclable". Pero la gente tiene miedo de salir y esa es una de las barreras que, considera, hay que romper. Bruno propone unificar la normativa municipal con la nacional para llegar a criterios más sólidos de circulación.

Advierte que sus propuestas pueden parecer "contraintuitivas", pero se inspiran en experiencias de países europeos en los que el ciclismo está más extendido. Permitir que las bicicletas circulen a contramano y por la derecha en calles de poco tránsito, donde la velocidad límite es menor a 30 km/h, es una de ellas. Supuestamente facilita la circulación de las bicicletas y en París no ha probado generar más siniestros.

Otra medida es habilitar que las bicicletas frenen delante de los autos en los semáforos para evitar posibles accidentes, o incluso dejarlas cruzar con rojo. En Europa se entendió que muchas veces no es necesario que frenen, sino que con disminuir su velocidad alcanza y de esa manera se mantiene la "fluidez" del tránsito. Esto último se implementó hace poco también en París, aunque solo para ciertos semáforos.

Bruno también cree que la reciente normativa (ley 19.061) que obliga a los ciclistas a usar casco, tener espejos, timbre, un faro de luz blanca y un reflectante del mismo color en la parte delantera, y lo mismo pero de color rojo detrás, es "ridícula". Su filosofía va en sintonía con lo planteado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID): a más regulaciones y limitaciones, menos ciclistas en la calle, menos seguridad, más accidentes y mayor preponderancia de mitos o ideas erróneas sobre el ciclismo. Sin embargo, el director de Tránsito de la IMM, Pablo Ferrer, confirma que se están analizando formas de aplicar sanciones a las bicicletas infractoras y que podría ser a través de la cédula.

Según datos del BID, Montevideo está tercera entre 56 ciudades de América Latina en cuanto a la cantidad de ciclistas heridos por año cada 100.000 habitantes. Su promedio es de 13,8, mientras que Rosario (Argentina) casi llega a los 49 y San Salvador (El Salvador), a dos.

A paso lento.

Desde Unasev indican que la seguridad de los ciclistas es una prioridad. Es por eso que, según cuenta Adrián Bringa, uno de sus directores, se han mantenido varias reuniones con grupos como Masa Crítica y Oeste Montevideo.

"No está siendo fácil. Hay que contemplar a cada uno, cada uno tiene una visión particular de uso de la bicicleta. Nosotros tenemos que tomarlos como una generalidad", explica. ¿Uruguay es un país seguro para los ciclistas? Bringa responde que se está haciendo lo posible por que así sea y enumera algunas medidas, como las campañas hechas y los 35 kilómetros de ciclovías que se construyeron en Montevideo principalmente desde 2014.

"El tránsito de Montevideo se está volviendo más agresivo. Cada vez hay más autos y está faltando un lugar para circular en bicicleta", dice Juan Vespa, arquitecto de la división de Movilidad de la IMM. Se está pensando en una red de ciclovías que faciliten la circulación. Se han instalado además bicicletarios con capacidad para 72 en la Ciudad Vieja, así como en varios otros puntos de la capital.

A las ciclovías instaladas se agregan varios proyectos que están en marcha que ya las incluyen, como la obra de ensanche de Belloni y parte de Camino Cibils. "En los nuevos proyectos del fondo capital se está incorporando una solución de infraestructura dedicada a la bicicleta", asegura Vespa.

Los autos que se estacionan en ciclovías están recibiendo sanciones, agrega el arquitecto. Un decreto de enero de este año introduce el concepto de ciclovías dentro de la normativa, lo cual fortalece la potestad de sanción de la comuna. Otro problema de las ciclovías y bicisendas son los peatones omisos o confundidos que se interponen en el camino.

Javier Taks, antropólogo, docente de UdelaR e integrante de Unibici, señala que el crecimiento del uso de la bicicleta en Montevideo se ve reflejado en las propuestas de presupuesto participativo. Este año, por ejemplo, hubo 13 que avanzaron en el proceso de selección. Taks participó del diseño de las ciclovías que ya están instaladas y reconoce que fue un proceso de aprendizaje. Algunas se ven obstruidas por otros actores del tránsito, como la de la calle Máximo Tajes, en Carrasco, donde el transporte escolar se interpone con quienes entran y salen de sus trabajos.

Por otro lado, hubo algunas, como la de la calle Piedras, en Ciudad Vieja, que resultaron demasiado angostas. Y otras, como la de Rincón, que tienen buen diseño pero son invadidas por peatones. El antropólogo cree que es necesario crear más academias y talleres para fomentar el uso de la bicicleta como medio de transporte.

Taks defiende el uso de casco y chalecos reflectivos como medidas defensivas pero transitorias. Para él, el mejor escudo sería una normativa que deje de concebir al ciclista como parte frágil del tránsito. "Todavía somos bastante invisibles. Hasta que no logremos cambiar eso, somos los primeros que tenemos que cuidarnos".

Las normas de circulación en el tránsito montevideano.

Según el digesto departamental, los ciclistas deben andar por la derecha, a no más de un metro del cordón, uno atrás del otro, y están obligados a no usar la calle cuando haya una bicisenda o ciclovía. "Formar grupos que obstruyan la circulación general" está prohibido, y a su vez la Intendencia se arroga la potestad de impedir que las bicicletas circulen por determinadas vías de tránsito. Nuevas normas obligan a edificios públicos y privados a tener determinada cantidad de estacionamientos para bicicletas.

Según el digesto departamental, los ciclistas deben andar por la derecha. Foto: M. Bonjour
Según el digesto departamental, los ciclistas deben andar por la derecha. Foto: M. Bonjour
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INTERACTIVOMARIANA CASTIÑEIRAS

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