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Orsanic, un campeón de la Davis en Montevideo

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Foto: Marcelo Bonjour

“El tenis enseña valores muy importantes, como convivir con el error, aprender a comprometerse”.

Daniel Orsanic llegó a Montevideo para un fin de semana de clínica con los entrenadores del Carrasco Lawn Tennis. El capitán del equipo campeón de la Copa Davis 2016 trabaja en la formación de tenistas en Argentina, y fue entrenador de Pablo Cuevas. De todo eso, pero también de Federer, de las tendencias y de sus emociones al ganar la Davis en la tierra natal de sus padres habló Orsanic con Ovación.

Su presencia en Carrasco. Estuve como jugador, también como entrenador, pero ahora me llamó Bebe Pérez Cassarino, que está a cargo del tenis en el club, y me pareció una iniciativa muy interesante querer capacitar a sus profesores. También de tener charlas con los padres, para que sepan cómo trabajamos en Argentina

La abundancia de información y la formación de jugadores. La parte buena de obtener información con la computadora o el teléfono es que nos abre la cabeza a todos, los que formamos o entrenamos, hasta el chico más curioso que ve cómo juegan sus ídolos o referentes. Los puede ver permanentemente en el partido que quieran. La parte negativa es que hay gente que probablemente no está autorizada para ser formador u orientador, pero cree que viendo algún video puede llevar adelante esa tarea.

Los principios básicos de la formación de un tenista. Desde el lado físico, que crezcan bien balanceados, que no acentúen defectos porque luego es más difícil erradicarlos. En la parte técnica soy muy obsesivo. Si un chico le pega bien a la pelota, va a poder competir a un nivel más alto, y por ese lado busco buena técnica, para que evolucione, y que llegue a lo que llegue que la pase bien. Y además le doy mucho valor a la persona, integralmente. Que no se cierre practicando tenis. Que genere lazos de amistad duraderos. Y además transmitírselo a los padres, porque muchas veces pensamos que lo único que cuenta es si gana o pierde, qué ranking tiene o a dónde va a llegar. Queremos bajarle la ansiedad y que la inversión de tiempo y dinero valga la pena. En el tenis se aprenden valores muy importantes. Por ejemplo a bancarse la frustración, a convivir con el error, aprender a comprometerse, y son cosas que luego, no importa lo que hagas en tu vida, te van a servir.

¿El tenis genera egoísmo? Lo que hace el tenis es enseñarte a hacerte cargo de cada momento y no depender de otro. Tenés que enfrentar cada situación y no tenés a quien mirar para el costado. Enseña a ser responsable y enfrentar cada situación. Luego está en la educación que trae cada uno desde su casa. Tenemos que hacerlos participar mucho en equipo, así no pasa eso. Uno mira mucho para adentro porque ahí están las herramientas, pero hay para que cuando salgan de la cancha participen en situaciones grupales. Ahí se forma la personalidad.

El tenis argentino de hoy. Antes de la Legión hubo otras épocas en Argentina. Hubo momentos donde el uno era 70 de ATP, pero lo que queda es esa mejor generación. Fue una generación espectacular. Después de la popularización del tenis que hizo Guillermo Vilas, la Legión logró que eso creciera. Que haya fanáticos de diversas formas de juego o personalidades. En este momento, haber logrado la Copa Davis marca un momento de quiebre en nuestro tenis, no tanto en individualidades, sino en formas de trabajar, de respetarse, de trabajar con el que está al lado.

La victoria en la Copa Davis. Es una sensación linda, obviamente, pero no es que luego de eso yo diga que me siento pleno. Es raro, pero es una continuación de todo lo que he venido viviendo. Me siento muy identificado trabajando con juveniles, cumplí el sueño de poder generar un buen grupo en la Davis y lo coronamos ganándola. Pero el sueño y el objetivo era en la relación entre los jugadores, el cuerpo técnico, que todos tiráramos para el mismo lado.

La tarea del capitán en la Davis. El capitán tiene mucho más que ver con las relaciones humanas que lo que se le puede enseñar a un jugador. La guía pasa por la relación humana, porque cada uno se sienta parte del lugar que le toca ocupar. Que cada uno tenga la camiseta puesta y disfrute formar parte del grupo. Luego vamos al trabajo en cancha. Todo lo que sepas de tenis, si no lo encarás por la relación humana, se hace limitado. Nosotros mostramos que el propósito que teníamos era más importante que el nombre del capitán o de cualquier jugador.

La integración de Juan Martín del Potro. Desde la primera reunión con él, a comienzos de 2015, me dijo que quería estar, que hacía mucho que no integraba el equipo y que la había pasado mal, pero quería representar al país. El trabajo no fue convencerlo de que estuviera, sino rodearlo y protegerlo para acompañarlo a que estuviera cómodo. Jamás le pedí que jugara, yo sabía que él quería jugarla. Superó lesiones y de a poco entró al equipo, primero jugando dobles, luego singles y dobles y al final jugando todo. La entrega de él fue total. Generamos un ámbito en el que Juan Martín como jugador referente, y con otros como Mayer, Pella, Delbonis, Schwartzmam, Berlocq, que todos se sintieran parte. Todos, los jugadores, el cuerpo técnico, todos, somos iguales de importantes. El cargo de capitán no te hace más importante, te da otra función.

Cómo manejar los egos. Buscamos simplificar todo siempre. Tuvimos varios ejemplos. Primero se decía que Del Potro nunca iba a jugar, luego que Mónaco y él se llevaban mal. Delpo jugó y encima en su regreso, estaba Mónaco también. Y pasaron todo el tiempo juntos, compartieron equipo, charlas, entrenamientos. Muchas veces es lo que se arma alrededor de parte de amigos, equipo de trabajo o la prensa, y hay que simplificar las cosas. A veces no son problemas sino malos entendidos. Mi mayor satisfacción en este proceso es que logramos cada cosa que quisimos hacer y además pudimos mostrarlo puertas adentro y puertas afuera. Sin esto, era imposible ganar la Davis.

El entrenamiento de un jugador de alto nivel. Siempre hay cosas para pulir y mejorar y los mejores ejemplos son Nadal, Djokovic, Federer, que no juegan igual que cuando ganaron su primer torneo de Grand Slam. Siempre hay para aprender. Creo que un entrenador tiene que identificar cuál es ese momento para poner un detalle más en la mejora de un tenista muy bueno y ya formado. Lo que creo que buscan los mejores rodeándose con ex top, es compartir experiencias con quienes ya han pasado por ese nivel. Hay entrenadores que no han llegado a ser tan buenos jugadores pero saben más de tenis que un muy buen jugador. Haber sido muy bueno te da un crédito extra, pero muchas veces está directamente relacionado con lo bueno que fue y otras no. Hay muchos casos de grandes tenistas que a nivel de conducción son incapaces.

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